lunes, 28 de marzo de 2016

Tiempos de reflexión, no de pachanga

AHORA SÍ ENTRAMOS A LA ERA DEL CONSUMISMO: CON SU MISMO SUELDO; CON SU MISMO COCHE; CON SU MISMO GUARDARROPA; SON SU MISMO ESTADO DE JODIDEZ…
Los diez consejos para ahorrar tu dinero en Semana Santa: no gaste, no salgas, no compres, no viajes, no fiestas, no cine, no restaurante, no spa, no ropa, no fumes ni bebas…
         Según los cánones de la iglesia católica la Semana Santa es para reflexionar y no para andar de juerga y de vacaciones, no se vale hacer los sacrificios de llegar al hotel “cama aren” de la playa con toda la familia y no asistir a la iglesia a ver y recordar cómo Jesús dio su vida por la nuestra, de cómo en la primera votación democrática realizada en Jerusalén bajo la dirección de Poncio Pilatos, el pueblo judío se equivoca y declara culpable a Jesús y liberan a Barrabás, lo que indica que desde los tiempos inmemoriales la compra de votos es una constante en la democracia, sobre todo, cuando la controlan los sumos sacerdotes… todo lo hacen a su modo para que no se terminen los negocios y las prebendas que les sostienen en el poder.
         En realidad, cuando hacemos una reflexión sobre lo que sucede en la Semana Santa, donde los católicos prefieren andar en la juerga y en las vacaciones que en la oración y la reflexión, nos preguntamos las razones de esto y no hay duda de que cada día, la misma Iglesia, pierde adeptos o creyentes por el nulo comportamiento honesto y claro de los sacerdotes que se dedican mucho más a los negocios y andar en las relaciones públicas con el poder político, y realizando negocios como lo denunciamos en varios capítulos en la revista Quehacer Político, en el caso del obispo de Huejutla que hoy, en vez de ser investigado, es premiado, controlando la iglesia en Guerrero, donde sin duda alguna tendrá la oportunidad de realizar intensas negociaciones con los dementes y corruptos narcotraficantes que controlan la región y con los políticos corruptos y negligentes que controlan el estado, es su especialidad, y para eso de hacer y concretar negocios y dar trabajos a sus constructoras se pinta solo. En el caso de Oaxaca, así como en otras zonas, la corrupción del sacerdocio es enorme y con claros tintes políticos y con los claros negocios y protección a curas pederastas, de tal suerte que los fieles en vez de ver en los sacerdotes a los pastores, los ven ya como a los lobos cubiertos con piel de ovejas. Si anteriormente tenían confianza en los sacerdotes y dejaban ir a sus hijos a la doctrina y a que cubrieran sus servicios como acólitos, hoy en día, los padres de familia dudan dejarlos en manos o en las bajas pasiones de un puñado de curas que son protegidos por las altas jerarquías, en vez de condenarles por el daño que hacen a los niñso y jovencitos que caen en sus garras.
         Hace algunos años, al comentar con un Nuncio Apostólico amigo, que había llegado a realizar una visita a Oaxaca y algunos trabajos con la región, me confesaba que estaba sorprendido ya que un gran número de sacerdotes estaban en unión libre o casados, y que sin duda alguna esto estaba generando una gran crisis en la región, así que eso de los votos de pobreza y los de castidad se dejaban desde hace mucho en el olvido y son los primeros que se violan en muchos sitios. Algunas veces me pregunto, si muchos sacerdotes que andan metidos en la política y con las relaciones con los grupos políticos o con los grupos de poder, sabrán dar misa, o simplemente, hacen su labor para sostener las relaciones y canonjías con el poder, olvidando su verdadera vocación pastoral.
         Así, mientras que el algunos sitios vemos las torturas a las que se someten los fieles con un dogmatismo rayando en la idiotez, cuando se marchan descalzos golpeándose hasta sacarse sangre y lastimándose, cargando nopales en el frente y en la espalda, dándose de latigazos, pensamos si no sería mejor que dieran esos castigos a los sacerdotes que faltan a todos sus compromisos y votos para que se regrese no a los sistemas propios de la Santa Inquisición, de la que todos los grandes prelados alegan que se debe de olvidar, alegando que hay que perdonar, cuando ellos no perdonan ni limosnas ni negocios que son su constante en su vida pastoral…

         En algunos sitios, para mostrar su arrepentimiento por sus pecados, los participantes en las ceremonias llegan incluso a clavarse en la cruz, con tal de que les llegue la salvación y no hay poder humano que tenga algo de compasión ni hay sacerdote que lo impida como una verdadera tragedia y no como una celebración, y se siguen esas prácticas porque son favorables para los negocios que realizan algunos sacerdotes que explotan y manipulan a esos fieles dogmáticos y tontos que llegan a esos extremos. La labor de un buen sacerdote es generar el sentido del amor pregonado por Jesús, donde no hay esa represión y no se habla siquiera de diablos e infiernos, porque como se dan las cosa, el verdadero infierno lo vivimos a diario, sosteniendo a los políticos perversos y rateros y a los curas que les acompañan en esa visión de explotación y no de reflexión. Si la Semana Santa es para reflexionar es tiempo de que lo hagamos con toda valentía y claridad, y no con la perversidad y las mentiras que nos hacen ser enemigos entre los humanos y no hermanos como debería de ser…

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