lunes, 16 de mayo de 2016

El búfalo

Allá por el año de 1984, el Ejército llega al Rancho el BÚFALO, en el estado de Chihuahua y comienza a “destruir los extensos cultivos y las instalaciones” que servían a la CIA y al grupo de Guadalajara para producir en más de cientos de hectáreas la marihuana que se exportaba, con los acuerdos internacionales, a Estados Unidos, los operados de este proyecto eran sin duda Félix Gallardo, Rafael Caro Quintero, muchos políticos locales y nacionales, gentes y directivos de la DFS, sin duda, muchos ejecutivos de los cuerpos de seguridad y de la policía de caminos y muchas autoridades bancarias y financieras. La idea de tal producción masiva era de que hicieran lo que hicieran el consumo de marihuana en los Estados Unidos seguiría a la alza, existía ya una gran cantidad de adictos generados por los conflictos políticos y en especial, desde 1968, se había alentado a los grupos de las comunidades hippies y a los grupos de ex soldados a consumir marihuana, como una forma de calmar sus angustias y las secuelas dejadas por los conflictos armados. Recordemos que Nixon entendió que los enemigos más fuertes que tenía que enfrentar en el proceso electoral eran los jóvenes antibelicistas, las comunidades hippies y los negros que se resistían a ser carne de cañón en los conflictos bélicos, y él, era apoyado por toda la estructura económica y política operada por los dueños de las empresas y financieros de la economía de guerra, así que se mataban varios pájaros, por un lado, se podría implementar la guerra contra el narcotráfico generado un escándalo y produciendo miedo a la sociedad norteamericana para que se descalificaran a esos grupos y generar una política represiva que permitiera reprimirles seriamente y eliminarles de la actividad y de la vida política; se permitía controlar el flujo y las utilidades producidas por la producción y distribución de las drogas en Estados Unidos y tener una gran parte de las utilidades generadas para poderlas utilizar en alentar nuevos conflictos políticos que ayudaran a su lucha anticomunista y en la guerra fría, y sobre todo, alentar los conflictos bélicos fuera de la zona del continente y llevarla a otros lados, por ello, se alentó el conflicto de Irán utilizando el apoyo a los Contras en Nicaragua.
         El BÚFALO estaba entre los municipios de Jiménez y Camargo y en esa zona agrícola en plena producción “oficial” de marihuana, se utilizaron a más de cinco mil trabajadores agrícolas que se llevaban desde otras partes del país y se mantenían como una organización productiva de altos rendimientos en el país. Es claro que los ejidatarios y trabajadores agrícolas de la zona no se beneficiaron con nada de esto y tampoco con las enormes utilidades que se generaron en una explotación que algunos dicen era de veinte hectáreas y otros de muchas más, muchísimas más en la colonia El Búfalo de donde Caro Quintero, ahora liberado en forma sorpresiva, dicen, para volver al control de las rutas y de los grupos operativos del tráfico y producción de drogas en el país pretendiendo eliminar la guerra entre grupos y parar la violencia en el territorio, saltó a la fama mundial.
         Esa región quedó marcada, la producción de todo se perdió, nadie puede generar una actividad productiva, ya no hay siembras de algodón y menos de árboles frutales… esa región controlada por una determinación oficial pactada con los Estados Unidos jamás benefició a los habitantes de la región, los jodió para toda la vida. Cuando se realizó la Operación Pacífico se dice que, al destruir lo del rancho el Búfalo, se acabaron con más de diez mil toneladas de marihuana, pero al consultar con algunos actores del momento se me decía que lo que en realidad se quemó para la publicidad y los medios de comunicación eran las basuras, la verdadera producción de marihuana, la que tenía valor, esa se salvó y se vendió para el provecho de muchos políticos y funcionarios, para el beneficio de muchos policías y sobre todo, se canalizaron los recursos a los grupos empresariales y financieros que comenzaron a crecer de forma espectacular. Si bien señalan las crónicas, ahí comenzó el éxito económico de muchos empresarios, financieros y políticos, de muchos policías y agentes de seguridad que ahora son gentes del gran mundo de dinero. Curiosamente se hablaba del rancho el Búfalo como si fuera un lugar muy aislado, pero no, la realidad es que está situado a unos 15 kilómetros  del pueblo y todos sabían que cerca estaban instalaciones de la Policía de Caminos y de los policías que veían el intenso tráfico de camiones y de gentes. Controlar una producción tan grande ocupando entre cinco y diez mil gentes en la zona y en las instalaciones, no es cosa sencilla y requería de una enorme flujo de dinero y de alimentos, de material y de rotación de gentes, mantener la secrecía no era posible así que todos entendemos que la relación de protección eran muy alta y que si operaban los camiones hasta los Estados Unidos sin mayor problema es que, en verdad, también, desde aquel país, se propiciaban las operaciones y el manejo de los recursos financieros. Así que entiéndale a asunto. Y ¿cómo se descubrió el asunto?, dicen que cuando Enrique Camarena agente de la DEA, confrontado con los agentes de la DFS y de la CIA, protegido por la PJF, delató la ubicación del rancho, generó la tragedia que posteriormente se vivió con las consecuencias políticas de esto y la destrucción y encarcelamiento de toda una organización que permeó hasta el cuñado del ex presidente Luis Echeverría, y que hoy en día aún genera muchos conflictos nacionales e internacionales. Ocultar la verdad es cosa seria, pero hay va, poco a poco.

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