OBSERVANDO LOS MUCHOS MOVIMIENTOS QUE REALIZAN LOS CANDIDATOS a gobernador, diputados locales y presidencias municipales en varios de los estados del país, llegaron a mi mente lo vivido durante el final del gobierno de Luis Echeverría y en la sucesión y campaña de José López Portillo. La disputa se centraba en Mario Moya Palencia donde las fuerzas de todos los grupos políticos parecían coincidir. Ahí, recuerdo que en varias ocasiones que tuve la oportunidad de acudir a sus oficinas siempre se encontraban repletas de políticos, empresarios, profesionistas, banqueros, periodistas, la Secretaría de Gobernación parecía la antesala de la presidencia de la República. Muchos eran los que confiaban en que al llegar Mario Moya al que adornaban de mil maneras, poniéndolo por delante de cualquier otro político que pudiera disputar la presidencia, no ocultaba su carisma y sobre todo su inteligencia.
A don José López Portillo, lo recuerdo también en sus oficinas de la Secretaría de Hacienda, con ese porte deportivo y fresco, de cara sonriente y dando cuenta de que era un hombre de gran seguridad. En alguna ocasión cuando era un funcionario del Jurídico de la presidencia, estábamos con un funcionario, mi compadre Jorge Adalberto Luna y yo, cuando pasó a despedirse el maestro José López Portillo, alguno de los dos dijo que se veía el maestro de gran figura y fuerza y este, de inmediato, se sacó el saco y lo puso en una silla, arrimó otra y colocando las puntas de los pies sobre la silla se tendió al piso haciendo una serie de lagartijas que nos dejó asombrados a todos. Se despidió y recomendó hacer ejercicio. Mi queridísimo compadre dijo: “Qué bueno que el maestro no le da por el karate, sino es capaz de darnos una chinga”.
La siguiente vez que lo vi fue cuando le llevé una serie de muestras de latas de conservas que habíamos desarrollado en la Planta de Ojo Caliente Zacatecas, que estuviera parada muchos años y cuando llegamos a Fonafe la pusimos a funcionar gracias al talento de los Hermanos Tadín. Ellos, también pusieron funcionar, después, la planta enlatadora que estaba en esas mismas condiciones en Aguascalientes. Cuando nos llamó Don José López Portillo, era para reclamarnos porque esa planta que ya estaba funcionando, supuestamente pertenecía al grupo de las empresas rurales de Conasupo que manejaba Rubén Zuno, cuñado del presidente Echeverría, así que armado de valor le comente entre broma y broma que ni modo, la habíamos puesto a andar, que si bien antes me habían enviado a Lecumberri entre otras acusaciones por quemar camiones pues en esta ocasión me meterían por poner a funcionar plantas enlatadoras paradas de muchos años… se carcajeo y dándome una palmada me recomendó platicar con Rubén para que nos pusiéramos de acuerdo y se pusiera en operación la de Aguascalientes bajo su control.
Unos meses antes, el Secretario, había recorrido las empresas de Zacatecas que operábamos con FONAFE y de una forma u otra me tenía bien reconocido y me veía con simpatía por el esfuerzo que estábamos realizando en esas empresas ejidales. Así que cuando lo destaparon, yo acudí después del anuncio dado por el maestro Reyes Heroles a la Secretaría de Gobernación ya que tenía una buena amistad con don Mario, ya había salido, al otro día llegué como a las once y mi sorpresa fue de que estaba vacía la secretaría, solamente tres personas hacíamos antesala para saludarle. Se acabaron las cargadas y se fueron a Don José López Portillo. Cuando llegó con don Mario este me abrazó y me preguntó si había ido con el Licenciado López Portillo y le dije que no, que yo era simpatizante suyo no de López Portillo y me llevó a parte y me dijo que fuera a buscar al Arquitecto Pedro Ramírez Vázquez quién ya actuaba como Secretario de Prensa por parte del PRI. Al acudir con él maestro Pedro Ramírez Vázquez, este me llevó de inmediato ante el Licenciado López Portillo, después de esperar un rato a que terminará de recibir a las muchas comisiones que le llegaban a darle su “apoyo” en lo que se llama la “cargada”, salió y me saludo, solicitándome que no le apretara la mano que ya la traía hinchada de tanto apretón de manos de los “seguidores”, se quitó la camisa y le solicitó a un médico que le pusiera algo porque también estaba hinchado y amoratado y me comentó, como si nada, que también traía los dedos de los pies hechos garras de tanto pisotón… de pronto dejó lo que hacía y me dijo: “Qué milagro ¿ por qué no habías venido?. Le contesté que la verdad es que yo simpatizaba con Moya Palencia y el me comentó: “Pues yo también, pero ahora me vas a dar la mano”.
Esto lo cemento porque es realidad que las famosas “cargadas traen de cabeza a los candidatos”, de todos los partidos, ahora no solamente son los abrazos, los apapachos, los saludos, también son las fotos que con los teléfonos, cada uno se quiere tomar y me ha tocado observar que, por ejemplo, Alejandro Murat, tarda una eternidad porque a cada paso le van solicitando la foto con tal o cual gente que está en esa reunión, lo mismo sucede, comentan, con Pepe Toño o con Benjamín Robles o con Salomón Jara… en fin, son las cosas que deben aprender a superar, es su BAÑO DE PUEBLO…y a tener una estómago fuerte para todos los platillos que les invitan y aguantar a muchos oportunistas que aparecen… es, su baño de pueblo y, para muchos, la tragedia...
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