Decía Martin Luther King:
“No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos,
de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los
buenos.”
Hemos venido hablando del libro escrito por un
ex miembro de la Mafia, Louis Ferrante, “APRENDA DE LA MAFIA PARA
ALCANZAR EL ÉXITO EN SU EMPRESA (LEGAL)”, Y EXPLICÁBAMOS QUE LAS TÉCNICAS Y LOS
MÉTODOS USADOS EN LOS NEGOCIOS “LEGALES” ,usados por los políticos, empresarios,
funcionarios, banqueros, policías, son similares y que, muchas de las veces,
tienen su origen en esas prácticas ilegales, hasta que se dan cuenta que lo
mejor es legalizarlas y, por ello, vemos las similitudes y, lo preocupante, es
que viéndolas, “el silencio de los buenos” es lo que hace posible que se
mimeticen en contra de los demás.
Ferrante explica en su libro: “ La Mafia no se
introdujo a la fuerza en la Ciudad del Vaticano, pero supervisó las finanzas de
la Iglesia Católica en 1971. Su rentable administración terminó en 1978, después
de la sospechosa muerte del Papa”
“El presidente Jimmy Carter nombró sin darse
cuenta al reputado capo Gambino Anthony Scotto como candidato al puesto de
secretario de trabajo. El secretario de trabajo de Ronald Reagan, Ray Donovan,
fue absuelto en un juicio que lo vinculaba a la familia Genovese de Nueva York.
No estoy seguro de que Reagan se diese cuenta de lo muy cerca que estaba de la
verdad cuando dijo: “En la actualidad, el poder del crimen organizado se ha
introducido en todos los segmentos de nuestra sociedad”.
Hoy en día se han escuchado muchos susurros y
comentarios sobre la participación del crimen organizado en los procesos
electorales y, en algunos casos, se tienen evidencias de que algunos presidentes
municipales, gobernadores, diputados, senadores, funcionarios, líderes
empresariales y obreros, policías, han alcanzado los puestos, gracias a los
apoyos y a los financiamientos que se han logrado obtener por medio de esos
recursos provenientes de las mafias locales o nacionales y es lógico que ante
esto, se hagan muchos escándalos, pero todos encaminados a desviar la atención
sobre los verdaderos responsables y sobre los que en verdad están metidos en
este complejo tejido de complicidades y sociedades, entre la política y el
crimen organizado. Bueno, hoy en día, se utilizan como mecanismos de
financiamiento a los propios banqueros o especuladores financieros que, al lado
de los funcionarios encargados de “lavar los recursos”, logran imponer a sus
hombres en los puestos claves para continuar con el saqueo de los recursos o
imponer el manejo de los recursos y de las obras a los grupos empresariales o
financieros que les son leales y sostienen en el poder, por medio de los grandes
recursos financieros, porque, no hay duda: “Político pobre, es un pobre
político” y, hoy en día, se requieren muchos fondos para estar en el poder o
para llegar a los puestos claves, si lo duda, intente hacerlo solamente con su
experiencia y con su voluntad, no llegará muy lejos, porque será derrotado por
los mediocres y oportunistas que les sirven a los mafiosos y a los del poder…
esa es la triste realidad.
Y DICE LOUIS FERRANTE: “Si prescindimos de
nuestros perjuicios, descubriremos que los mafiosos exitosos no son muy
diferentes de los empresarios de élite o los líderes políticos. La Mafia
comparte la misma estructura de poder que cualquier gobierno o
corporación, además de que se necesita de la misma astucia para ascender en la
escala de las tres organizaciones. Muchos puestos claves gubernamentales están
ocupados por personas que han logrado un éxito corporativo; su transición al
gobierno les ha visto allanada porque las cualidades esenciales para el éxito,
una vez que se conocen y se logran, se puede aplicar en cualquier
campo”
Y son tan similares los métodos y la historia
de las fortunas que, en su libro, MI CONFESIÓN, que es la autobiografía de Lev
Tolstói, autor de la “Guerra y la Paz”, escribe: “He matado… he perdido a las
cartas…. He fornicado con mujeres libertinas y he engañado. Mi
vida ha sido mentir, robar, cometer adulterio de todas las clases, borracheras,
violencia, asesinato, he cometido toda clase de delitos, no me falta ninguno”. Y
efectivamente, si no conociéramos a su autor, pensaríamos que es una confesión
de algún mafioso.
“El capo Colombo Thomas Petrizzo dejó la
escuela a los dieciséis años. Fracasó en todos los intentos empresariales que
emprendió hasta cumplir los cuarenta. Sin embargo, para entonces había adquirido
la suficiente sabiduría popular para logar el éxito en cualquier negocio,
dedicándose posteriormente a suministrar acero a los más grandes proyectos de
construcción y ganando más de cincuenta millones de dólares al año. Cuando
Petrizzo fue arrestado por pertenecer al crimen organizado, sus colegas de la
industria del acero se quedaron perplejos”
“Uno de los principales ejecutivos del acero de
la nación comentó: “Petrizzo ha sido uno de los hombres más sinceros y honestos
que he conocido en mi vida empresarial; sus servicios y su palabra eran
ley”
“Su palabra es ley” es una frase típica
utilizada por la Mafia siempre que se responde por alguien o se habla de su
forma de actuar. Cualquiera que obtenga esa calificación tan sobresaliente
inevitablemente alcanzará la prosperidad”. En la política, en la administración
pública y privada, en las finanzas, en los negocios sucios y los legales, en el
juego, en la policía y sus corruptelas, en las complicidades, la fuerza del
valor de la palabra es vital y es por ello que, se dice, comúnmente: “En lo
chueco hay que ser más derechos” y la palabra es la que vale en ese mundo, como
en el mundo de los grandes negocios no hay documentos ni contratos, hay la
existencia de la confianza y de la palabra de los involucrados, por esa razón,
encontrar pruebas para consignar a los delincuentes ilegales o legales no es
sencillo, porque todo se hace en ese campo. Siempre se hacen ofertas que no se
pueden rechazar, avaladas por la palabra y por la confianza, si no se cumplen,
se termina la carrera política o del servicio o, se termina con la vida… o hay
muertes civiles que no vuelven a levantar cabeza o la pierde en la realidad… es
así como en la política y los negocios se habla de la confianza y de la
discreción, como son cosas que no se deben de conocer, se tienen que hacer en el
secreto o en la absoluta discreción, por algo decía un jefe mafioso: “No digas
lo que haz hecho porque con eso te joden, no hables de lo que vas a hacer,
porque se te adelantan”… mejor, hazte pendejo, hasta que crean que no vas a
hacer nada y esto, es lo que se hace en la política y por los políticos… igual
que en la Mafia y con los mafiosos… como vemos, su sangre, “también tiñe de
rojo”… véanos en el programa Voces del canal 95, de cable, lunes y viernes a las
7pm.
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