miércoles, 24 de marzo de 2010

De la era de la Ideología a la era criminal

“Al principio, todo fenómeno es un gérmen; al cabo del tiempo, llega a convertirse en una realidad tangible. El sabio piensa a largo plazo. Por eso presta atención a los gérmenes. La mayoría de los hombres carecen de perspectiva. Por eso no se ocupan del problema hasta que no ha llegado a ser evidente.

Cuando se trata de un germen, es un asunto sencillo, requiere poco esfuerzo y aporta excelentes resultados. Cuando el problema se ha hecho evidente, es preciso invertir muchos recursos en resolverlo, y todos los esfuerzos sueles ser en vano.

El I CHING DICE: CUANDO CAMINAS SOBRE ESCARCHA, EL HIELO NO PUEDE ESTAR LEJOS”.

DEL LIBRO DE Jean-Francois Gayraud: “El G9 de las mafias en el mundo.

EN todos los países se habla de los problemas del crimen organizado, la realidad es que la globalización también genera el fenómeno de la globalización del crimen organizado y lo que eran simples grupos de mafiosos, hoy, son las grandes trasnacionales mafiosas y se tiene que reconocer para tratar este tipo de fenómenos que nos afectan y que: “EL CRIMEN ORGANIZADO HA ABANDONADO LA MARGINALIDAD Y SE HA INSTALADO EN EL CORAZÓN DE NUESTROS SISTEMAS POLÍTICOS Y ECONÓMICOS”. Una cosa es la complicidad entre los policías y los criminales y otra más es que dentro de la evolución de esa complicidad se extiende la corrupción e invade las relaciones entre mafiosos y políticos, funcionarios, “empresarios”, banqueros, comerciantes y financieros, es más, rebasan este nivel y se convierten en sistemas financieros independientes de tal forma que son los que controlan parte de la economía y generan la sustitución del sistema de préstamos a corto y largo plazo, por mecanismos que les permiten, con la complicidad y protección de los políticos y de los financieros, hacer el reciclado de dinero conocido como “LAVADO”. NO SOLAMENTE A NIVEL NACIONAL SINO A NIVEL INTERNACIONAL.

ESTE nuevo poder económico y paramilitar del que hacen gala, les permite controlar los procesos políticos de tal suerte que se sabe que, muchos grupos y organizaciones políticas, en las entidades o en los municipios, no pueden operar sin el visto bueno de tales organizaciones y para ello financian campañas y colocan, sin “alianzas”, a muchos funcionarios, claves, para el control de la seguridad o para el manejo y operación de los recursos financieros que les permiten “lavar” enormes cantidades de recursos y, con ello, se genera la nueva generación de mafiosos que se mimetizan con los grupos del poder político y económico y, para ello, se infiltran en los organismos donde los políticos no tienen la experiencia ni el talento para detectar esa nueva forma de poder político—económico y se aumenta el poder paramilitar y de control en otras áreas. Por ello, la lucha contra los grupos criminales en la actualidad se pierde, de tal suerte que no se conocen los mecanismos de poder y de control, porque los cuerpos de seguridad o de vigilancia y policía se ven rebasados por los nuevos caminos y métodos del crimen organizado en el país.

Las mafias, no tienen preferencias ideológicas, tienen intereses, de tal suerte que operan de igual manera con cualquier clase de grupo y organización, pero, sobre todo, buscan la forma de operar con los que cuentan con ligas en el poder o están en el poder, por ello, su primer eslabón es la policía o los grupos de inteligencia, sobre todo porque los policías son similares en su forma de pensar y de actuar, es como si en un espejo de un lado estuviera la imagen mafiosa y en el reflejo la imagen de la “autoridad”, la mafia es “autoridad”. Los extremos se juntan pero sobre todo, se identifican, por esa razón dicen que para liquidar a los grupos de policías o a grupos mafiosos se tienen que utilizar a los mismos: con el criterio de: veneno combate veneno o fuego apaga fuego.

No son grupos que se inclinan por el terrorismo, el terrorismo quieran o no aceptarlo los genios de la “seguridad,” tiene bases ideológicas o religiosas y se opera con grupos inclinados al dogmatismo o de pensamiento radical y conservador, así, los grupos terroristas, están ligados a las luchas personales como en el caso del terrorismo operado por Pablo Escobar en Colombia o por los grupos islámicos y si vemos la forma de reacción de los dogmáticos individualistas o grupales, son, casi idénticos. No aceptan otra razón más que su forma de pensar o de entender las cosas y para imponer sus ideas, son capaces de matar, aún a los inocentes… buscan los reflectores con gran poder egocentrista… y así vemos que hay formas de enfrentar el fenómeno, con ideas o con caprichos y voluntades dogmáticas para imponerse por encima de los demás. Esta es la falla en la lucha en México. Existe dogmatismo, no estrategia y táctica político-militar. Se busca lo inmediato, no ganar la guerra… es tiempo de reflexión, no de dogmas ni egos… la vida de inocentes no se puede poner en riesgo como se hace. Más de 19 mil muertos y nadie dice nada…

COMO SI EN LA SOCIEDAD DEL ESPECTÁCULO Y DE LOS TEATROS ESA CIFRA FUERA PARTE DEL MISMO… Esta sociedad pasa de la era de las ideologías a la era criminal. Los grupos del poder y los gobiernos que establecen la “seguridad” y “el estado de derecho” está desmoronándose y se condiciona la era criminal que controla no solamente el poder económico, el paramilitar y político gracias al manejo de las complicidades y de las corruptelas donde los políticos y funcionarios pasaron de ser parte de la sociedad y la complicidad a ser servidores y serviles de este nuevo poder. Cuando los funcionarios y políticos se dejan deslumbrar por los espejismos mediáticos y la publicidad que logran por medio de los espectáculos en la seguridad se pierde el ritmo y los objetivos reales del enfoque de la lucha contra los grupos del crimen organizado y es así que ante el fracaso real que observa la ciudadanía pierden credibilidad y confianza.

Ante la represión y la violencia, la falta de garantías y seguridad a los medios de comunicación independientes y a los periodistas se genera un “disimulo” o se provoca una autocensura que impide ver la realidad a la sociedad y permite la manipulación de información o la generación de rumores en todo el país. Ante la falta de información oportuna y verídica se generan los chismes y los rumores y ante este fenómeno solamente se auxilian a los grupos fuera de la ley y no se da pie para que la misma sociedad exija que se castiguen a los criminales, sus socios o a la que llegan a la complicidad por la corrupción y se brinda la idea de que la criminalidad está enraizada dentro de la misma sociedad y los encargados de la “seguridad” ante la pérdida de visión y ante la falta de claridad en los objetivos, someten a la misma sociedad a la represión y la vigilancia de tal suerte que en vez de lograr que la sociedad sea un aliado de las fuerzas del gobierno y del estado, se sientan perseguidas, reprimidas y por tanto criminalizadas y en vez de tener confianza y credibilidad a lo que señalan los políticos y funcionarios pierden esa confianza y se convierten, si no en aliados de los grupos fuera de la ley, cuando menos les generan simpatía porque los ven también como víctimas en vez de victimarios.

En este tipo de conflictos armados se tiene que distinguir que la lucha es contra civiles criminales no ante grupos militares externos o internos que luchan por el poder o se disputan el mismo, simplemente es una nueva forma de darse los conflictos. No es una lucha por la libertad o la democracia, es una lucha de intereses económicos dentro de un mercado especial que abarca a un grupo que tiene ligas internacionales y supera los límites nacionales, la globalización de la delincuencia es una realidad y así se debe de entender para poderla enfrentar y que la comunicación no se vea limitada sino que sirva para fortalecer la lucha social…

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