miércoles, 21 de enero de 2009

Incongruencias

Los mexicanos somos católicos por tradición y por supuesto que muchos están alegres por la reunión sobre la familia, a pesar de que algunas damas con las que hemos tenido oportunidad de comentar, están profundamente indignadas porque Vicente Fox y Marta Sahún no solamente fueron divorciados con las bendiciones de la iglesia sino que también, son las que brindan el permiso respectivo para que se casen a pesar de que miles de católicos divorciados, no pueden gozar de tales privilegios que requieren en su profesión de fe. Esa incongruencia está generando muchos conflictos y dudas sobre esa forma de actuar.

Así las cosas, también, nadie puede entender esos escándalos que generan muchos sacerdotes y monjas que están metidos en la pederastia. Entendemos que los sacerdotes son hombres comunes y corrientes pero tienen un compromiso con su profesión y con su fe y si bien ellos la han aceptado para la ordenación sacerdotal y no terminar como el Padre Amaro, tienen que ser congruentes y no “tragar santos para defecar diablos”, por esa razón, no pueden ellos “defender” a los que han roto con esos compromisos alegando que son ellos, fuera de las leyes y reglamentos civiles los que los deben juzgar y atender para dizque “enderezar” la conducta de tales gentes que no pueden ser clasificados como “pastores” de la fe.

En tales condiciones, tampoco podemos aceptar que entren al juego político electoral, tal como lo pretenden algunos “mochos” que más que católicos son políticos, con todas las deformaciones y maldades que esto significa. Si el negocio del sacerdocio no deja tal como aseguran muchos sacerdotes que exigen aportaciones mayores para sostener la Iglesia, no tienen razón para ingresar al negocio de la política, porque la realidad es que ahora, cuentan con el gran negocio de la educación y en este rubro, por supuesto que ya tienen acuerdos con los grandes empresarios para sostener esas escuelas confesionales y privadas de las que han hecho un enorme y productivo negocio.

Entendemos que la formación religiosa es vital hacerla dentro del seno de la familia para sostener los valores de la misma como pilar de la sociedad y que en esa tarea, juegan importancia los sacerdotes y sobre todo los padres de familia y se debe sostener la educación laica y no imponer en las escuelas rezos y responsos para realizar dicha tarea, porque entonce,s se deforma la misión de la formación educativa.

Pero en fin, la verdad es que los mexicanos no podemos entender que por un lado se nos diga que la familia es lo más importante de la sociedad y que la institución del matrimonio es vital para dar congruencia a ese proceso y que, por otro lado, sean los burócratas de la Iglesia, por intereses y compromisos políticos que logren deshacer las uniones matrimoniales de Vicente Fox y de Marta Sahún, con todas las ventajas que la política y de los compromisos brindan como cuando se realizan los acuerdos mafiosos entre los políticos para sostenerse en la actividad política que implica ser: socios o cómplices…

Pero la realidad es que las incongruencias son la realidad del país y es por tal motivo que dentro de este proceso electoral del 2009, el que la iglesia y sus vicarios tendrán una gran importancia en la conducción de la política y en este sentido, podemos entender que la postura y el apoyo realizado por el presidente Calderón a esta Conferencia, tiene una actitud política y está dentro de los acuerdos que se requieren para garantizar el triunfo en estos procesos, así que, si los demás partidos políticos se quejan de esta manipulación, es claro que le dieron un sentido de festividad y acto religioso y no político, por ello, no pueden incrementar sus protestas. La realidad es que los mismos perredistas dentro del cual militan muchos “libres pensadores” y no creyentes, cuando existen procesos electorales, también, van a besar sotanas y a buscar a los sacerdotes que se acercan a las posturas de la “teología de la liberación” o a la teología indígena en la que se ampara el EZLN o los sacerdotes que, sin dejar su ministerio, realizan actos y manifestaciones políticas.

En este desorden de la conducción política es que se aceleran las pasiones y las ambiciones y, por esa razón, todos los grupos quieren un pedazo en la participación electoral para alcanzar los niveles de poder, para gozar de los presupuestos y de las bendiciones que dejan millones de pesos en la política. La realidad es que la crisis económica, la de credibilidad, la desconfianza aunada a la inseguridad y los conflictos políticos, se van aumentando. Si los tiempos son conflictivos la realidad es que están acercándose a los niveles explosivos y de violencia social, por ello, si el presidente no juega bien sus cartas y se deja engatusar en el juego de las pasiones y de los intereses políticos, seguramente, se le van a enredar las pitas.

Las condiciones y los tiempos políticos se van generando de tal forma que se pueden desestabilizar muchos sectores del poder y del manejo social. Ahí están los conflictos de la producción agropecuaria, el desorden y la miseria generada en el campo mexicano, la crisis en la industria, el comercio y el sector financiero, la inseguridad, la desconfianza en la política y la conducción y las propias diferencias internas en los partidos acelerarán la desestabilización y, la posible crisis social, política y económica que puede degenerar en la violencia social en muchos sectores, de tal forma que las autoridades de inteligencia y seguridad en los Estados Unidos, no descartan la posibilidad de intervenir, militarmente, en el país en caso de que se generalizan los conflictos armados de las guerrillas, el narcotráfico, la delincuencia organizada y la desestabilización fronteriza que ellos, juzguen, pueda poner en peligro su paz y seguridad nacional.

Lo grave del tema es que aún viendo la realidad internacional y nacional, los políticos, los burócratas, los funcionarios, los “dirigentes” de partidos dizque para no generar alarma y desconfianza en la sociedad, prefieren sostener que no pasa ni pasará nada, que nuestra economía es fuerte, que es mejor que cualquier otra y que estamos totalmente blindados para que la crisis y la miseria no se incremente en el país. Bueno, esas son las declaraciones y, como dicen en mi pueblo: “le lengua me como un plato,” por palabras, no hay problema, lo que chinga es la propia realidad y desmiente esas declaraciones demagógicas y “optimistas” de los que pretenden controlar las graves situaciones con palabrería y no con acciones de cambio y de solución a los problemas.

El grave problema del país es que los políticos y los funcionarios creen que todo se soluciona con discursos y promesas y, por tal motivo, nadie se pone a jalar y resolver. Nadie se quiere ensuciar las manos para estar al lado de los sectores productivos y, cuando menos, entender su realidad que no es la misma que nos dan en los estudios, encuestas y discursos, por esa razón, los observadores y analistas políticos que no cumplen las instrucciones de las gentes del poder para manipular y engañar a la “opinión pública”, difieren de las ópticas y de las formas de ver el mundo y la vida, porque desde la comodidad del poder, sin problemas económicos y con la fiesta de todos los días, del grupo selecto que encierra al presidente en su burbuja de poder, es diferente a la realidad. Cuando se vive del presupuesto no se conoce la realidad ni las angustias de la mayoría, por ello, algunos, sugieren que de vez en cuando, como “retiros espirituales”, los mochos del gabinete, vivan en algunas casas de rancho y de las colonias populares, para que vean la realidad y no estén viviendo la del castillo y los pasillos de palacio… ya se deben bajar de la nube en la que andan…

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