domingo, 7 de marzo de 2010

Las instituciones las forman los hombres

Parece ser que la anarquía, el desencanto, la inseguridad, los miedos, los temores, las desconfianzas avanzan en todos los frentes en el país, unos se “alían” y otros hacen las veces de destructores de alianzas y de transas, otros más alientan las transas o buscan los caminos para encontrar los fondos y los puestos para que, sus incondicionales, se la pasen campechanamente mientras los pobres aumentan por miles cada día, al paso de los días y los pocos años de las administraciones panistas. En vez de aumentar los empleos, disminuyen, y en vez de disminuir los pobres, aumentan… y así, mientras vemos cómo salen los trapitos sucios sobre las perversiones del señor Marcial Maciel, los negocios de la educación van viento en popa y, curiosamente, algunos “revolucionarios” o hijos de la “robolución”, son los que más se preocupan porque sus hijitos no estudien en las escuelas pública… ¡fuchi!, ahí no tienen amigos ni buenas costumbres, pueden caer en la demencia y volverse marihuanos , como muchos que andan por ahí, con calificaciones de gran nivel… al contrario, los hijos de esos “revolucionarios robolucionarios” van a esas escuelas de la clase chic, los que se juntan con los de Aca y van por el mundo en varias universidades, donde pueden tener una mejor visión y llegar juntos, como panistas y perredistas, a gobernar el país… o destruirlo, que también se vale.

Así, mientras el pueblo no entiende las alianzas perversas y las perversiones de los curas, no sacerdotes, de los que llegan a las iglesias a cumplir no su misión y vocación, sino para ver a qué niño o niña le llegan por delante o por detrás, la Iglesia, enfrenta, como hace algunos años, los escándalos y, solamente, recibiremos bendiciones y estampitas con algunas voces que llaman a no juzgar a las instituciones sino entender a los hombres que son iguales que todos…¿iguales?, bueno, algunos, son iguales a los que están mal y son enfermos… pero nos aseguran que, las instituciones, son distintas y esto lo podemos entender, como cuando nos dicen que los políticos, perversos, cínicos, ineficientes, corruptos son diferentes a los partidos que los invocan o sostienen… porque todos nos salen con que, una cosa son las instituciones y otra los hombres que tienen debilidades y miserias… pero, mientras tanto, en el camino, dejan a muchos totalmente jodidos en la vida.

Alguna vez, sabiendo que uno de mis amigos que había sido un importante funcionario de la SHCP, se lamentaba en alguna parte porque dos de sus tres hijos habían optado por el sacerdocio en los “Millonarios de Cristo”, decía que, en general, a pesar de lo que significa saber que sus hijos no serán más de él y de sus familias, sino que pertenecen a la congregación y a la Iglesia, con votos de obediencia total a Marcial Maciel, también, sabíamos que había tenido que destinar una gran suma de lo que podrían ser sus herencias familiares para darlas a la congregación y, él, convencido, nos aseguraba que todo lo que decían sobre Marcial Maciel no era cierto, que en general, en la Iglesia, como en cualquier otro lado, lo que genera los pleitos y los rencores, las envidias y los odios, es el DINERO y que, como ésta congregación era fuerte económicamente y exitosa en el campo de los negocios de la educación, pues no faltaban los que querían tener su parte del pastel y repartirse los ingresos multimillonarios de esa agrupación. Le creímos, sabíamos que sufría y lloraba al saber que sus dos de tres hijos, no tendrían descendencia y él y su familia, no gozarían del placer y el honor de ser abuelos, pero creían en que sus hijos habían tomado la determinación adecuada para dar sentido a su vida y así lo entendimos en su momento y escribimos algo en defensa de Marcial Maciel y hoy, ante los descubrimientos de las perversiones y del manejo inadecuado de los recursos que muchas familias destinaron a sus hijos para que fueran pastores de la Iglesia, vemos que aún, en esos lugares, la corrupción y el cinismo es de tal suerte que todo se reduce a los intereses económicos y, al igual que la política, la religión, se ha convertido también en un gran negocio y, cuando esto sucede, tenemos que admitir que estamos de mal en peor.

Y cuando entramos en los telones y los oscuros pasillos de la fe, no tenemos más que admitir que en la fe estamos muchos y creemos en esa bondad y amor de Jesús, pero no debemos dejar de entender que muchos “curas” no tienen el valor moral ni valen más que otros muchos depravados que están al igual que los políticos, solamente llenando un espacio y ganando mucho dinero, porque su actividad es dentro del cinismo, no cumplir con sus labores pastorales, sino ganar dinero y es por ello que, en muchos pueblos, vemos que los curitas llegan a manipular las herencias y las determinaciones de muchas ancianas que, cegadas por la fe, entregan sus propiedades y sus recursos, inmensos recursos, a esos “curas” que solamente están para hacer negocios, no para dar un mensaje de amor y de fe…

Y por esa razón ahora, podemos entender el por qué panistas, tradicionalmente “mochos,” sumidos en la obediencia política de la Iglesia o de los curas políticos, hoy, se reúnen y hacen transas con las alianzas con los “revolucionarios” del PRD que, siguiendo a Márx y Engels y su doctrina, cuando menos saben que sostenían :“que la religión, es el opio de los pueblos” o que, en los tiempos actuales, esos “perdedistas” no aceptan al igual que “El Peje”, que Felipe Calderón, es el presidente, cuestionado y con dudas, pero el presidente que los mexicanos elegimos en un proceso electoral muy cuestionado, pero en el cual sabemos que ganó, por un margen muy pequeño de votos a su favor… la “iglesia, en manos de los diablos” es lo que vemos en todos lados y, por esa razón, cuando vemos las actitudes y los dogmatismos “yunquistas” en César Nava y los intereses y negocios de las pandillas que controlan al PRD, podemos ver, con claridad, que la política como la religión está siendo explotada como un gran negocio, donde muchos de los “acólitos” son los beneficiarios del tema…. Mientras tanto, los ciudadanos y las mayorías, ruegan al Señor por una vida mejor, más justa, más humana y con mayor amor… pero, una cosa son los pueblos y otra los “perversos pastores de la política o de la religión”… en fin, estamos en tiempos de confusión… que Dios nos ilumine y nos agarre confesados…

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