NO HAY DUDA SOBRE LA IMPORTANCIA DEL NARCOTRÁFICO EN LA POLÍTICA NACIONAL, desde siempre, ha sido un factor importante en el desarrollo político de muchas regiones, anteriormente solamente tenía influencia en las zonas de siembra, tráfico y comercialización, los narcotraficantes, comprando la voluntad de los policías y de algunas autoridades locales, mantenían un control sobre esas regiones, así convirtieron esas zonas en zonas de influencia y protección y, por esa razón, se fueron consolidando en su control y manejo. De ello, existen muchas pruebas y evidencias en las zonas de producción o de tráfico en el país, después, tuvieron que aumentar ese control por medio de la complicidad de los policías y del aumento de su influencia en los procesos electorales de muchos estados, por lo que esos grupos tuvieron que hacer inversiones que posteriormente, vieron como la oportunidad de “lavar ganancias” y, por esa razón, optaron por la sociedad y complicidad de muchos “empresarios” que de la noche a la mañana prosperaron, no porque tuvieran las condiciones de un desarrollo económico normal, sino porque pudieron contar con flujos de capital que les dieron la oportunidad de comprar barato para vender caro, así, muchos “negocios” ligados a los empresarios y funcionarios de muchos estados, se expandieron, para dar paso a los negocios del contratismo y de las inversiones de mayor productividad, por eso, en algunos casos, los famosos “secuestros” de algunos empresarios y funcionarios, no son más que manifestaciones de las fallas en los tratos con los mafiosos y, por ello, se habla que solamente son presionados para que cumplan con sus compromisos. Así que por este camino, con la complicidad de los policías, empresarios, funcionarios y banqueros, los mafiosos, lograron ingresar al negocio de la política y es así que, además de esto, también, los grupos de la policía ligados y comprometidos con el partido en el poder, utilizan esa “información” o manejan la filtración de datos, por medio de los “testigos protegidos” para inculpar a políticos en actividades criminales y que de esa manera se generen condiciones para derrotarles o manejar una mala proyección de sus funciones y fuerza política, así, la política, se ha convertido en una nueva forma de presión a los grupos políticos y políticos que estorban al poder o a su grupo en el poder para que, por medio del crimen, puedan eliminarlos con el manejo y apoyo de la policía, por lo que la lucha contra la delincuencia organizada se desvirtúa en su función, para convertirse en un garrote para eliminar a políticos y grupos que ponen en riesgo la credibilidad y la confianza del grupo en el poder. Negocios, son negocios…
Lo grave del asunto es la politización que se hace de la función policiaca para convertirla y deformarla en una acción para el golpeteo político de los políticos en el poder o del grupo en el poder, es por esa razón que hoy, los policías, se sienten con derecho para de actuar como verdaderos criminales y sicarios, porque saben que con lo que “saben” tienen garantizada la impunidad o, cuando menos, la protección oficial que les debe servir para actuar como lo vienen haciendo desde que ellos, los policías, sus jefes y mandos, controlan la agenda política nacional. Es por esa razón que, en este proceso, se debería revisar y frenar la utilización de las llamadas “denuncias anónimas” que, sin ser realidad, los jefes y mandos de la policía, utilizan para justificar sus violaciones a los derechos y garantías de los ciudadanos, violando sus casas o deteniendo, sin pruebas, a los que ellos buscan inculpar para justificar sus ineficiencias o para actuar como sicarios oficiales y eliminar a los que consideran enemigos de los políticos actuales o del sistema. Es así que, también, se hace uso o manipulación de los llamados “testigos protegidos” con esta misma intención, para mantener en la indefensión a los ciudadanos y violar sus derechos y garantías, pero lo más grave, es cuando usan los testimonios de esos “delincuentes con protección”, para golpear y denigrar o difamar a los políticos que, de alguna forma, comprometen la estabilidad y el poder del grupo que detenta el poder o del mismo presidente y su partid, que son manipulados y actúan bajo los sistemas y requerimientos del manejo que hacen de la agenda presidencial, los policías, en el poder, estableciendo una dictadura para policíaca y paramilitar, manejada y manipulada por el grupo del poder y, por qué no decirlo, por presidente, que está totalmente comprometido con ese grupo que le ayudó y protegió en el inicio de su gobierno, cuando podían preverse la acción política de la oposición que, pusiera en riesgo el proceso electoral ,donde Calderón, no tenía la validez de su triunfo porque se habían demostrado muchos fraudes en el proceso electoral. Esto, ponía en riesgo la consolidación de este grupo que hoy, nos gobierna, en la realidad: los interese políticos de la policía.
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