martes, 4 de enero de 2011

Los destrozos de la guerra

ESTE FIN DE AÑO ES UNO DE LOSMÁS VIOLENTOS y no pensemos en que solamente porque suman ya más de treinta mil los asesinados por esa famosa guerra de Calderón en “contra” del narcotráfico. En la realidad, los daños son superiores ya que no podemos dejar de pensar que existen zonas en la frontera del Norte, donde las actividades productivas están prácticamente liquidadas, los ranchos ganaderos y de servicios turísticos están en quiebra y muchos son decomisados por las autoridades sin previa información y legalidad y otros, son quitados a sus dueños por los grupos criminales o por delincuentes que se hacen pasar como miembros de tales grupos o bien, por vivales que ofrecen cantidades mínimas a sus propietarios que, con terror y con miedo, los venden, sin investigar, cuando en este juego perverso de compras y de ventas están ligados policías, políticos y banqueros que hacen: “negocios a futuro,” jugando con el miedo y de hombres y mujeres trabajadores que han desarrollado tales propiedades y, por esa razón, compran barato para vender caro en fechas próximas, cuando las autoridades y los políticos, junto con policías y delincuentes, se pongan de acuerdo y “pacifiquen” la región.

Así, en este juego perverso, porque las “guerras son grandes negocios,” se ven cosas increíbles, ventas de casas y propiedades de gentes a precios de remate en muchos lugares, venden no solamente sus bienes inmuebles, también rematan los muebles y las joyas, los vehículos, todo aquello que le pueda dar algo de dinero para poderse ir, comprar casas y negocios al Sur de los Estados Unidos y, con esta “guerra” provocada por los políticos, los policías y los banqueros de ambos lados, los mexicanos, dejamos de ser productivos en el Norte para ser los que rescatamos la economía de los Estados Unidos, de tal manera que los bienes inmuebles que estaban en crisis, es hoy por hoy, en el Sur de Estados Unidos, uno de los negocios más rentables. Como los mexicanos no pueden utilizar vehículos con placas mexicanas, venden vehículos en esas regiones, venden muebles, joyas y dan facilidades para que las familias que demuestren ingresos o fortunas superiores a los 500 mil dólares, puedan recibir sus visas de “inversionistas” por lo que se comprometen a poner negocios y demostrar durante un año que ocupan a más de diez empleados. Los dineros y las fortunas de los mexicanos no son investigados al ingresar pero ya nos imaginamos cuando las traten de repatriar, porque entonces estarán sujetos a todo tipo de investigaciones y claro, les podrán decomisar sus bienes y llevarlos ante las autoridades.

A pesar de todo lo que diga el gobierno sobre la “victoria de la guerra contra el narcotráfico,” la realidad es que no han realizado las investigaciones de los daños “colaterales”, las pérdidas de vidas, de confianza, de valor, de propiedades, de empleos, de empresas, de actividades productivas, porque si lo hacemos, quedaremos horrorizados y, no se vale, solamente, culpar del asunto a un sector, la realidad es que cuando se inicia un conflicto o una guerra como es este caso, las autoridades deberían tener la visión y la honestidad de dar los datos claros, no quedarse en que solamente “constarían una vidas y alguna sangre”, la realidad es brutal y los destrozos por el conflicto iniciado por el gobierno, sin explicar, ni tener la autorización de los mexicanos, es terrible.

Para un gobierno como el actual que basa su “fuerza” en el manejo, aumento y control de los cuerpos de represión, este año, sin duda, ha sido magnífico, no lo podemos ver en igual forma los mexicanos que estamos sumidos en la desocupación, en el analfabetismo, en la inseguridad provocada por las propias autoridades por ineficiencia, complicidades o corruptelas, la insalubridad, en la marginación y la miseria. La visión es totalmente diferente. Sabemos que muchos sectores de las colonias y de las ciudades no tienen ni ley ni vigilancia, no van a establecer los servicios los funcionarios y los políticos, porque no pueden ni siquiera entrar en esas zonas controladas por las policías y los delincuentes, en fin, esta guerra tienen como objetivo aumentar los recursos destinados a los policías y al incremento de su poder e influencia, en el control y la capacidad represiva en contra de los ciudadanos, no está destinada para garantizar la vida y las propiedades de los mexicanos. Ellos, que se rasquen con sus uñas. Los políticos y policías, a los negocios con poder.

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