Lo
que es la hipocresía, dice, Vicente Fox, que no tiene “pelos en la
lengua” que: “… hasta dos presidentes de EU consumieron drogas en algún
momento y se lamentó de que hay mucho hipocresía en la regulación de
sustancias ilícitas”
“Hasta
dos presidentes, presidente Clinton y el presidente Obama se echaron
algún día su “carrujo” y no fueron a la cárcel, hay mucha tolerancia,
hipocresía, sostuvo Fox en una entrevista radiofónica con Pedro Ferriz
de Con para el grupo Imagen”… y bueno, tal vez, no tuvo tiempo o no
quiso confrontarse diciendo nombres de muchos otros políticos,
periodistas y hombres de empresa o banqueros que también, en sus años
mozos, le dieron “vuelo a la hilacha” y se fumaron uno o dos toques o
fueron a visitar a María Sabina para “probar, y que no les contaran”
sobre los hongos alucinógenos o le dieron a la coca para bajarse el pedo
y, en esto, se habla en los anecdotarios de que hasta
algunos presidentes le daban dura a la coca para no dormirse con los
discursos de otros políticos… ya saben como son de aburridos…
Y
para que no queden dudas, Vicente Fox, señala algo que no queremos ver o
no quieren ver los actuales políticos en el poder que prefieren matar
“delincuentes” en este país que cazar elefantes como lo hace el Rey de
España, claro que, no con rifles, sino con los alucines de los hongos o
de la motita…y, por esa razón señala: “insistió en que México es un
lugar de “paso” entre los que “producen las drogas en el Sur y los que
la consumen en el Norte” y sobre este punto resaltó que, “México, paga
los muertos, mientras ellos consumen muy tranquilos”
Y
la verdad es que los políticos perdieron el toque folclórico que les
distinguía, antes, los políticos se destacaban por cargar pistolas,
tomar coñac o tequila a pico de botella, portar sobrero texano de varias
estrellas y cargar pistolas y presumir la “charola”, en fin, se veían
desde lejos y se les respetaba por bravos y bravucones. Cuentan que, con
este “poder” ,llegaban muchos a la Cámara de Diputados armados con
tamaño pistolón y no como ahora que traen “ayudantes” para que les
carguen el portafolio, les pasen las llamadas de los celulares, les
pasen el Aipad con las notas del momento y, en vez de pistolas, cargan
celulares, no portan sombreros sino que se engominan los cabellos o
portan diademas y, en vez de “charolas”, muchos ,son los que traen
polveras, por aquello de las entrevistas de banqueta y para la
televisión…
Así
que se cuenta en el anecdotario político que durante “la sesión
ordinaria de la legislatura XLVIII al Congreso de la Unión (1970-1973)
siendo presidente Luís Echeverría Álvarez, se encontraba el joven Diego
Fernández de Cevallos (el Jefe Diego), echando de su ronco pecho y al
verlo el diputado líder de los cañeros mexicanos, José María “Chema”
Martínez, al protagonista se le hizo fácil enviarle una expresiva
mentada de madre con la tradicional señal del brazo”.
“¿A
mi?, le pregunta “Chema” Martínez al joven Digo con otra seña
tradicional. ¿A mí?, volvió a insistir sumamente molesto el señor
diputado y al encontrar respuesta afirmativa, el diputado se levantó de
su curul y fue directo al lugar del protagonista. Y al grito de: “¡A mi
ningún pendejo me mienta la madre” , desenfundó TAMAÑO PISTOLÓN, por lo
que el diputado priista por el estado de Morelos, Marcos Manuel Suárez
Ruíz, entró a meter la paz y detuvo a su compañero al tiempo que otros
diputado del PAN llegaron para calmar los ánimos, las acciones
agresivas, entre ellos Alejandro Landereche Obregón, Hiram Escudero y un
diputado de apellido Peniche del Estado de
Yucatán”.
“Una
vez controlado el conflicto, el diputado “Chema” Martínez regresó a su
lugar y con el apoyo de sus compañeros de partido empezó “a
hacer caminar la pistola” de mano en mano para desaparecerla del
recinto parlamentario, lo que desde luego se logró sin problema alguno
en tanto en la tribuna se armaba una arenga de “padre y señor mío” en la
que participaban los diputados de uno y de otro bando”.
“Rafael
Rodríguez Barrera, legislador por el Estado de Campeche y Rodolfo
Sánchez Cruz, diputado por el Estado de Puebla, testigos de los hechos
como muchos de los que se encontraban en el recinto, hicieron uso de la
tribuna para decir en sus participaciones, entre otras cosas: “¿Cuál
pistola?”.
Se
les olvidó que en la Cámara, siempre, hay fotógrafos y periodistas y
que el fotógrafo de la Prensa captó el momento de la trifulca y la
publicaron en la edición matutina, con una fotografía a primera plana
diciendo que, los diputados “Octavio Sentiés Gómez, Rodolfo Sánchez Cruz
y Rafael Rodríguez Barrera, padecían de alguna enfermedad de la vista
porque subieron a la tribuna para negar que hubiera “aparecido” una
pistola en el recito parlamentario de Donceles y Allende, convertida hoy
en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal”.
Y
SI LOS DIPUTADOS DE ANTES PODÍAN “DESAPARECER UNA SIMPLE PISTOLA O
PISTOLÓN de acuerdo a cómo lo vieran los demás, hoy, nos asombramos,
porque desaparecen fortunas y recursos, desaparecen hasta ellos, porque,
normalmente, no asisten a las seciones de Congreso y eso sí, cuando que
no desaparecen es en los cobros de las dietas, sueldos, productos,
aprovechamientos y demás, así como en los negocios, las transas, las
comidas y las corruptelas, porque ahí, como por arte de magia, aparecen
todos los diputados, porque, “gavilán que suelta, no es gavilán” y, de
aquellos tiempos de bravucones, no queda ya nada, ahora, se mientan la
madre por medio de mensajes de celular o de Twitter, se dicen de cosas
por teléfono, pero no se afrentan ni se enfrentan, son de los
mismos y, como dicen los “informantes del Tío Lolo,” pues no pasan de
arañarse y, eso, por celos o por negocios, no por convicciones o por
ideas, por diferencias políticas aún en la forma en que el Jefe Diego
enfrentaba a los que le caían mal, a pesar de que, con tamaño pistolón,
pues se tuvo que quedar callado en ese momento…
Hoy,
ya no preguntan de qué marca es el tequila que toman o de que calibre
es la pistola, hablan de modas para los guaruras y, muchos, superan el
nivel del guarura por el de “CHOGUMA”, que es el que le hace las
funciones de chofer, guarura y mayate… así están los tiempos de
cambiados en la actualidad. Pero ni modo, tal vez, se extrañan los
viejos tiempos y, no aceptamos ni las diademas, ni las polveras…Por eso,
en vez de pelear, hoy, se ponen a transar, recibiendo sobornos de
Wal-Mart o de Repsol. Total no hay tanta gente que cargue pistolón…
lleve sobrero y “charola”, como antes.