martes, 6 de noviembre de 2012

La mafia y el poder IV


Decía Martin Luther King: “No me preocupa el grito de los violentos, de los corruptos, de los deshonestos, de los sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos.”
         Hemos venido hablando del libro escrito por un ex miembro de la Mafia,  Louis Ferrante, “APRENDA DE LA MAFIA PARA ALCANZAR EL ÉXITO EN SU EMPRESA (LEGAL)”, Y EXPLICÁBAMOS QUE LAS TÉCNICAS Y LOS MÉTODOS USADOS EN LOS NEGOCIOS “LEGALES” ,usados por los políticos, empresarios, funcionarios, banqueros, policías, son similares y que, muchas de las veces, tienen su origen en esas prácticas ilegales, hasta que se dan cuenta que lo mejor es legalizarlas y, por ello, vemos las similitudes y, lo preocupante, es que viéndolas, “el silencio de los buenos” es lo que hace posible que se mimeticen en contra de los demás.
         Ferrante explica en su libro: “ La Mafia no se introdujo a la fuerza en la Ciudad del Vaticano, pero supervisó las finanzas de la Iglesia Católica en 1971. Su rentable administración terminó en 1978, después de la sospechosa muerte del Papa”
         “El presidente Jimmy Carter nombró sin darse cuenta al reputado capo Gambino Anthony Scotto como candidato al puesto de secretario de trabajo. El secretario de trabajo de Ronald Reagan, Ray Donovan, fue absuelto en un juicio que lo vinculaba a la familia Genovese de Nueva York. No estoy seguro de que Reagan se diese cuenta de lo muy cerca que estaba de la verdad cuando dijo: “En la actualidad, el poder del crimen organizado se ha introducido en todos los segmentos de nuestra sociedad”.
         Hoy en día se han escuchado muchos susurros y comentarios sobre la participación del crimen organizado en los procesos electorales y, en algunos casos, se tienen evidencias de que algunos presidentes municipales, gobernadores, diputados, senadores, funcionarios, líderes empresariales y obreros, policías, han alcanzado los puestos, gracias a los apoyos y a los financiamientos que se han logrado obtener por medio de esos recursos provenientes de las mafias locales o nacionales y es lógico que ante esto, se hagan muchos escándalos, pero todos encaminados a desviar la atención sobre los verdaderos responsables y sobre los que en verdad están metidos en este complejo tejido de complicidades y sociedades, entre la política y el crimen organizado. Bueno, hoy en día, se utilizan como mecanismos de financiamiento a los propios banqueros o especuladores financieros que, al lado de los funcionarios encargados de “lavar los recursos”, logran imponer a sus hombres en los puestos claves para continuar con el saqueo de los recursos o imponer el manejo de los recursos y de las obras a los grupos empresariales o financieros que les son leales y sostienen en el poder, por medio de los grandes recursos financieros, porque, no hay duda: “Político pobre, es un pobre político” y, hoy en día, se requieren muchos fondos para estar en el poder o para llegar a los puestos claves, si lo duda, intente hacerlo solamente con su experiencia y con su voluntad, no llegará muy lejos, porque será derrotado por los mediocres y oportunistas que les sirven a los mafiosos y a los del poder… esa es la triste realidad.
         Y DICE LOUIS FERRANTE: “Si prescindimos de nuestros perjuicios, descubriremos que los mafiosos exitosos no son muy diferentes de los empresarios de élite o los líderes políticos. La Mafia comparte la misma estructura de poder que cualquier  gobierno o corporación, además de que se necesita de la misma astucia para ascender en la escala de las tres organizaciones. Muchos puestos claves gubernamentales están ocupados por personas que han logrado un éxito corporativo; su transición al gobierno les ha visto allanada porque las cualidades esenciales para el éxito, una vez que se conocen y se logran, se puede aplicar en cualquier campo”
         Y son tan similares los métodos y la historia de las fortunas que, en su libro, MI CONFESIÓN, que es la autobiografía de Lev Tolstói, autor de la “Guerra y la Paz”, escribe: “He matado… he perdido a las cartas…. He fornicado con  mujeres libertinas y he engañado. Mi vida ha sido mentir, robar, cometer adulterio de todas las clases, borracheras, violencia, asesinato, he cometido toda clase de delitos, no me falta ninguno”. Y efectivamente, si no conociéramos a su autor, pensaríamos que es una confesión de algún mafioso.
         “El capo Colombo Thomas Petrizzo dejó la escuela a los dieciséis años. Fracasó en todos los intentos empresariales que emprendió hasta cumplir los cuarenta. Sin embargo, para entonces había adquirido la suficiente sabiduría popular para logar el éxito en cualquier negocio, dedicándose posteriormente a suministrar acero a los más grandes proyectos de construcción y ganando más de cincuenta millones de dólares al año. Cuando Petrizzo fue arrestado por pertenecer al crimen organizado, sus colegas de la industria del acero se quedaron perplejos”
         “Uno de los principales ejecutivos del acero de la nación comentó: “Petrizzo ha sido uno de los hombres más sinceros y honestos que he conocido en mi vida empresarial; sus servicios y su palabra eran ley”
         “Su palabra es ley” es una frase típica utilizada por la Mafia siempre que se responde por alguien o se habla de su forma de actuar. Cualquiera que obtenga esa calificación tan sobresaliente inevitablemente alcanzará la prosperidad”. En la política, en la administración pública y privada, en las finanzas, en los negocios sucios y los legales, en el juego, en la policía y sus corruptelas, en las complicidades, la fuerza del valor de la palabra es vital y es por ello que, se dice, comúnmente: “En lo chueco hay que ser más derechos” y la palabra es la que vale en ese mundo, como en el mundo de los grandes negocios no hay documentos ni contratos, hay la existencia de la confianza y de la palabra de los involucrados, por esa razón, encontrar pruebas para consignar a los delincuentes ilegales o legales no es sencillo, porque todo se hace en ese campo. Siempre se hacen ofertas que no se pueden rechazar, avaladas por la palabra y por la confianza, si no se cumplen, se termina la carrera política o del servicio o, se termina con la vida… o hay muertes civiles que no vuelven a levantar cabeza o la pierde en la realidad… es así como en la política y los negocios se habla de la confianza y de la discreción, como son cosas que no se deben de conocer, se tienen que hacer en el secreto o en la absoluta discreción, por algo decía un jefe mafioso: “No digas lo que haz hecho porque con eso te joden, no hables de lo que vas a hacer, porque se te adelantan”… mejor, hazte pendejo, hasta que crean que no vas a hacer nada y esto, es lo que se hace en la política y por los políticos… igual que en la Mafia y con los mafiosos… como vemos, su sangre, “también tiñe de rojo”… véanos en el programa Voces del canal 95, de cable, lunes y viernes a las 7pm. 

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