viernes, 4 de marzo de 2016

Exilio por hambre y exilio por corrupción

CUANDO hago algún artículo tengo presente que debe servir, que debe mover conciencias, que debe motivar la reflexión y es claro que también me equivoco, que en ocasiones me puede ganar la pasión a pesar de mi edad donde debería no dejarla aflorar, pero seguramente a pesar de mi edad y de mi experiencia, 72 años, para algunos podrían no ser nada, esa pasión por las cosas, por la vida, por el estudio, por luchar en contra de lo que me parece injusto, deformado, corrupto, es la que me mantiene en actividad y en vida. He estado escribiendo algunos artículos sobre los graves, gravísimos problemas y conflictos generados en la actual administración, ineficiente y corrupta, que opera en la UABJO, dando datos, y tengo muchos más para demostrar los robos, las transas, las corruptelas, los amiguismos y los compadrazgos que son los que han degenerado en lo que actualmente es esa institución: donde un grupo de porros y de mafiosos son los que controlan y se roban los recursos que deberían de servir para montar una gran universidad que formara a los mejores estudiantes y no permitiera que, por la corrupción y el porrismo, se llene de mediocridad y degeneren las intenciones en el estudio cuando se cobra por entrar y se venden las calificaciones para que, con ellas, se continúen manteniendo en el poder los bandoleros que la explotan. Así las cosas, un padre de familia me hizo el enorme favor de enviarme un mensaje y al comunicarme con él, me di cuenta de otro de los males que generan los porros y los mafiosos en el poder: obligan a que miles de jóvenes oaxaqueños tengan que emigrar a otros sitios para poder estudiar, generando gastos mayores a sus familias y provocando que en muchos meses los padres y los hijos solamente se puedan llamar de vez en cuando y platicar entre ellos, en la distancia y en las angustias, en las limitaciones económicas, los resultados de las experiencias en el estudio.
         En este caso, me comentaba el amigo que me habló, que uno de sus hijos está becado en una de las universidades jesuitas fuera del estado, otros más, oaxaqueños inteligentes y bien nacidos, también tuvieron que emigrar, y muchos, gracias a la bondad de esa institución, logran continuar sus estudios en varios países gracias a su capacidad y excelencia académica y formativa que lograron, algunos, en Brasil y otros en Chile y muchos más en los diferentes campus que los jesuitas tienen en el país, y con total y justa razón me reclamaban: “por qué continuar hablando de la UABJO, de sus problemas y corruptelas, y no se habla del enorme esfuerzo que hacen nuestras familias y las instituciones que nos tienen becados, y nuestro propio esfuerzo y capacidad lejos de nuestros seres queridos. De nosotros no se comenta y se debería comentar, reclamaban, porque somos un ejemplo de que cuando se quiere se puede y que solamente hay que dedicarse a estudiar con seriedad y mostrar la capacidad en las calificaciones y, cuando uno quiere, siempre aparece alguna mano amiga o alguna institución que te permite continuar los estudios en vez de mantenernos en la frustración y en el resentimiento”.
         En verdad se me cerraba la garganta y quería llorar de indignación, porque eso, esto que pasa en cientos de familias oaxaqueñas, no debería de pasar y el gobierno no debería mantener y sostener a los corruptos y a los porros con el cuento de qué se debe mantener en paz la Universidad y que es mejor mantener ese porrismo y esa corrupción a que los jóvenes se den cuenta de lo que en realidad sucede en su entidad y demanden y protesten. La juventud es demandante y protestataria, finalmente, lejos, fuera de su entorno familiar, generando mucho más esfuerzo que los mediocres y porros para continuar sus estudios por medio de la información y la comunicación saben lo que sucede en su amado y lejano estado, saben lo que se debe de hacer para cambiar lo que hoy es un verdadero chiquero, y tan lo saben que, ahora, se esfuerzan más por capacitarse y prepararse en cada una de las especialidades que escogieron y seguramente, un día, retornarán a Oaxaca, como grandes y valiosos agentes del cambio y para el cambio.

         Los bandoleros que hoy controlan la UABJO deben saber que sus días se van acortando, que no importa que hoy gocen de la protección y de la impunidad que les brinda estar cerca del poder, garantizando que la universidad se mantendrá en paz a pesar de que día a día la lleva al despeñadero y a la mediocridad. Quién de los oaxaqueños que ahora conoce lo que sucede en esa institución confiaría sus bienes o sus vidas en los egresados sabiendo que con un “feria” se pueden cambiar las calificaciones y si quiere no asistir, con otra más y el apoyo de los porros y de algunos maestros amafiados, podrá alcanzar su título, pero, olvidan que están traicionando a su pueblo y a su familia, olvidan que no es el papel el que hace y garantiza al buen profesionista, es el conocimiento adquirido y el esfuerzo serio y honesto en el estudio, por esa razón, ahora que me han llamado la atención sobre el tema de los cientos de becarios que tuvieron que salir de Oaxaca, porque no pueden ingresar o no confían en la institución que debería ser el ejemplo y que no se prestaron a las corruptelas y a las amenazas, ahora, muestran que pueden estar en otras instituciones y que pronto regresarán para ser los nuevos y valientes hombres del cambio, para un nuevo Oaxaca, el que nos merecemos todos. Sí también hay que recordarlos con cariño y emoción, que sepan que les reconocemos su esfuerzo a ellos, a sus familias y a las instituciones que les han becado.

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