lunes, 16 de mayo de 2016

Preguntas

“Arthur Asche, el legendario jugador de Wimbledon, se estaba muriendo de SIDA. Se contagió por medio de sangre infectada durante una cirugía del corazón en 1983. Recibía muchas cartas de sus admiradores y uno de ellos le preguntó: “¿Por qué Dios tuvo que elegirte para una enfermedad tan horrible?”
         Arthur Ashe, le contestó:
         “50 millones de niños comenzaron a jugar tenis. 5 millones aprendieron a jugar tenis. 500 mil aprendieron tenis profesional. 50 mil llegaron al circuito. 5 mil llegaron a Wimbledon. 4 llegaron a la semifinal. 2 llegaron a la final y cundo estaba celebrando la victoria con la copa en la mano, nunca le pregunté a Dios: “¿Por qué a mí?”
         “¡La felicidad te mantiene dulce! ¡Los juicios te mantienen fuerte! ¡Los dolores te mantienen humano! ¡El fracaso te mantiene humilde! ¡El éxito te mantiene brillante” Pero sólo la fe te mantiene en marcha.”
         “A veces no estas satisfecho con tu vida. Mientras que muchas personas de este mundo sueñan con poder tener tu vida”
“Un niño en una granja ve un avión que le sobrevuela y sueña con volar. Pero, el piloto de un avión, sobrevuela el cortijo y sueña con volver a casa.”
         “¡Así es la vida! Disfruta la tuya…”
         “Si la riqueza es el secreto de la felicidad, los ricos deberían estar bailando por las calles. Pero sólo los niños pobres hacen eso.”
         “Si el poder garantiza la seguridad, los VIPs deberían caminar sin guardaespaldas. Pero sólo aquellos que viven humildemente, sueñan tranquilos.”
         “Si la belleza y la fama atraen las relaciones ideales, las celebridades deberían tener los mejores matrimonios.”
         “¡Ten fe en ti mismo! Vive humildemente, camina humildemente y ama con el corazón!”
         Y así es. Ahora lo comprendo y me lo explico, porque cuando me caí de la bicicleta y dejé la llanta mal: me preguntaba, por qué yo. Cuando la chica ideal me daba la espalda y no quería que fuéramos novios, también me preguntaba: Por qué yo. Cuando no me trajeron el triciclo y en cambio me dieron el triciclito, también me preguntaba: por qué yo. Cuando reprobé inglés, también me preguntaba: por qué yo. Cuando me ordenaban hacer algo que no me gustaba, también me preguntaba: Por qué yo. Cuando nos volteamos en una camioneta donde acompañaba a mi hermano en aquella pronunciada curva de Chapingo y se me  rompió la clavícula, también pregunté: Por qué yo. Cuando estábamos en la balacera después de la gran traición que nos hiciera el gobierno en la plaza de Tlatelolco y nos torturaban en el Campo Militar, me preguntaba: Por Qué YO.  Cuando el poder del estado al lado de los verdaderos traidores me señalaban, también me pregunté: Por qué yo…
         En fin, creo que siempre preguntamos cuando nos va mal, pero no preguntamos cuando tenemos la satisfacción de tantas cosas y momentos súper agradables que todos los días tenemos. No nos preguntamos por qué nosotros cuando podemos orar y meditar por las mañanas cuando muchos no lo podrán hacer porque se terminó su tiempo. Jamás pensamos en las sonrisas de nuestro hijos y de nuestros compañeros de vida, cuando peleamos o cuando nos damos los besos de buenas noches o de buenos días, el por qué nosotros, cuando muchos viven en una eterna agonía y la soledad los abruma y los destruye. No preguntamos por qué nosotros cuando tenemos justo el pan nuestro de cada día, cuando hay millones que sufren por no poder llevar el mendrugo de pan a los que aman. No preguntamos el por qué nosotros no podemos caminar y correr como quisiéramos por la lesión que superamos, cuando otros miles no pueden caminar por no tener pies o por estar paralíticos y medios muertos, y luego, nos quejamos por nuestros zapatos viejos… No nos preguntamos el por qué nosotros tenemos que leer mucho para poder hacer nuestra tarea diaria y publicar lo que pensamos con plena libertad y a nuestro gusto, cuando hay miles de gentes que están ciegas por no ver ,y otras, por no saber. No preguntamos el por qué tenemos voz y libertad con nuestro libre albedrío cuando hay millones de seres humanos a los que se les niegan esos derechos y si protestan los encarcelan o los matan, en fin, no nos preguntamos por qué nosotros podemos gozar de muchas cosas y de muchos afectos todos los días, y por ser tan comunes, no nos damos cuenta de su verdadero valor y del enorme bien que representan en nuestra vida. Nos quejamos por lo que no tenemos o por no poder alcanzar las metas que nos marcamos, pero jamás agradecemos los logros alcanzados y los bienes recibidos gracias a nuestro esfuerzo diario y que al lado de los muchos amigos y seres queridos logramos tener la fe, y la fuerza para superar los obstáculos más grandes y los sacrificios enormes que se puedan presentar. La fe, es claro, salva a muchos del terrible agujero y de la muerte, la fe, es claro, sirve para levantar a los seres más golpeados y machacados por la vida; la fe y el amor, el cariño, es lo que motiva la fuerza de la vida, son los grandes pequeños momentos lo que construyen la vida y la vida es una cuestión de pequeños detalles que se reciben con amor y con humildad, con inmenso cariño para el que da, y con gran agradecimiento, por el que recibe. Así se camina en la vida, ahora entiendo. Nunca es tarde para entender muchas de las cosas que nos son inexplicables. Basta un rayito de luz en el corazón. o el llanto de un ser querido, su sonrisa o su beso… o su pregunta…

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