viernes, 4 de marzo de 2016

Empresario sicario y sus guaruras

 CUANDO decimos no puedo ante cualquier reto de la vida, estamos deteniendo nuestro crecimiento y nuestro desarrollo emocional y espiritual, como con esa afirmación del no se nos niegan las osas y todas las bendiciones que podrían haber sido para nosotros. No se puede continuar con el que soy pobre y no tengo oportunidades, con el no tengo suerte o el que no me comprenden, los pretextos los debe dejar a un lado.
         Allá por el año de 1943, la señora ROMANA ACOSTA BAÑUELOS, una mexicana que solamente tenía 18 años tuvo que enfrentarse al abandono de su esposo y a crear a dos hijos, pero ella no se dobló, sacó la casta y determinó salir adelante enfilándose hacia los Estados Unidos, sin conocer el inglés, y con tan solo siete dólares en la bolsa. Como estas historias hay cientos en Estados Unido donde los expulsados por el hambre han salido adelante y han demostrado que con cualquier oportunidad pueden crecer y fomentar las empresas y el desarrollo de sus familias. Así, Romana Acosta Bañuelos, no quiso vivir de la caridad y tomó dos empleos, en uno fregaba platos y en el otro, hacía tortillas mexicanas, las de maíz, las nuestras, desde la media noche hasta la madrugada. Se puso a ahorrar y compró su propia máquina de tortillas para poner después una tienda de venta, después fueron dos, tres hasta formar una cadena que conformó la cadena: ALIMENTOS ROMANA, una de las empresas de comida mexicana más grande de Norteamérica.
         Ella no fue como los políticos y empresarios explotadores, no se olvidó de sus paisanos emigrantes que buscaban un mejor porvenir y creo su BANCO NACIONAL PANAMERICANO de los Ángeles, así avanzando se convirtió e la trigésima cuarta tesorera de E.U., apareciendo su firma en la moneda norteamericana. Ella saló de la marginación y de la pobreza pensando en grande y poniendo un enorme esfuerzo, talento y valor, mostrando sus habilidades y buscando siempre la capacitación y el bienestar de los demás. Un verdadero ejemplo a seguir.
         En cambio, vemos cómo un empresario poblano al que le sonreía la fortuna y entre sus muchas riquezas también gozaba del cuidado de guaruras, al ser asaltado en una de sus casas, en vez de buscar la denuncia y la atención de la policía en Puebla, no lo hace desconfiando del valor de las instituciones, sobre todo cuando entendemos que si fuera un “don nadie” como dice de algunas gentes, por supuesto que no tendría la posibilidad de ser escuchada su demanda, pero a los ricachones en Puebla se les atiende antes que nada, así son las instrucciones del gobernador y sabemos que él protege a los de su misma condición. Así, el empresario poblano, que no tuvo que pasar las de Caín como Romana, sino que la vida le sonrió y le brindo riquezas y poder, JORGE ADUNA VILLAVICENCIO, ordenó, así de simple se hacen justicia de propia mano los ricachones en el país, a sus guaruras, detener,  torturar y desaparecer a seis jóvenes que le habían asaltado en una de sus casas en la colonia Lomas de San Miguel. Sus guaruras obedientes y asesinos detuvieron, torturaron y descuartizaron a esos jóvenes, solamente porque ellos sostenían que eran los saltantes, sin saber en la realidad si eran o no los responsables.
         Este brutal asesino emanado de la gente rica del empresariado poblano no se tentó el corazón para mandar detener, torturar y despedazar a los seis jóvenes que él y sus guaruras, sostenían que eran los asaltantes. Romama ayudaba con su riqueza a los demás mexicanos emigrantes que buscaban una mejor forma de vida, pero este asesino, ni siquiera entiende  que es su obligación poner la denuncia de su robo y que permita a la autoridad hacer las investigaciones, si tiene dudas sobre la eficiencia de los policías y su investigación, tiene ahí a muchos guaruras que pueden estar al lado de esos policías, y supervisen los trabajos.

         El tener el dinero y la riqueza del empresario ADUNA VILLAVICENCIO no es razón para que se haga justicia de propia mano ,y se tiene que entender que se debe investiga mucho más sobre el comportamiento del empresario, porque seguramente, con este sistema eliminaba o asesinaba a muchos de sus enemigos o competidores. No hay duda de que el comportamiento de sus guaruras y de él, establecen en realidad una banda de delincuencia organizada que debió llevar, en su tiempo, muchos asesinatos y robos, porque este, seguramente, este asesinato en conjunto de seis jóvenes que al parecer no tenían nada con el robo que él señalaba, nuestra ese instinto asesino del empresario y de sus guaruras que se comportan como cualquier sicario de las bandas de asesinos que han mancado de sangre todo el país y de tumbas y dolor en miles de familias. En lo personal creo que eso de ser empresario solamente es una fachada para encubrir su verdadera profesión como delincuente y sicario. No se podrá negar que es “empresario”, lo más seguro, si investigan bien, es que forma parte de un grupo delictivo de alto nivel porque sus guaruras hacen exactamente lo que hacen los sicarios de los narcotraficantes, en todo el país. No se puede concebir otra cosa, así hacen sus ejecuciones los delincuentes y mafiosos que consideran que les faltaron el “respeto” y por tanto, cualquiera que él considere que puede ser el que violó esa norma de la mafia, es sentenciado a muerte, y en este caso, solamente se puede entender esa muerte masiva, si este “empresario” pertenece en realidad no al sector empresarial, sino a cualquiera de las bandas de delincuentes en el país. Recordemos que en Puebla se han detenido a a importantes mafiosos que consideraron vivir cómodamente en ese estado.

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