sábado, 22 de enero de 2011

Piensa y agradece

En la vida hay muchas cosas por las cuales lamentarse, odiar, estar en pendientes y buscar lamentaciones que le den “justificantes” por sus propios errores. Esto es lo que hacemos muchos que no entendemos lo que realmente debemos hacer para no estar lamentándonos sobre el triste destino que vivimos, no nos acordamos de los muchos dones y gracias que recibimos todos los días, nos olvidamos del amor y del afecto de nuestros seres queridos y amigos, de las sorpresas que vemos aparecer en los amaneceres, atardeceres o cuando vemos el volar y escuchamos el canto de las aves que no se lamentan pero que, por esa extraña razón de la vida, siempre encuentran el sustento del día. Hace algunos días, me comentaba algún amigo que “no teníamos suficientes “gratitudes” de gentes a las que brindamos algún favor o hicimos algún servicio”. Estábamos encajonándonos en este tema cuando de pronto comprendí que este no era lo que buscábamos; cuando hacemos algo por alguien o le damos algo a una persona, no debemos esperar “gratitud,” esto debe ser una parte de la respuesta bondadosa del que recibe no del que da, el que da debe dar sin esperar nada, por el simple placer de dar, por la convicción de que es mejor dar que esperar recibir algo a cambio de lo que se brinda y es, cuando no se espera nada, cuando se siente uno tranquilo y confiado en la vida. Así, en este intercambio de opiniones y experiencias encontramos la razón de vida y le dimos gracias a Dios por este proceso en que nos brindó la inteligencia y la luz para observar lo que la vida nos va dando en cada paso, de acuerdo a las circunstancias y los tiempos.

De vez en cuando, me gusta releer algunos libros que me han impactado, por ello, cuando tengo esos ratos de reflexión, tal vez ,porque es cuando tenemos paz y confianza en lo que hacemos en la vida, es bueno poder comprobar lo que algunas mentes brillantes y sabias dejan escrito para que podamos reflexionar sobre muchos temas, así que releí ese extraordinario libro de Dale Carnegie: “Como suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida” publicado por la editorial Sudamericana:… “¿Por qué demonios me estoy preocupando? Verá probablemente que ese porqué es relativamente insignificante”.

“Aproximadamente un noventa por ciento de las cosas de nuestras vidas están bien y un diez por ciento mal. Si queremos ser felices, todo lo que debemos hacer es concentrarnos en el noventa por ciento que está bien y pasar por alto el diez por ciento restante. Si queremos estar preocupados y amargados y acabar con úlceras de estómago, todo lo que debemos hacer es concentrarnos en el diez por ciento que está mal y pasar por alto lo demás”.

“Las palabras “think and thank” (“piensa y agradece”) se hallan inscritas en muchas iglesias cronwellianas de Inglaterra. Son palabras que también deberían ser inscritas en nuestros corazones. Deberíamos pensar en que todo lo que merece nuestro agradecimiento y dar gracias a Dios por todas nuestras abundancias y prosperidades”… “Jonathan Swift, alababa el gran poder curativo de la alegría y la felicidad, declaró: “Los mejores médicos del mundo son el Doctor Dieta, el doctor Quietud y el Doctor Alegría”, tal vez por esto, Schopenhauer, escribía: “Raramente pensamos en lo que tenemos, sino siempre en lo que nos falta.”. “Sí, la tendencia a “pensar raramente en lo que tenemos y siempre en lo que nos falta” es la mayor tragedia del mundo. Probablemente ha causado más miserias que todas las guerras y enfermedades de la historia”.

Si pensamos solamente en lo que nos falta, en lo que deseamos y no vemos las muchas alegrías, amores, experiencias, bondades y bienes que tenemos y recibimos a lo largo de nuestra vida, estaremos totalmente amargados e insatisfechos, es la verdad, esto puede remediar nada, todo lo que se exponga a conseguir lo que “falta”, no podrá dejar satisfecho a nadie, siempre, estará pensando en que “merece más o que le falta algo”, por ello, no es bueno estar pensando solamente en nuevas cosas y bienes, esto no es la felicidad ni brinda la tranquilidad, hay algo que tenemos que nos deja satisfechos con nosotros mismos y es el ver los inmensos bienes y amores que gozamos todos los días, pensar en ese noventa por ciento de cosas buenas y dejar a un lado ese diez por ciento que no significan nada y solamente producen malestar, enojo, odios y resentimientos… uno, es lo que es, siempre y cuando sepa dónde queremos ir y dónde queremos estar, somos los arquitectos de nuestro destino y podemos ser, solamente, lo que queramos ser conscientemente y con valor.

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