lunes, 31 de enero de 2011

El baño de sangre nacional

Hay días en que tenemos que estar fuera de casa, hoy, es uno de ellos, seguimos en Chihuahua y pronto saldremos a nuestros sitios de trabajo cotidiano, sin embargo, a pesar de que no puede uno dejar de estar en los temas de información, nos sorprendió mucho la declaración del gobernador César Duarte: “VAMOS A MORALIZAR LA POLÍTICA, NO A POLITIZAR LA JUSTICIA” y esto nos parece bien a todos, cuando sabemos que en el gobierno de Felipe Calderón, se utilizan a los grupos paramilitares y a los de “seguridad”, no para establecer la seguridad pública que reclama la sociedad, sino para estar ejerciendo una presión terrible en contra de las organizaciones sociales y en contra de los políticos que se consideran enemigos del sistema, del régimen o del presidente y su grupo de poder, por esa razón, cuando vemos las manipulaciones dolosas de notas salidas de los centros de “inteligencia”, donde se pretende inculpara a políticos o desprestigiarles, usando declaraciones amañadas de los “testigos protegidos” que son delincuentes utilizados, “protegidos” o manipulados por la propia policía para inculpar a su antojo a muchos ciudadanos o enemigos de los grupos de las mafias que protegen o con las que tienen complicidades o sociedades, no podemos menos que alarmarnos, porque estamos viviendo en una dictadura de tipo fascista.

Así, la declaración de César Duarte, es vital para poder entender lo que se debe hacer en cuestiones de seguridad y de justicia, por esa razón ES BUENO, DE VEZ EN VEZ, QUE LOS POLÍTICOS ENTIENDAN QUE NO TODO ES DEMAGOGIA Y DECLARACIONES, TAMBIÉN DEBEN REFLEXIONAR SOBRE LO QUE DEBEN HACER Y, POR ELLO, ES BUENO QUE TENGAN UNA CLARA IDEA DE LA IMPORTANCIA DE LA FILOSOFÍA, LA MORAL Y LA ÉTICA que, con el cuento de que no sirven, las han dejado a un lado y por tanto han perdido el rumbo y la razón. Así, me recuerdan lo que decía el “Alazán tostado,” aquel viejo y violento cacique de San Luís Potosí ,cuando alegaba que: “La moral, era un árbol que produce moras”.

No tengo la menor duda de que los políticos, los banqueros, los financieros, los empresarios y los policías han perdido la moral y la ética, no saben para qué sirven y, si saben, les importa un comino, porque para tener el cinismo de la inmoralidad y de la corrupción, solamente se deben despojar de esos valores para que no se vean mal por ellos mismos. Se supone que sus actividades están ligadas a buscar el bienestar, la justicia y la paz para los ciudadanos, pero no lo hacen, hacen de la “función pública” un enorme negocio, como lo hacen los banqueros y como lo hacen los políticos o los policías, no son servidores públicos, se sirven del público para enriquecerse y estar en la jugada, poder utilizar los mecanismos y medios para eliminar, con los sicarios reales o los sicarios de la desinformación o del manejo del desprestigio, a sus enemigos o a los que el poder les indica que deben de eliminar. Así, la utilización de la información que debería servir para destruir o detener a los delincuentes y a sus grupos, se usa para desprestigiar o inculpar a políticos o ciudadanos que nada tienen que ver con los delitos que generan en forma criminal los cuerpos de “seguridad” y sus mandos. Es por esa razón que hoy, los mexicanos, debemos estar profundamente preocupados por el uso que se hace de la información para lesionar a los grupos sociales y políticos que el gobierno considera son de peligro para su estabilidad en el poder. Esto es lo que se hizo en su momento, disque para luchar contra las guerrillas, en la formación de las brigadas de eliminación y de ajusticiamiento, operadas por el poder, como fuera el caso de la famosa BRIGADA BLANCA que asesinó a cientos de guerrilleros o luchadores sociales, en muchos pueblos del país y es lo que se conoce con el nombre de la GUERRA SUCIA DE LOS SESENTAS Y SETENTAS, pero hoy ,siguen esos grupos y al igual que antaño, pronto, veremos que muchos de esos sicarios oficiales se convierten en criminales y mafiosos, como aconteció en aquellos tiempos, al grado que el mismo gobierno ordenó el desmantelamiento y la eliminación o encarcelamiento de muchos de jefes y miembros de esa Brigada del terror. Si continúanos con esta política, al paso de los años, entenderemos que en el gobierno de Calderón se han consumado muchos asesinatos y se ha provocado un grave e inmenso BAÑO DE SANGRE, que ha encubierto muchos crímenes de tipo político y esto, al paso del tiempo, no lo podrán ocultar, por esa razón, el presidente, debe solicitar o exigir que se le diga la verdad de lo que sucede, porque de otra forma, será: socio o cómplice de esa masacre nacional…

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