Mal, muy mal el hecho de que en las fronteras las violencias alcancen a miles de inocentes, pero así pareciera lo ha decretado el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas en el país y es que si bien entendemos que es vital asegurar la gobernabilidad y establecer un Estado de Derecho y que se brinde seguridad a los mexicanos, también entendemos que la violencia prospera por la ineficiencia, las complicidades y las corruptelas que se generan entre políticos, policías, paramilitares, empresarios, funcionarios, banqueros y especuladores financieros que son los que finalmente se apropian las fortunas que algunos narcotraficantes logran amasar en el transcurso de su vida delictiva. Tal vez aquella etapa del presidente, Felipe Calderón, cuando los “consejeros “ le daban cuerda para que encabezara una “guerra” que nadie sabía cómo se desarrollaría y, por los motivos que encubría, parecía más bien un golpe mediático a la política con el fin de distraer las protestas que el proceso electoral dejaba con enormes dudas sobre quién había logrado la mayoría para la presidencia, terminó, ya no es buena ni sirve para nada. Hay que dar vuelta al timón.
Sin duda, aquello de que sería: “una larga lucha que cobraría vidas, tiempo y dinero” estaba calculada por parte de los “generales” o de los jefes de la policía política que están empeñados en aumentar las fuerzas del “orden”, componiendo, como lo tienen ya, un ejército paralelo a las fuerzas armadas, con un toque de control civil que les permita manipular a su antojo a esa fuerza paramilitar de acuerdo a las conveniencias de los políticos en el poder, porque era claro que, las Fuerzas Armadas, que tienen principios, lealtades, compromisos sociales con el pueblo mexicano, no se prestarían a dar los bandazos que se requieren para controlar al país por parte de los grupos de la ultraderecha nacional, así, los mismos cuerpos de “seguridad,” operaron, durante muchos años, con el criterio de que se debería dejar crecer a la delincuencia para que ellos pudieran fortalecer los grupos de la seguridad privada que hoy, invaden todos los centros comerciales, oficiales, empresariales, industriales, financieros y las casas de los mexicanos, con los llamados “Grupos de seguridad privada” que son controlados, en su mayoría, por los mismos policías, políticos y financieros que pueden, por este mecanismo, controlar las actividades y los negocios de los mexicanos productivos en el país, así como tener la observación, no legal, de muchos ciudadanos y grupos políticos que son considerados como “enemigos del sistema o del poder político”, así es por ejemplo lo que se acaba de descubrir en el Municipio de Monterrey, Nuevo León, donde el encargado de la seguridad personal del presidente Municipal y de su familia, era el que controlaba los negocios de los grupos de la mafia y, curiosamente, le han encontrado, en los cateos, miles de cintas y discos donde se grababan las conversaciones de cientos de personajes, políticos, policías y ciudadanos en general, con el fin de poder lastimarlos, controlarlos, chantajearlos, secuestrar o elimina,r como mejor les conviniera a los grupos mafiosos o a los políticos con los que operaba este personaje de la delincuencia organizada en Monterrey, Nuevo León y, sin duda, esto mismo sucede en muchos otros Estados y, por ejemplo, no se duda, por evidencias claras que han dado los políticos en Oaxaca que, este tipo de actividades extralegales que se realizan al amparo del poder político y con su ayuda o por medio de los grupos de seguridad privada que nadie controla, son los que establecen los mecanismos para que los ciudadanos sufran las torturas, chantajes o vilezas de las delincuencia organizada o de los grupos de poder, de acuerdo a cómo se operen esas grabaciones y espionaje que se realizan, con total impunidad, con los apoyos de las policías de todo el país.
Así, cuando la PGR, demanda a la ciudadanía que asuma su papel y se comprometa en esa lucha contra la delincuencia organizada en el país, la primera pregunta que nos hacemos los mexicanos es que en dónde tenemos la seguridad de que nuestras denuncias serán utilizadas adecuadamente y con la recrecía y discreción que exigen para guardar la seguridad de los denunciantes, porque todos sabemos la gran infiltración que tienen todas las policías, cuando entendemos que funcionarios, policías y políticos en el poder, junto con “empresarios, banqueros y especuladores financieros” son los verdaderos jefes de los grupos mafiosos o cuando menos, están en las sociedades y complicidades con muchos de tales grupos. Y no es que la sociedad no tenga conciencia del papel que tiene que jugar para apoyar en la lucha por su seguridad, sino es que, también, la experiencia les ha dictado que, los verdaderos responsables de la inseguridad, son esos policías y políticos, funcionarios y “empresarios” que son los que controlan la mafia en el país, en todo el país, por diferentes grupos que hoy se disputan, alentados por ellos, los territorios y sitios más rentables de este enorme negocio que está, quieran o no reconocerlo, íntimamente ligado con la política, como negocio y con el control político y paramilitar en México… así que, si hay miles de asesinados, secuestrados, culpados y violentados en el país es parte de este gran espectáculo que encubre otros motivos y no permite que se vean de cerca las complicidades, corruptelas y negocios que hace ese grupo en todo el país… si se quiere distraer al pueblo: pan y circo y, la violencia, es parte del circo… pero siempre dirigido por el poder y por los que le sirven.
Los asesinatos contra el personal consular de los Estados Unidos y el permiso otorgado por el gobierno mexicano de que agentes del FBI investiguen, dará muchos sustos a los políticos, policías, funcionarios y “empresarios y banqueros” que protegen a los grupos de la delincuencia en la zona fronteriza, porque los agentes del FBI y grupos de la inteligencia norteamericana, lograrán desentrañar muchas de esas ineficiencias, complicidades y corruptelas que abarcan hasta los cuerpos de seguridad y de inteligencia de los Estados Unidos y, aquí, es donde se les podría caer el teatrito a muchos de los hombres del poder en México. En la zona fronteriza van casi los 6 mil muertos y volteando un poco a las causas que generan parte de la violencia, el gobierno quiere invertir tres mil millones de pesos en dos años, en Ciudad Juárez, para generar empleos, servicios de alumbrado, agua, pavimentación, transporte, salud, educación y vigilancia en esa zona, aclarando que nadie sabe cómo y dónde se invertirán y, por comparaciones que se han establecido, no equivale ni siquiera al 8% del gasto de la línea 12 del Metro en la capital de la República.
Tal vez, esos investigadores norteamericanos, que operan con la aprobación del gobierno mexicano podrán descubrir que los grandes grupos del narcotráfico que controlan a nivel mundial el tráfico de drogas, gentes, armas, mercancías, vehículos y precursores químicos, se encuentran ligados con los grandes empresarios y banqueros de los Estados Unidos, que es donde se queda la mayor cantidad de recursos financieros que aportan a la economía la delincuencia organizada y sabrán que, la corriente migratoria que se genera desde Centro y Sur América se queda atorada en la zona fronteriza, al igual que miles de mexicanos que quieren cruzar la frontera para buscar empleos dignos y mejor pagados que en nuestro país y que, en su mayoría, no son delincuentes, sino que ingresan a sus filas ante la desesperación de no poder cruzar la frontera o porque han sido lanzados de esa zona por los servicios de migración y, al no tener dinero para retornar a sus lugares de origen y perder toda esperanza para una vida mejor, se envician o se reclutan con los grupos de las organizaciones criminales que operan en la región bajo la protección o la ineficiencia de los grupos de “seguridad” nacionales.
La violencia en la zona fronteriza y los principales centros turísticos, nos hacen pensar que la violencia, también, tiene un sentido empresarial ya que todos saben que próximamente se abrirá al turismo internacional Cuba y retornarán las principales mafias que pueden operar este centro como un nuevo centro de diversión y como lo tenían antes de la Revolución. Al morir Fidel, que no tiene muchos años de vida, esto sucederá y México perderá los atractivos turísticos y el control mafioso de la delincuencia que se conducirá a Cuba y otros países de control mafioso… en fin, al tiempo…
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