domingo, 14 de marzo de 2010

Hace 25 años y aquí, como si nada...

Hace unos días, en la inauguración de un restaurante chino, un par de amigos, me solicitaron que mi esposa y mis hijos escucharan lo que me tenían que decir. La charla más o menos se desarrolló así: “No era yo de tus lectoras, en verdad no lo era, sin embargo cuando leí un artículo sobre la muerte de Amelita, la reacción de tus hijos, de tu familia y lo que pensabas, me conmovió tanto que, desde entonces, busco tus artículos y lo digo enfrente de tus dos hijos para que ellos lo sepan, que se sientan orgullosos”. En realidad uno escribe lo que siente y a veces, siente de más, estamos más sensibles y queremos decir lo que sentimos porque es una forma de decir nuestra verdad. Sin embargo, cuando esto sucede, nos sentimos bien, sabemos que algunos lectores nos siguen y esto siempre nos llena de satisfacción. Tal vez no estén de acuerdo con lo que decimos, no tienen porque estar de acuerdo con todo lo que uno diga, es natural que en un mundo tan lleno de buenas ideas y de talentos, las gentes tengan la libertad de pensar en lo que ellas quieran y confíen, así es la libertad, por eso amamos la libertad y nos sentimos bien cuando sabemos que en el mundo muchos aman la libertad de leer y de pensar, de decir y de manifestar, por esa simple razón, tan enorme y tan grande, tenemos la firme convicción de que debemos continuar luchando por tener la libertad de pensar, de decir, de manifestar y nos oponemos a las dictaduras y a los dogmatismos… amamos la libertad y luchamos diariamente por ella, porque nuestros hijos y sus hijos y los hijos de sus hijos puedan tenerla y gozarla a pesar de los políticos, de los perversos políticos y de sus guías dogmáticos….

Así pues, mientras veo lo que sucede, no podemos dejar de pensar y de ver, reflexionar sobre lo que acontece en el país que al parecer está en guerra, una guerra que no queremos los ciudadanos, pero que vivimos y sufrimos, a pesar de que unos cuántos sean los que deciden si estamos en esa guerra y nos obligan a vivir en un permanente estado de sitio, de terror, de miedo, de horror. Hace 25 años, en México, se vivía una de las historias terribles donde agentes de la DEA habían sido asesinados por los narcotraficantes de la época y se habían enterrado en un rancho de Michoacán. El asunto se complicaba porque nadie entendía lo que sucedía y la forma brutal en que e habían desarrollado los acontecimientos, menos, entendíamos la forma en que autoridades de la policía, que proporcionaban la protección al crimen organizado, volteaban las cosas para tratar de culpar del asunto a un familiar de Cuauhtémoc Cárdenas, en ese entonces gobernador en Michoacán. El asesinato de Enrique Camarena y de un piloto mexicano, Alfredo Zavala, creaban las condiciones para que los mexicanos tuviéramos conciencia del tráfico de drogas, organizado por Félix Gallardo, Ernesto Fonseca y Rafael Caro, los cuales, en un momento de borrachera y confiados en su impunidad alcanzada por la complicidad que sostenían con los grupos de la policía y sobre todo, con la policía política, DFS, pensaban que no se investigaría sobre el tema… ahí, en el marco de la entonces campaña PACÍFICO UNO Y DOS se descubrían inmensas plantaciones de marihuana, en Chihuahua y otros estados, pero sobre todo, las complicidades de importantes políticos y policías en este manejo que llegó a puntear, en algunos casos, las investigaciones que se impidieron continuaran con el lavado de dinero, la protección recibida por personajes de la política, la banca, la policía, funcionarios y especuladores financieros… por esa razón, solamente, pagaron los responsables con la promesa de que después de unos años podrían salir en libertad, siempre y cuando cumplieran con la “ley del silencio” y no dieran declaraciones que perjudicaran a los verdaderos jefes y protectores de las mafias… y así, hasta hoy, cuando vemos que además de las muertes y los enfrentamientos, las mafias se protegen de tal suerte que solamente se ven en el campo de batalla a los sicarios y soldados de la misma en enfrentamientos brutales y sanguinarios…. Y, por mucho que se hable del tema, por los miles de muertos y víctimas, culpables e inocentes, que han dejado la vida en esta guerra que nadie quiere y que nadie aprobó, los intereses se mueven de tal suerte que continúan los conflictos y asesinatos a pesar de las movilizaciones de fuerzas de seguridad…. Como si en todo este esquema solamente se pretendiera dar la idea de que se juega, pero no de que se lucha y, por tal motivo, enfrentando intereses y controles de grupos, los policías y funcionarios solamente piensan que si dan facilidades a los grupos mafiosos para que ellos se liquiden, con el que gane en esa lucha brutal, se podrá negociar y controlar, como, durante tantos años lo hicieron, antes de que los intereses multimillonarios generaran los conflictos y los pleitos.

Por tal motivo, en Estados Unidos, los agentes de la DEA rinden homenaje a su héroe caído, Enrique Camarena, kiki, y se establece una semana para rendirle homenaje… claro, en México, los funcionarios y políticos tratan de que este tema no salga nuevamente al recuerdo, los malos recuerdos de terribles momentos. Lo que vemos, finalmente, todos, es que esa guerra continúa, sigue cobrando víctimas inocentes y miles de asesinados en los enfrentamientos. Vemos cómo siguen los robos de vehículos, los robos a las casas habitación, los secuestros y las extorsiones, las violaciones, los asesinatos, el trafico de drogas, armas y gentes y claro en todo, la impunidad, la ineficiencia, las complicidades y las corruptelas, porque ¿ de qué otro modo se puede pensar que siguen los asesinatos en muchos lados, donde el gobierno a movilizado a miles de soldados y de policías?. Sin duda hay complicidades y corruptelas además de ineficiencias, los intereses son multimillonarios y para simple muestra recordemos que, por ejemplo, Zhenli Ye Gong, el chino nacionalizado mexicano en el gobierno de Vicente Fox por acuerdo del entonces Secretario de Gobernación, Santiago Creel, gozando de muchas facilidades para construir sus empresas en el Estado de México por parte del gobierno de Enrique Peña Nieto, tenía más de 250 millones de dólares en efectivo y, muchos, dicen que la cifra alcanza mucho más de los 500 millones que de pronto se desaparecieron y que, por tal motivo, puede continuar en los Estados Unidos, porque allá, los agentes de la DEA, le están ordeñando toda la información y en cualquier momento sale a relucir si es que los tiempos políticos cambian y los intereses norteamericanos se afectan en seguridad o respaldo a su política y gobierno. En fin, ya no sabemos si estamos en una guerra de intereses, lo que estamos seguros es que, todos, queremos vivir en paz y con tranquilidad, sin guerras y sin violencias. Pero muchos olvidan las lecciones del tiempo y con el tiempo. Sobre todo los políticos que tienen amnesia total.

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