“EL TELÉFONO ES PARA NO HABLAR”.
Muchas veces hemos comentado en los artículos, entrevistas y libros aquella famosa anécdota de cuando una noche, Joaquín Hernández Galicia, “la Quina”, llamo a mi domicilio para platicarme de que acababan de hacer un atentado en contra de uno de sus dirigentes sindicales, Américo, sino mal recuerdo y que al abatirlo sus guardaespaldas, este sicario al final declaraba que eran por instrucciones de “Fernando”. Conociendo la relación con Don Fernando Gutiérrez Barrios y la misma por razones periodísticas con “la Quina”, este, sin más, me platicaba lo ocurrido. Como era ya muy noche y no teniendo más obligación y sueño, me dormí. Al día siguiente, muy temprano, me llamó desde Jalapa el secretario de Don Fernando Gutiérrez Barrios para preguntarme si me había llamado “la Quina” y al afirmarlo, me dijo que por qué razón no me había comunicado. Le contesté que yo era amigo de los dos, pero no trabajaba para ninguno… más sereno me solicitó que si podía ir a ver a Don Fernando que en aquel tiempo era gobernador en Veracruz. Me trasladé y me solicitó que hablara con Hernández Galicia y le dijera que él no tenía nada que ver con ese enredo y que seguramente era una vendetta entre sus propias gentes, así lo hice y la “Quina” entendió. Al final de la plática, le pregunté a Don Fernando de que a quién estaban interviniendo los teléfonos, si a Hernández Galicia o a mí, su respuesta era contundente: “Sócrates, recuerde que los teléfonos solamente sirven para hacer citas o enviar mensajes, no son para hablar…”
Desde hace muchos años, los servicios de “inteligencia” o de espionaje que así se deberían llamar, utilizan las comunicaciones para mantenerse “informados” sobre las relaciones o las actividades de las gentes que ellos consideran importantes o bien posibles delincuentes o “extremistas” o simplemente políticos o periodistas con los que hacemos muchas relaciones de diferentes tipos. Esto es claro, hasta para los delincuentes, sobre todo cuando como en el caso de Joaquín Guzmán Loera, el otro Joaquín, saben que eran vigilados y perseguidos, pero la ambición, el ego y la calentura les ganó y como decían los viejos: “Cuando Dios te quiere joder, te llena de soberbia” y la soberbia llevó a Joaquín, a los dos, al desbarrancadero y a la cárcel.
A los jóvenes les encanta al igual que a los viejos y a los políticos y funcionarios públicos mostrase no como son sino como quieren que los demás los vean y para ello presumen sitios a donde comen, sitios a donde van, qué compran, cómo lo compran, en fin, exhiben sus lujos y no faltan fotos donde aparecen al lado de casas súper hermosas aparentando que son de ellos o de vehículos o de mujeres o chavos como si mantuvieran una relación. Así, por este mecanismo, la misma delincuencia toma los datos y las relaciones para en un momento robarles o secuestrarles, y las policías o los espías de los “cuerpos de seguridad”, también utilizan esas redes para joder al que quieren o deben joder.
La realidad es que no existe respeto a la privacidad, las mismas autoridades financieras utilizan esas fuentes de información para ver quién está gastando de más y dónde, para ver si al comparar sus ingresos con sus egresos ellos están pagando adecuadamente sus impuestos. Esto es así en contra de todos, los que se salvan son los verdaderos delincuentes, y por ejemplo, ahora después de que “El Chapo” presume ante la actriz y ante el gringo Penn que él cuenta con flotas de barcos, casas de cambios, bancos, submarinos, empresas, etcétera, es cuando los fiscales financieros empiezan a buscar en dónde en realidad está su inmensa fortuna porque lo que después de años de persecución y cárcel solamente le han quitado algunas casas, relojes y armas o joyas, pero nada importante, la estructura financiera sigue intacta, y lo más grave es que en ella, sin duda alguna, están ligados muchos empresarios, financieros, políticos funcionarios y con ellos se esconden esos recursos que, finalmente, son los que operan las acciones de todo el sistema en la delincuencia organizada. Que no nos vengan con cuentos de que se buscan otras relaciones cuando todos sabemos que no podrían actuar si no tuvieran la protección y la impunidad de los grupos de “inteligencia” o de la policía, que no podrían tener y manejar esos miles de millones de dólares si no tuvieran a su lado como socios o como cómplices a muchos empresarios, comerciantes, financieros y políticos y funcionarios. Por tal motivo la gente común, cuando ve todo el espectáculo, tienen sus reservas, no creen, simplemente porque la experiencia les ha mostrado que hay muchas relaciones de complicidad con los que están y gozan del poder y cuando se habla de que se actuará en su contra señalan que, como Santo Tomás: hasta no ver no creer.
Muchos rumores de su primera fuga, algunos, donde se ligaron a los más importantes funcionarios y al mismo Vicente Fox, en la segunda, también hay rumores y especulaciones pero no aclaraciones ni respuestas reales… a lo mejor son asuntos de seguridad nacional y el secreto encubre muchos asuntos turbios y a muchos personajes que los operan. Por lo pronto, Osorio Chong, ya mostró que no tiene nada que ocultar…
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