viernes, 4 de marzo de 2016

Los que pasaron cosas fuertes

  “DEDICADO A TODOS LOS QUE PASARON COSAS FUERTES”
“Conserva lo que tienes. Olvida lo que te duele… lucha por los que quieres… valora lo que posees… perdona a los que te hieren y disfruta a los que te aman. Nos pasamos la vida esperando que pase algo… y lo único que pasa es la vida. No entendemos el valor de los momentos, hasta que se han convertido en recuerdos. Por eso… haz lo que quieras hacer, antes de que se convierta en lo que te “gustaría” haber hecho. No hagas de tu vida un borrador, tal vez no tengas tiempo de pasarlo en limpio…” “la poesía del corazón” ”. Esta bella reflexión me la envió una gente a la que le tengo un infinito agradecimiento no solo por su afecto y solidaridad, sino por su enseñanza permanente para convertirnos en seres solidarios con los que amamos y con los amigos. Con hechos y realidades no con simples palabras, este ser humano maravillo es: Raúl Saide, quién nos da siempre motivos para entender la vida y para confiar en las buenas acciones y tener esperanzas. Gracias, mil gracias a su labor y a su familia.
         Sin duda, muchas ocasiones nos quejamos por los pequeños problemas, nos angustiamos porque no pudimos comprar los zapatos que queríamos porque no nos alcanzó el dinero y esto nos mantiene molestos y deprimidos, cuando no nos damos cuenta de que a lo mejor gozamos, cuando menos, de salud, alegría, un techo, comodidades y alimentos mientras otros más no tienen piernas y andan gozando de la vida porque no se dejan abatir por esas cosas materiales y dan gracias por lo que tienen en ese momento. Esas son las pequeñas grandes enseñanzas de la vida. La humildad y la serenidad, la esperanza y la tranquilidad mediante la confianza de que todo llegará a su tiempo. Estoy convencido de que: “cuando Dios te quiere dar una enorme lección, te llena de soberbia, y de pronto, al perder el piso, caemos y nos lamentamos por ello sin entender que todo es culpa de lo que hemos hecho y de lo que no sabemos comprender.
         Raúl, a lo largo de muchos años nos ha dado muestras de esa entereza ante los avatares y los desajustes, no se piense que su vida ha sido fácil, no, claro que no, ha tenido momentos muy duros y angustiantes y sin embrago ha tenido siempre la sonrisa a flor de piel y la mano solidaria con un gesto de afecto y comprensión, así formó a su familia y así tienen ese comportamiento todos, y esto muestra que, los ejemplos, dan más valor que las palabras.
         Sin duda mí estimado amigo y hermano también llora en el silencio de la noche y hace su oración solicitando ayuda y visión. La luz no solo llega porque sí, hay que buscar la iluminación y en este sentido es bien importante mantener el buen humor. Hace muchas noches que quería escribir algo parecido a lo que en este momento hago, pero de pronto buscaba ideas más firmes que dieran la idea de lo que en realidad sentimos en el agradecimiento y en las muestras de su solidaridad. Cuando hago algunos recuerdos sobre estas sus acciones me conmuevo tanto que salen las lágrimas y se cierra la garganta y eso provoca angustia, pero hay que ver la realidad y esa es la realidad, y cuando se quieren decir las cosas que se sienten, solamente hay que dejar que los dedos corran por la computadora y se vayan construyendo las ideas que den idea de los sentimientos, y eso es lo que hacemos ahora. ¡Gracias Raúl a ti y a toda tu familia! Lo digo de corazón, sabiendo cada día y cada momento el enorme agradecimiento que les debo y de lo mucho que me han ayudado. Son como una enorme bendición que uno debe reconocer y dar gracias a Dios de que existan los milagros.
         Uno pensaría que es necesario verse diario o estar cerca de los que hacen esos milagros y no es verdad, solamente basta la buena fe y la esperanza y todo funciona y se alinea en el Universo. En alguna ocasión comentando de cosas alegres, decíamos que deberíamos ponerle veladoras a uno de sus cuñados por aguantarles a todos, pero la verdad es que, pensándolo bien, debemos pensar en poner la luz de las velas cada día para que se mantengan esas almas maravillosas que existen en el mundo y que dan fe de que lo bueno es bueno y de que vale la pena apostarle a esto en la vida.

         La vida, después de muchos avatares y golpes, me ha permito alcanzar a ver que también hay esos momentos de felicidad y que éstos son para dar gracias por todo lo que tenemos y por todo lo que se nos permite vivir. Por eso, cuando leía el mensaje que me enviaba Raúl, se me salieron las lágrimas y  como si algo saliera de mi interior supe que debía agradecer a la vida y a mi amigo y su familia lo mucho que me han apoyado y la gran ayuda que han representado en mantener a mi familia y a los que en verdad amo tanto. No nos debe dar vergüenza que nos vean llorar o decir lo que sentimos, para eso se nos dieron sentimientos y lágrimas y alegrías y sonrisas o tristezas y esperanza y confianza y fe. Qué bueno que un simple pensamiento genera y da rienda suelta a lo que desde hace mucho queremos decirles a nuestros seres a los que debemos agradecer y dar gracias por su existencia. Gracias, en verdad, mil gracias.

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