domingo, 7 de marzo de 2010

César "El pequeño" y Marcial Maciel

BUENO, ESTAMOS COMO ESTAMOS, PORQUE ESTAMOS… esto sería lo que diría el filósofo de Güemes y no dudo nada en que muchos esperan que digamos algunas de sus sentencias, sobre todo, cuando vemos que por fin, por fin, el “pequeño César”, nos referimos a César Nava, acaba de “recordar” que efectivamente firmó un documento con los del PRI para que no se hicieran los Compromisos de las ALIANZAS PARA LAS TRANSAS O LAS TRANSAS DE LAS ALIANZAS y es que, en este mundo tan lleno de compromisos y tan lleno de agitaciones, al igual que se realizan las bodas Gay, que por cierto tienen la cerrada oposición de los panistas que les da mucho por tragar santos todo el día, para cagar diablos por la noche, se “recordó” que, efectivamente, firmaron un contrato para evitar esas alianzas pero que, como los priístas no cumplieron o no cumplieron del todo, pues él considera que está en su pleno derecho de buscar otras opciones que les rindan frutos políticos. Y esto es idéntico a lo que hacen algunos miembros de la Iglesia, cuando dicen que el hijo del padre Marcial Maciel, que declaró junto con su madre los horrores a los que fuera sometido, a la violación y otros actos totalmente espantosos, solamente “quería algunos millones para no dar a conocer tales depravaciones del “santo sacerdote de los “MILLONARIOS DE CRSTO””. Y, con esto, quieren o pretenden desautorizar sus declaraciones pero no dicen nada sobre la depravación y las violaciones a los que su propio padre sometía a sus hijos, auténticos hijos y así, el “pequeño César”, también dice que si firmó, pero que como no “cumplieron del todo”, pues hace otras alianzas, tratando de “olvidar” que el hecho terrible y “pecaminoso”, es ese maridaje que se produce para reproducir sus mulas y las patadas…

Así, sabemos que uno de los grandes, inmensos, productivos negocios que además les permiten reclutar seguidores y escoger algunos muchachitos que sean bien violados o seducidos, o engañados, o deformados o guiados por las sendas del mal, siguen en pie y, cuando vemos “las barbas del vecino cortar, lo sano y lógico es que uno ponga las suyas a remojar”, por esas carísimas universidades privadas que sacan comaladas de frustrados y desocupados profesionistas, cobrando a sus familias, millones de pesos por cada “egresado”, deben ver lo que comienza a suceder en los Estados Unidos, donde cientos de estudiantes se comienzan a manifestar por las altas colegiaturas que les cobran en las universidades privadas. Recordemos que hace algunos años, en Nuevo León, este fenómeno provocó no solamente la caída de todo un grupo político sino generó conflictos en la entidad. Hoy, con los altos costos que se pagan en la educación y en las escuelas privadas y confesionales del país que se han convertido en un enorme negocio para un grupo privilegiado de inversionistas y especuladores financieros, de grupos del clero que actúan en la política conformando y dando sentido a la acción del clero político, las autoridades, deben de hacer una profunda revisión de la calidad de la enseñanza y de los costos que manejan, porque es, sin duda, una de las cargas más pesadas y angustiosas que están pagando las familias mexicanas.

No se piense que solamente hablamos de las escuelas explotadas por el grupo de los “MILLONARIOS DE CRISTO” O, DE LOS LEGIONARIOS DE CRISTO, hablamos de todos los grupos que explotan ese nicho de mercado que al igual que, el sector salud, ahora, tienen grandes negocios y enormes utilidades a costa de los sacrificios que hacen las familias y los enfermos en este país. Es lo mismo, la realidad es que nadie hace nada por evitar este tipo de explotación que se genera, por ejemplo, en el campo de la medicina, donde verdaderas mafias y monopolios son los que establecen las “normas” y obligan o inducen a los pacientes a que, en vez de recibir un tratamiento adecuado y menos costoso, se usen las operaciones, las necesiten o no los enfermos con tal de utilizar al máximo las instalaciones y obligar a los pacientes a pagar sumas enormes por tales formas de explotación que hoy, hacen los médicos y las empresas de salud, con criterios monopólicos y, los ejemplos, los podemos encontrar en cada familia que ha tenido que desembolsar grandes sumas por esas prácticas de la mafia médica que opera en muchos sitios. En igual forma, ese monopolio y grupo mafioso de médicos y de especuladores financieros, también, controla los medicamentos y los tratamientos costosos o brinda los servicios que pagan los hospitales públicos con el cuento de que ellos no los pueden hacer y así, también, explotan ya grandes sumas por medio de estos mecanismos de los presupuestos oficiales del sector salud…

Así como en cada familia podemos tener muchos ejemplos de las brutalidades de las policías, de la corrupción que priva en el gobierno local o federal, de las ineficiencias, de los gastos obligados por las mafias de médicos y la explotación y pagos de los “servicios hospitalarios” o los enormes gastos educativos, las familias mexicanas, podrán dar testimonio de las brutalidades de esas mafias de “carniceros” en los hospitales o los pagos que se deben de hacer por medicamentos que recetan por el simple hecho de que, al hacerlo, las empresas les dan un porcentaje a ellos, además de los grandes costos por consultas. Lo mismo sucede con los análisis de laboratorios y en cada visita al médico, éstos, tienen por costumbre, de inmediato, ordenar esos análisis para obligar a los pacientes a volver pronto y pagar por nuevas consultas y así recibir los porcentajes que les dan los laboratorios a muchos de ellos, sino es que ellos mismos son dueños de farmacias y de laboratorios, con lo que cierran el gran negocio… eso sí, como diría el abuelo: Síganle, total, aquí estamos su pentontos para todo lo que ordenen hasta que el cuerpo aguante… y bueno, solamente quedaría recordar que : LAS ESCALERAS SE LAVAN DE ARRIBA PARA ABAJO Y NO AL REVÉS. SI QUEREMOS LOGRAR LOS CAMBIOS, TENDREMOS QUE PENSAR EN QUE DEBE CAMBIAR EL MISMO PRESIDENTE Y NO PERMITIR LAS TRANSAS PARA LAS ALIANZAS, NI LAS INEFICIENCIAS, COMPLICIDADES Y CORRUPTELAS… pero es como pedir milagros, que se dan, pero no en el seno de los colegios confesionales y menos en los monopolios y las mafias… es como pedir que todos seamos buenos, leales, honestos y trabajadores… ya quedamos pocos. Somos como luceros en la noche de los cielos capitalinos cuando se dejan medio ver y no los oculta el smog. Pocos y buenos, pero hay.

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