viernes, 4 de marzo de 2016

¿Cuarto poder? Relaciones peligrosas

A DIEZ AÑOS DE PASTA DE CONCHOS NO HAY JUSTICIA, SIGUEN ENTERRADOS EN LAS MINAS QUE DEJAN A MULTIMILONARIOS EN PREMIOS DEL SENADO.
         MUCHO SE HABLA HOY EN DÍA SOBRE LA IMPUNIDAD DE LA QUE GOZAN ALGUNOS DIRECTORES DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN, que no se confunda, los periodistas, reporteros, fotógrafos, comentaristas no tienen esa ventaja de la que gozan los dueños, ahí, tenemos el mejor ejemplo cuando volteamos a Veracruz, donde muchos compañeros reporteros han sido brutalmente asesinados, amagados, perseguidos, desaparecidos, muchos, por la acción criminal de políticos ligados con los grupos de la delincuencia, otros, por la misma delincuencia, y sin duda, todos, gracias a la impunidad y al abandono que tenemos en los medios de información. Se habla “del Cuarto Poder”, y en plan de broma, muchos, decimos que somos  “el poder sin cuarto”.
         Sin duda la relación entre dueños y políticos se ha confundido de tal suerte que en los medios de información ya no les interesa ni la información ni el contenido, sino la sumisión y el tratar con pinzas a los hombres del poder y del dinero, con los que se hacen los tratos y las negociaciones para que, el medio subsista. Así, en esa perversión de intereses y de ocultamiento de la información clara y veraz que protege las malas acciones y los modos y corruptelas de los poderosos, la relación entre dueños y políticos o empresarios ha sido bastante deformada y perversa, de tal suerte que, se ha dejado a un lado la verdadera información y el análisis para vender, no solamente la publicidad sino también el criterio y la calidad moral. De ahí el famoso poder de unos cuántos que se supone es de todos, cuando no es así. El poder de los medios es de los dueños y éstos tienen tanto que son los que controlan a los comunicadores, reporteros y analistas, de tal suerte que, cuando no convienen a los intereses del que paga, porque manda, dejan de publicar la información o las notas, e incluso, corren a los comunicadores para continuar con esa relación de impunidad y de complicidad que se genera entre dueños, políticos o empresarios.

         A lo largo de un trabajo continuado de cincuenta años en los medios de comunicación, escritos, radiofónicos, televisivos, he entendido esa relación perversa, la entiendo pero no la acepto, y esto ha generado constantes roces entre dueños y su servidor, de tal forma que siempre termino en la lona y pierdo la posibilidad de imponer  mi criterio en el medio. Muchos dueños alegan que su misión es de conservar la “empresa”, de cuidar sus sanas finanzas que permitan continuar prestando la posibilidad de que muchos sigan trabajando, y en parte es cierto, pero no todo es verdad. Los medios en la actualidad sirven como llaves para abrir puertas en negocios y en intereses o bien para proteger los negocios o los intereses de algún grupo empresarial o político, no sirve para proteger los intereses de los trabajadores del medio. Así que digan lo que digan cuando se ven casos como el “señor me la pelas” tenemos que entender que, efectivamente, ellos, gozan de protección al más alto nivel porque así ellos han protegido y ocultado muchas de las perradas y corruptelas, negocios o complicidades de los empresarios, banqueros o políticos, e incluso, de los que al pagar sostienen el medio o lo manejan en la realidad. Esto es en el mejor de los casos, en otros, los medios se convierten en medios para el chantaje y el asalto; con la información lograda por los investigadores o reporteros en muchos medios se usa mucho el que se llama al afectado o descubierto en sus transas, negocios o corruptelas, y los dueños o los directores son los que hablan con ellos para mantener en silencio esa información o para darla a conocer en escandalosa promoción ante la “opinión pública” así que, se vende o se compra el silencio y la discreción. Esto, es constante, de tal suerte que el ejemplo cunde hasta en los reporteros y algunos se dedican a hacer esa labor de chantaje o de cobros de favores con los políticos, empresarios y banqueros de tal suerte que así, la labor del medio y de los comunicadores, se viene desprestigiando y corrompiendo, perdemos credibilidad y confianza, es por esa razón que en vez de ser un poder para atender las denuncias ciudadanas nos convertimos en unos cínicos cobradores de favores para ocultar lo que, en la labor del periodismo se va descubriendo y que, si se hicieran las denuncias, en vedad servirían para que se fueran corrigiendo muchas desviaciones del poder político o empresarial y entonces sí, nuestra labor, sería no solamente respaldada por la sociedad sino aceptada, creíble y de confianza, haciendo de nuestra labor una labor real que nos deja satisfacción y buenos resultados, no como en muchos casos lo viven muchos compañeros, de ser los medios para descubrir las trácalas y las corruptelas o las injusticias y de ver cómo, con esa información, algunos directivos y dueños consiguen los favores de los poderosos, de tal suerte que “se las pelan”… así, no es la labor del medio ni del periodista, así no es la responsabilidad ni la satisfacción del deber cumplido, sino que eso nos debe generar vergüenza y daño moral a todos no importando que solamente sean unos cuántos los que se deformen en el medio, porque, uno, nos contamina a todos…

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