Decía uno de mis amigos que un aduanero de la vieja época, sostenía, con otros, la siguiente tesis: “DE nada sirve que hagan tanto dinero. Lo hacen con los huevos, poniéndose en peligro a todas las transas, contrabandos y componendas. Al final de sus días, si no se emborrachan y terminan de teporochitos, los dejan en la calle las mujeres y si no terminan de maricones: lo que hacen de fortunas con los huevos lo gastan por el trasero”.
Y es lo mismo que estamos viendo con los famosos destapes de los grupos gays y tal vez, por esa razón, el Vaticano viene declarando que las relaciones homosexuales se deben mantener en lo oscurito o en las relaciones privadas, que para el caso es lo mismo. Si bien dice mi cuate el Tío Lolo: en México, no se castiga el delito, se castiga el escándalo y, bueno, no solamente es en México, es en muchas partes.
Por ejemplo, en Colombia, lo que es la vida, los matones que operaron en los grupos de paramilitares, que se comían a los guerrilleros a mordidas, y enfrentaban a los soldados con todas las armas habidas y por haber, secuestrando o matando a los que se pusieran en frente, al final de sus días, lo que tenían de machotes, lo muestran en sus debilidades y terminan de mariconcitos, no importa que sean de calle, chancleando o en las cárceles, donde tienen muchos a sus disposición. Así, un tribunal colombiano, permitió a un ex paramilitar preso para que pueda usar falda y maquillaje en la cárcel de varones, donde se encuentra, al reconocer su derecho a la libre personalidad. Esta decisión del Tribunal Superior le permitirá a Falber Narváez, vestirse de mujer y ser llamado como “Mireya”.
“Durante los ocho años que hizo parte del Bloque Capital de las Autodefensas Unidas de Colombia, mantuvo en secreto su condición de homosexual, pero al ser capturado y condenado por el delito de concierto para delinquir y tentativa de homicidio decidió dar a conocer su orientación sexual”. Pues de nada sirvieron los balazos y las confrontaciones para que terminara copulando con los changuitos o con Tarzán de los monos.
Ya nos podemos imaginar los tormentos que tuvieron que sufrir muchos colombianos al ser secuestrados por estos degenerados que en su calidad de hombres violentos, dizque combatientes, tenían este pretexto para encubrir sus crímenes en contra de la sociedad, solamente daban rienda suelta a sus deformaciones y violencia reprimida. Por supuesto que no existen los torturadores que no sean en el fondo, degenerados sexuales o reprimidos, esto mismo ha sucedido con los soldados cuando los ejércitos se desvían de sus funciones y sus comandantes hacen las veces de chacales en la matanza brutal en muchos sitios. Esto es lo que sucede con los policías no controlados que, para hacer confesar a los detenidos o poderles inculpar, solamente los sometían a tormentos y violaciones espantosas y esos chacales, esos torturadores, al final de sus días terminaban en los manicomios, en las tragedias de sus vidas o bien, terminaban con las degeneraciones y desviaciones como se han podido comprobar en muchos casos. Por ello decían, en algunas épocas que, los policías, se habían degenerado, porque en vez de pistolas cargaban polveras y en vez de cachuchas trían diademas y en vez de charolas traían espejitos.
Y no se nos acuse de que somos discriminadores o cosas por el estilo, cada quién sus gustos y cada quién su trasero y lo que puede hacer con el mismo. La realidad es que estamos, simplemente, señalando en lo que terminan los torturadores ya que ese sadismo, al poco tiempo, se revierte en masoquismo y es cuando se ven los cambios en la personalidad, en las preferencias sexuales y en las desviaciones.
En este mismo sentido se pueden ver las represiones que se generan en muchos niveles sociales y con los conceptos, como los que manejan algunos grupos panistas de ultraderecha, por ejemplo, al no permitir que las mujeres vistan como quieran con el pretexto de que sus vestimentas son las que provocan a los degenerados para que sean víctimas de las violaciones. Prohíben las minifaldas, pero no las mentadas de madre y los insultos públicos de uno de sus gobernantes, como en el caso del gobernador de Jalisco que, mentaba madres en frente del Cardenal Sandoval Iñiguez, para justificar sus habladas y provocaciones, total: cuando se anda pedo, todo lo que se diga podrá ser usado en tu contra. Y ahora, como si nada, en Guanajuato, el bando de policía y buen gobierno piensa multar a todos aquellos noviecitos que con la manita sudada, se atrevan a besarse en la calle o en lo oscurito de las puertas. Eso sí, se permiten las peleas de gallos en los palenques con borracheras y tráfico de drogas al por mayor y al menudeo, que se ejerza la prostitución en las ferias y en todos los cabaretuchos y tables dance que son los que pagan las cuotas y dejan dinero por los permisos de funcionamiento para que, al final, los políticos, los policías y los “empresarios de la diversión”, haciéndose ricos, multimillonarios, terminen derrochando el dinero por su trasero, como si fuera una maldición.
Si bien se han escrito algunas obras sobre el tema de los políticos en la brujería, de los cantantes que le hacen a la magia, con los deportistas, y algún escritor, como Rafael Loret de Mola, ha hablado sobre el cofradía de los homosexuales en la política, se deberían ya hacer muchas más publicaciones sobre el tema, ya que la cofradía de mariconcitos y drogadictos en la política, alcanza niveles de gran escándalo, lo mismo sucede, sobre todo, en los grupos empresariales o financieros y, para que no le hagan el fuchi, también se da entre los grupos políticos de la extrema derecha y de la extrema izquierda y es que, la degeneración, no se basa en la ideología, sino en las debilidades del trasero, dicen los que están en este tema.
Ya entrados en este análisis, recuerdo que hace algunos años, en Juchitán, Oaxaca, cuando los priístas fueron derrotados por los coceístas, ambos grupos, tenían a sus huestes de gays que, al frente de los contingentes se enfrentaban por las diferencias políticas y gritaban antes de golpearse: “NO somos machas, pero somos muchas” y en aquellos años se hablaba de algunos gobernantes y políticos que se reunían para vestirse con trajes de Tehuanas y otros vestidos del enorme folclore oaxaqueño. Esto se ha dicho también en el caso de varios regentes o de secretarios de Educación, donde se explicaba que los mariconcitos que estaban bien encerrados en el closet, se podían distinguir, porque la valenciana del pantalón era más corta en una de las piernas. En los cuarteles de policías pues no se diga más, porque son conocidas muchas anécdotas de policías violentos, sicarios desalmados, torturadores, sádicos, que terminaban en los brazos de los delincuentes para que les dieran su protección y amor.
En la actualidad, como casi todos los policías andan como imitadores del comandante Marcos, totalmente embozados, encapuchados y no dan cara, pues, es mucho más sencillo que escondan, además de sus brutalidades, sus desviaciones, porque nadie los podrá reconocer y esto es lo que hacen en esas redadas o bien, cuando realizan sus operativos deteniendo a muchos jovencitos a los que les obligan a violarles, para no detenerles y consignarles… en fin, si bien dice el dicho: “lo que ganan con muchos huevos, lo gastan con muchos pedos…” y esto es para que veamos la realidad de lo que está sucediendo en nuestra sociedad y que, no hay malos, sino degenerados… y algunos políticos, policías y empresarios, aún miembros del infeliciaje nacional que, si no sale del closet, pues anda de mariconcito… chanclenado, despertando pasiones o luciendo sus garreas en los penales…
Y es lo mismo que estamos viendo con los famosos destapes de los grupos gays y tal vez, por esa razón, el Vaticano viene declarando que las relaciones homosexuales se deben mantener en lo oscurito o en las relaciones privadas, que para el caso es lo mismo. Si bien dice mi cuate el Tío Lolo: en México, no se castiga el delito, se castiga el escándalo y, bueno, no solamente es en México, es en muchas partes.
Por ejemplo, en Colombia, lo que es la vida, los matones que operaron en los grupos de paramilitares, que se comían a los guerrilleros a mordidas, y enfrentaban a los soldados con todas las armas habidas y por haber, secuestrando o matando a los que se pusieran en frente, al final de sus días, lo que tenían de machotes, lo muestran en sus debilidades y terminan de mariconcitos, no importa que sean de calle, chancleando o en las cárceles, donde tienen muchos a sus disposición. Así, un tribunal colombiano, permitió a un ex paramilitar preso para que pueda usar falda y maquillaje en la cárcel de varones, donde se encuentra, al reconocer su derecho a la libre personalidad. Esta decisión del Tribunal Superior le permitirá a Falber Narváez, vestirse de mujer y ser llamado como “Mireya”.
“Durante los ocho años que hizo parte del Bloque Capital de las Autodefensas Unidas de Colombia, mantuvo en secreto su condición de homosexual, pero al ser capturado y condenado por el delito de concierto para delinquir y tentativa de homicidio decidió dar a conocer su orientación sexual”. Pues de nada sirvieron los balazos y las confrontaciones para que terminara copulando con los changuitos o con Tarzán de los monos.
Ya nos podemos imaginar los tormentos que tuvieron que sufrir muchos colombianos al ser secuestrados por estos degenerados que en su calidad de hombres violentos, dizque combatientes, tenían este pretexto para encubrir sus crímenes en contra de la sociedad, solamente daban rienda suelta a sus deformaciones y violencia reprimida. Por supuesto que no existen los torturadores que no sean en el fondo, degenerados sexuales o reprimidos, esto mismo ha sucedido con los soldados cuando los ejércitos se desvían de sus funciones y sus comandantes hacen las veces de chacales en la matanza brutal en muchos sitios. Esto es lo que sucede con los policías no controlados que, para hacer confesar a los detenidos o poderles inculpar, solamente los sometían a tormentos y violaciones espantosas y esos chacales, esos torturadores, al final de sus días terminaban en los manicomios, en las tragedias de sus vidas o bien, terminaban con las degeneraciones y desviaciones como se han podido comprobar en muchos casos. Por ello decían, en algunas épocas que, los policías, se habían degenerado, porque en vez de pistolas cargaban polveras y en vez de cachuchas trían diademas y en vez de charolas traían espejitos.
Y no se nos acuse de que somos discriminadores o cosas por el estilo, cada quién sus gustos y cada quién su trasero y lo que puede hacer con el mismo. La realidad es que estamos, simplemente, señalando en lo que terminan los torturadores ya que ese sadismo, al poco tiempo, se revierte en masoquismo y es cuando se ven los cambios en la personalidad, en las preferencias sexuales y en las desviaciones.
En este mismo sentido se pueden ver las represiones que se generan en muchos niveles sociales y con los conceptos, como los que manejan algunos grupos panistas de ultraderecha, por ejemplo, al no permitir que las mujeres vistan como quieran con el pretexto de que sus vestimentas son las que provocan a los degenerados para que sean víctimas de las violaciones. Prohíben las minifaldas, pero no las mentadas de madre y los insultos públicos de uno de sus gobernantes, como en el caso del gobernador de Jalisco que, mentaba madres en frente del Cardenal Sandoval Iñiguez, para justificar sus habladas y provocaciones, total: cuando se anda pedo, todo lo que se diga podrá ser usado en tu contra. Y ahora, como si nada, en Guanajuato, el bando de policía y buen gobierno piensa multar a todos aquellos noviecitos que con la manita sudada, se atrevan a besarse en la calle o en lo oscurito de las puertas. Eso sí, se permiten las peleas de gallos en los palenques con borracheras y tráfico de drogas al por mayor y al menudeo, que se ejerza la prostitución en las ferias y en todos los cabaretuchos y tables dance que son los que pagan las cuotas y dejan dinero por los permisos de funcionamiento para que, al final, los políticos, los policías y los “empresarios de la diversión”, haciéndose ricos, multimillonarios, terminen derrochando el dinero por su trasero, como si fuera una maldición.
Si bien se han escrito algunas obras sobre el tema de los políticos en la brujería, de los cantantes que le hacen a la magia, con los deportistas, y algún escritor, como Rafael Loret de Mola, ha hablado sobre el cofradía de los homosexuales en la política, se deberían ya hacer muchas más publicaciones sobre el tema, ya que la cofradía de mariconcitos y drogadictos en la política, alcanza niveles de gran escándalo, lo mismo sucede, sobre todo, en los grupos empresariales o financieros y, para que no le hagan el fuchi, también se da entre los grupos políticos de la extrema derecha y de la extrema izquierda y es que, la degeneración, no se basa en la ideología, sino en las debilidades del trasero, dicen los que están en este tema.
Ya entrados en este análisis, recuerdo que hace algunos años, en Juchitán, Oaxaca, cuando los priístas fueron derrotados por los coceístas, ambos grupos, tenían a sus huestes de gays que, al frente de los contingentes se enfrentaban por las diferencias políticas y gritaban antes de golpearse: “NO somos machas, pero somos muchas” y en aquellos años se hablaba de algunos gobernantes y políticos que se reunían para vestirse con trajes de Tehuanas y otros vestidos del enorme folclore oaxaqueño. Esto se ha dicho también en el caso de varios regentes o de secretarios de Educación, donde se explicaba que los mariconcitos que estaban bien encerrados en el closet, se podían distinguir, porque la valenciana del pantalón era más corta en una de las piernas. En los cuarteles de policías pues no se diga más, porque son conocidas muchas anécdotas de policías violentos, sicarios desalmados, torturadores, sádicos, que terminaban en los brazos de los delincuentes para que les dieran su protección y amor.
En la actualidad, como casi todos los policías andan como imitadores del comandante Marcos, totalmente embozados, encapuchados y no dan cara, pues, es mucho más sencillo que escondan, además de sus brutalidades, sus desviaciones, porque nadie los podrá reconocer y esto es lo que hacen en esas redadas o bien, cuando realizan sus operativos deteniendo a muchos jovencitos a los que les obligan a violarles, para no detenerles y consignarles… en fin, si bien dice el dicho: “lo que ganan con muchos huevos, lo gastan con muchos pedos…” y esto es para que veamos la realidad de lo que está sucediendo en nuestra sociedad y que, no hay malos, sino degenerados… y algunos políticos, policías y empresarios, aún miembros del infeliciaje nacional que, si no sale del closet, pues anda de mariconcito… chanclenado, despertando pasiones o luciendo sus garreas en los penales…
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