viernes, 9 de enero de 2009

Autorizaciones para eliminar capos

No hay duda que, para no hacernos viejos, tenemos que hacer cosas nuevas y, por supuesto que al escribir todos los días, sin fallarle, tundiendo el teclado de la computadora, podemos crear cosas nuevas. La imaginación no solamente es capaz de conquistar y tomar el poder, es posible que, con la misma, nos renovemos todos los días, no importa que soñemos en la siembra de una planta nueva, una que nos gusta cuando vamos al mercado, que compremos algún alimento que no consumimos todos los días como la langosta a pesar de la crisis en la que se encuentra el sector pesquero gracias a las tonterías, por no decirles de otra manera, de los políticos mexicanos, sean del partido que sean.

Cosas nuevas podemos tener al platicar con los hijos de sus cosas en la escuela y por ejemplo, Karisma, que tiene ocho años, me comentaba que en las tiendas de la escuela están aumentando los precios de los productos. Fíjate, me decía, “los chiclets de cincuenta centavos van a un peso, la zanahoria rayada, antes, la vendían en cuatro pesos y ahora en cinco” y no se piense que está influenciada por la crisis, no, es una niña ahorrativa y cuidadosa de sus gastos y por ello se sorprende, diciéndome que esos precios han indignado a los demás alumnos y que querían protestar, decirle al Director o hablar con los vendedores y encargados de las tiendas para que los bajaran y si esto sucede con los niños, con lo que se ven afectados en sus compras menores, ya nos podemos imaginar lo que piensan las amas de casa y los esposos, cuando son sorprendidos por el aumento de precios que según los burócratas del gobierno no han aumentado más del diez por ciento cuando todos los que vamos a comprar sabemos que los principales productos, los que consumimos diariamente han aumentado más de cien por ciento. La gasolina cuesta muchos más, casi el doble de lo que costaba al inicio del año pasado, la luz, se aumenta sin control con el cuento de que los consumos se aumentaron por las lucecitas de navidad y ahora, hay que chingarse, materialmente, porque con ese aumento en el consumo se promedia para que se aumente el costo de los consumos mensuales. Las colegiaturas tienden a aumentar, los libros ya no se pueden comprar nuevos, hay que entrarle a la compra de viejo. La ropa se vuelve artículo de lujo sobre todo si tiene algo de marca o es de moda.

Y como si las torturas no fueran suficientes, entramos a los tiempos de campañas y vemos que los presidentes municipales tienen nuevas ocurrencias para aumentar los impuestos, sobre todo, cuando tienen aspiraciones de ser candidatos a las gobernaturas y por ello, inventan el replaqueo de los vehículos, para que un grupo de incondicionales y políticos, puedan tener un nuevo negocio, donde se hinchen de dinero y puedan ser mecenas para las y los políticos que van por las candidaturas, el pueblo, pues el pueblo que se chingue, total, nadie tiene los pantalones para protestar y si lo hacen, les caen todas las autoridades en bola para cerrar sus negocios o para llevarle a la cárcel por insolvente o porque se paso un alto, dicen ellos, que, cuando tienen el poder, son insoportables.

Así vamos por estos caminos del Infierno y para los que me han criticado cuando aseguro que los norteamericanos van a realizar operativos en nuestro país con sus policías y con sus soldados con el cuento de luchar en contra de los narcotraficantes, sería bueno que leyeran lo que Michael Chertoff, Secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos ha declarado a la Associated Press, el día 7 de enero: “Estados Unidos completó ya un plan de contingencia para su frontera Sur, con la finalidad de prepararse ante la violencia generada en México por el narcotráfico. La iniciativa incluye la movilización de elementos de seguridad civiles y militares, así como la utilización de aviones, vehículos blindados y equipos especiales”.

“Chertoff aseguró que la actividad criminal en México, que causó al menos 5 mil 300 muertes el año pasado, preocupa a las autoridades estadounidenses. Explicó que desde el verano pasado, debido a esta situación, ordenó planes específicos para hacer frente en su país a tiroteos y otros actos criminales derivados de la lucha entre cárteles, como los asesinatos tanto de policías como de personas no involucradas en el narcotráfico en la zona fronteriza”.

Digan lo que digan y acuerden lo que acuerden los burócratas de ambos países, sin duda alguna, existen ya las autorizaciones de algunos “altos funcionarios” para que empiecen a operar en la frontera y en ambos lados, grupos especiales que realizan los trabajos de inteligencia y las estrategias para detener a los principales capos de las organizaciones delictivas, con la autorización de que, ahora, como los policías pueden y andan encapuchados como viles delincuentes para que nadie les reconozca, puedan operar como lo hacen en varias partes, con grupos mixtos de agentes y, todos, pueden andar armados e incluso pueden disparar a matar a los delincuentes con los que se encuentren en este tipo de operativos que, al decir de algunos jefes, están más determinados a liquidar a los grandes capos que a detenerlos, porque al hacerlo, les genera muchos problemas y posibles venganzas en contra de otros funcionarios y, si mueren en los enfrentamientos, todos se quedan tranquilos, porque era tiempo de que les llegara la raya y se salvaran del rayo…

Ya hemos señalado que el presidente Calderón está obligado a demostrar que tiene controlado el tema del narcotráfico y que, por esa razón, se dieron los escándalos para eliminar a algunos funcionarios que tenían ligas claves con los grupos de la delincuencia y generaban los famosos “equilibrios de grupos criminales” donde, por este mecanismo, se lograba “colectar” grandes cantidades de dinero de los narcotraficantes, traficantes de armas, contrabandistas de mercancías, dinero y gentes, de vehículos y productos químicos, que llegaban y siguen llegando a los bolsillos de muchos políticos y jefes de las instituciones de seguridad y, según se habla, hasta altos niveles de al administración pública, por esa razón, se dice, que ante el reparto de los botines de dinero producto de la protección a los grupos del narcotráfico, se daban los pelitos entre las instituciones de seguridad y es que, como decía mi abuelito: “La verdad, solamente, los hombres, pelean por las viejas, por el poder o por el dinero” lo demás, son puros cuentos, porque no existen mayores razones que éstas…
Es lógico que los funcionarios de las dependencias de seguridad no se estaban disputando poder, lo tienen y lo disfrutan, menos, se disputaban el amor o las caricias de las viejas, las tienen en abundancia porque el poder, como señalaba Kisinger, “es el mejor estimulante sexual que existe” y no se diga que además del poder que gozan les falte dinero, porque los presupuestos son abundantes en este sector. pero el dinero que no tiene origen ni se puede rastrear, es el bueno, es el que se tienen que tener en abundancia si se quiere permanecer en la jugada del poder y de la política y, este, solamente llega de las actividades “no santas” y desde ahí, la disputa y la falta de coordinación en las acciones de la “guerra declarada por el presidente” y cuyos resultados son espantosamente ridículos, porque la ineficiencia acordada, las complicidades conocidas y alentadas, las corruptelas normales, son las que han dejado, en dos años, un trágico balance en contra de la política presidencial y si quiere recuperar la confianza y la credibilidad, pues el presidente, tiene que mostrar resultados y como no los pueden dar los policías y encargados de la seguridad en el país, pues los pueden dar los norteamericanos que, finalmente, para esto se pintan solos. Así que, por esa simple razón, los norteamericanos, tienen luz verde para actuar en el país, para poner orden y dar seguridad, es lo que puede salvar y mejorar la vida política del presidente Calderón, porque con sus cuadros, pues sería para llorar… y eso que quiere cambiar a sus encargados y dice, no lo dejan… ¿quién o quiénes?. A lo mejor, los que tienen los compromisos y las transas… y él, ni por enterado. Así es la política.

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