Tal parece que la famosa
tregua pactada entre la comisión de Mediación y el EPR está a punto de terminar,
porque no se han obtenido resultados sobre algunos temas, como el de la
desaparición forzada de los militantes eperristas Gabriel Alberto Cruz y Edmundo
Reyes Amaya, desaparecidos por fuerzas de seguridad en el Estado de
Oaxaca.
Como recordamos, esta Comisión de Mediación
establecida en el gobierno de Calderón, tuvo como misión pactar una tregua y que
se terminaran las acciones de guerra decretadas por el EPR, donde se dieron los
atentados del 5 de julio, cuando se explotaron varios tramos de los ductos de
PEMEX en el año 2007.
Lo que parece no dejar de acontecer es la
política de eliminación de cuadros guerrilleros en una forma selectiva, por
medio de acciones encubiertas en la famosa guerra contra el narcotráfico, de tal
suerte que ahora se señala por los grupos de la guerrilla que en el actual
gobierno se han desaparecido a más militantes y guerrilleros que en la etapa de
la Guerra Sucia, de tal suerte que hay una recomposición de los
cuadros y también una revisión de las acciones que se pueden generalizar en caso
de que no se logre una nueva tregua pactada con el nuevo gobierno de Enrique
Peña Nieto.
Lo que no se pude negar es que en este marco de
acciones en contra de la guerra del narcotráfico, emprendida por Calderón, se
han usado los instrumentos de represión en contra de grupos sociales y políticos
contrarios al gobierno de derecha y es así que no se puede negar la reacción de
contraofensiva que se espera en los próximos meses o semanas en caso de no
pactarse una nueva tregua con la comisión de Mediación. Ahí, radicará la
confianza y la experiencia de los negociadores de Peña Nieto, ya que no hay duda
de que cuentan con experiencia y con la confianza del nuevo presidente para
hacer tal tarea, Jesús Murillo Caram, tiene una larga experiencia
en tales temas, desde que fuera funcionario de primer nivel en la Secretaría de
la Reforma Agraria, donde logró desactivar muchas zonas de conflicto con los
grupos de oposición en muchas zonas del país, incluyendo los conflictos agrarios
que se habían salido de control en Oaxaca en los tiempos del gobierno del
General Eliseo Jiménez Ruíz y de Pedro Vázquez Colmenares.
Hoy, ante la proximidad de los procesos
electorales en Oaxaca, se podrían generar conflictos mayores, ya que no se podrá
negar la influencia y el apoyo popular que cuenta el EPR en muchas regiones del
Estado y de que existe un claro descontrol y falta de atención a muchos
conflictos agrarios en los 570 municipios de la entidad que no han tenido ni
investigaciones, tratos ni negociaciones y soluciones a los mimos, solamente, se
han recibido acciones represivas, donde los intereses de los caciques locales y
de los grupos políticos han aumentado no solamente la violencia sino el número
de conflictos y de asesinatos en la región. Así que un buen trabajo espera a los
nuevos operadores políticos de Peña Nieto, si pretende eliminar la presión
violenta que afecta a muchas regiones en el país…
La revisión sobre los
temas de la violencia no solamente deben incluir los temas propios generados por
la inadecuada política y estrategia aplicada por Felipe Calderón, donde se
privilegió la acción represiva y violencia aún afectando los derechos y
garantías de los mexicanos, donde se genera la violencia de tal suerte que
lamentamos hoy en día el asesinato de más de 80 mil mexicanos, miles de
desaparecidos, miles de desplazados, miles de huérfanos y viudas, miles de
heridos y mutilados, un recuento que podría ser propio de una guerra de baja o
alta intensidad, como las que se han llevado en Centro América o en Irak o Irán.
Solamente, para que nos demos una idea de la magnitud del conflicto, recordemos
que en la Guerra Cristera se murieron 0chenta mil mexicanos de ambos lados; en
la dictadura argentina que duró diez años en la represión considerada la más
violenta de América, se registran la muerte de 30 mil argentinos, y en la
explosión de la bomba atómica de Hiroshima, mueren, ochenta mil japoneses. Hoy,
en México, no se pude presumir que con el baño de sangre se mejoró la seguridad
a pesar de los sentimientos aportados por los comunicadores que señalan, al lado
del General colombiano, Naranjo, que los muertos no son culpa de Calderón,
olvidando o tratando de olvidar que, cualquier muerte, en una guerra como la
actual, es responsabilidad de las instrucciones y órdenes generadas por el
Comandante Supremo de las fuerzas armadas como lo es Felipe
Calderón.
Aunado a lo anterior se tiene que resolver y
cuantificar el número de “desaparecidos” en este sexenio ya que en éstos, están
muchos luchadores sociales que quieran o no reconocer los funcionarios y
policías del régimen actual ,fueron liquidados aprovechando la “guerra contra el
narcotráfico” ya que se podían considerar como “daños Colaterales”, como cientos
de inocentes que fueron liquidados por las ineficiencias o las complicidades de
policías y delincuentes en las confrontaciones que se realizaron para justificar
la acción represiva en muchos sitios del país, sobre todo ,cuando nos dimos
cuenta que por medio de su complacencia, los funcionarios y espías
norteamericanos, lograron transportar, contrabandear, reglar, vender, miles de
armas a los grupos del narcotráfico para aumentar el nivel represivo en muchas
regiones y alentar las confrontaciones entre grupos de la policía o de la misma
delincuencia, para generar tal estado de terror y de horror, que justificara la
acción represiva implementada en muchos sitios en el país y que se permitiera,
con tal pretexto, que los espías y agentes gringos, controlaran muchos de los
centros de seguridad y a sus jefes, para que ellos tuvieran el control de toda
la seguridad en México. Así, el gobierno, con una política entreguista y de
apoyo a tales acciones, permitió en la realidad que esos grupos de agentes
norteamericanos hoy en día, no solamente controlen los equipos de seguridad
pública y nacional, sino, también ,marquen la agenda política nacional que debe
operar la presidencia en este país…por esas y otras razones, donde impera la
corrupción y la ineficiencia en los equipos de seguridad, se realizan los
cambios y las propuestas para eliminar algunos grupos que son estrechamente
controlados por los norteamericanos y por los mismos delincuentes a los que
supuestamente combatirían… por ello Chong, Murillo y José Antonio González
Fernández, están trabajando en la modificación de los cuerpos de seguridad y
justicia en el país, ya que urgen no solo las reformas, sino alcanzar el control
a nivel nacional para beneficio de los mexicanos, no para el aprovechamiento de
la política norteamericana, sin dejar de mantener una estrecha colaboración,
más no sometimiento….
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