domingo, 4 de enero de 2009

La conciencia del 2009

Ya estamos en los finales del año. Muchos, aseguran, que debe terminar y, otros, dicen que no, por la sencilla razón de que los burócratas y los políticos aseguran que el próximo año será peor que este.

Es cierto que en todos los años los miembros del “infeliciaje nacional”, que somos la inmensa mayoría de los mexicanos, dejando a un lado al grupo privilegiado de empresarios, banqueros, especuladores, financieros, políticos, policías, funcionarios y miembros o controladores de sindicatos y partidos políticos, sufrimos por muchas cosas, entre otras, la angustia de quedar sin empleo o no tenerlo en forma permanente, el enfermarnos, el que no tengamos para pagar la renta o la hipoteca de la casa, que nos roben o no podamos continuar pagando los vehículos de la familia, que nos aumenten la gasolina con la que llevamos ya más de 30 aumentos en este sexenio del empleo, que nuestros hijos tengan que dejar de estudiar o en muchos casos, por no poder pagar las colegiaturas privadas, retornen a las escuelas públicas que, sin duda, siguen siendo un poco mejores que las confesionales, que se nos demande por separación de la pareja y que nos consignen a pagar más de la mitad de nuestro salario a la otra parte, que nos roben o secuestren, que nos violen o nos asesinen, a caer en manos de los policías y de la justicia en general, porque no hay duda que, el infeliciaje nacional, tendrá que caer en la cárcel para pagar por algo que no ha hecho o por no poder pagar los servicios de los abogados o a los jueces para que, por medio del dinero, se haga “justicia” cometiendo otra injusticia. En fin, los mexicanos estamos tensos, angustiados, horrorizados, temerosos, estresados, impotentes, resentidos, preocupados, enojados, encabronados y, claro, cuando comparamos nuestra situación con los burócratas que nos desgobiernan, con los ricos que nos explotan y agreden, con los policías que se burlan de todos y generan la inseguridad en la que vivimos para cobrar más y recibir mayores presupuestos, con los políticos que todo lo roban, prometen y nada cumplen, pues, en verdad que nos sentimos mal, muy mal y por ello, esperamos que, en este año y el que viene, terminen con esa plaga que tanto daño causa a los mexicanos del infeliciaje…

Seguramente, los mexicanos, también estamos en la era de la velocidad y todo lo queremos resolver con la mayor velocidad, pero resulta que cuando pretendemos aplicarla para nuestro provecho, los burócratas, los funcionarios, los políticos y policías nos frenan, porque a ellos no les conviene en lo absoluto que los mexicanos salgamos de la sonsera, del pesimismo, de la opresión, de la explotación, de la ignorancia, del conformismo, de la abulia, del pendejismo, porque entonces, se les termina el sector, inmenso sector del cual viven y se enriquecen. No, a los políticos, a los burócratas, a los policías y a los funcionarios, no les conviene que el pueblo se eduque, porque la velocidad en la solución de los problemas exige educación, lógica, entendimiento, comprensión de la realidad, enfoque, disciplina y, sobre todo, gozar de libertad para el análisis de la realidad, para cambiarla.

Es claro que para esa casta privilegiada, explotadora y cruel, lo mejor es tenernos en la pendejez absoluta y no que caigamos en la cuenta de que nosotros somos capaces de salir adelante con nuestro problemas, que somos los que siempre hemos superado las crisis y los grandes problemas nacionales, los morales, los de seguridad, los de sobre vivencia, los del empleo o del autoempleo y que, en verdad, son los burócratas, los políticos, los funcionarios, los policías, los banqueros, los empresarios, los financieros y los especuladores los que nos arrebatan lo que justamente ganamos y producimos y los que evitan que se nos haga justicia y cumplamos con los objetivos para alcanzar una vida más libre, honesta, mejor, adecuada, para satisfacer las necesidades de nuestras familias sin necesidad de estar endeudados y, menos, para sostener una casta de holgazanes y tramposos, de explotadores, de mentirosos y vividores.

Ahora, ellos, los que viven como padrotes de la sociedad, son los que señalan que los tiempos serán difíciles, que tendremos que aprender a ahorrar, a no malgastar nuestros recursos, en proteger nuestros empleos y, sobre todo, a no dilapidar lo que tenemos, en fin, dan consejos como las prostitutas viejas, de viejas, les da por dar consejos, cuando no supieron cuidar sus virtudes y las vendieron al mejor postor, pero la realidad es que el pueblo, el pueblo que trabaja, construye y crea a pesar de ellos, siempre, ha estado en crisis, en agonías, en terrores, en incertidumbres y a pesar de ellos, sobre vive y logra sacar al país adelante a pesar de que, de cuado en cuando, esos inútiles y vividores lo manden a pique y a la quiebra.

Esa casta privilegiada que vive de la explotación de la mayoría es la que esta preocupada por las condiciones que vienen para el próximo 2009. ellos, están preocupados, porque en la crisis económica, en el aumento del desempleo, en la desesperanza, en la inseguridad, en la violencia, en la marginación y la explotación, las mayorías, no responden a sus llamados y políticas demagógicas, sino que empiezan a despertar y a demandar soluciones y, esas soluciones, son las que no tienen, ni han tenido. Por esa razón, están preocupados, porque las mayorías se empiezan a preguntar sobre su capacidad para mantener el poder y si este poder que les hemos entregado, en verdad, es para favorecer a las mayorías o para proteger los intereses de un pequeño grupo de privilegiados que se enriquece a costillas del trabajo de todos los mexicanos, de sus recursos que son dilapidados y robados con toda impunidad y si el aumento de policías y grupos paramilitares, en verdad, sirven para dar seguridad a los ciudadanos o solamente se utilizan para reprimir y darle protección a los intereses de esa casta privilegiada, no importa del partido que sean, sino los que se encuentran, no gobernando, sino mamando del poder..

En muchos estados del país se ven las cosas claras, se notan mucho más a los políticos corruptos y se ven las mansiones que se construyen con los recursos de todo el pueblo y que ellos se han robado, no ganado, por medio del control político y criminal que han ejercido en el poder absoluto, con total impunidad y complicidades entre otros muchos políticos que también son los que siguen mamando del poder para su provecho, no para servir a las mayorías. Así, les vemos cómo de la noche a la mañana de “carga maletas de los poderosos”, se convierten en empresarios y constructores de residencias que se han robado, en rancheros poderosos gracias a las violentas intrigas palaciegas o a las extorsiones a las que han sometido a muchos de sus paisanos. En fin, ahora, son señores “feudales” los que mandan matar a sus enemigos políticos, los que compran medios de comunicación para denostar a sus críticos o involucrar en mentiras a sus contrincantes, los que usan los medios de comunicación para encubrir sus raterías, sus asesinatos, sus complicidades y corruptelas o los que solamente buscan la impunidad, protegiéndose de sus persecutores, aparentando que son gentes de poder social y no los delincuentes que en verdad son… pero en fin, esto es lo que nos toca ir descubriendo a cada uno, es el tomar conciencia de la realidad que hemos permitido, por nuestra ignorancia, por la cobardía o por la pendejez natural de los ciudadanos que no queremos correr el riesgo de enfrentar a los poderosos y explotadores… tal vez, porque no queremos asumir nuestra plena responsabilidad y crecer, para ser adultos y ciudadanos normales, no menores de edad que, engañados, nos hacen como ellos quieren. Así que a tomar conciencia y no dejarnos engañar por los bonitos discursos, por las promesas y por los regalitos… la dignidad, recordemos, es un tesoro más valioso que el oro… que el próximo año nos alivien de los caciques, de los políticos ratas, cobardes, asesinos, corruptos, que la paz, la salud, el éxito, la alegría invadan sus hogares y que la conciencia ilumine a nuestras mentes para tomar conciencia de la dignidad, de la libertad y de la justicia social…

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