lunes, 1 de marzo de 2010

Denuncias de Carlos Salinas de Gortari

La experiencia dicta y obliga a reconocer que, en política: “los amigos son de mentiras y los enemigos son de verdad, eternamente presentes”.

De alguna manera no se debe desconocer que desde que los presidentes fueron impuestos desde los Estados Unidos, se perdieron las rutas del nacionalismos y de la soberanía para entrar a las del servilismo y de la dependencia. Seguramente, Don Carlos Salinas de Gortari, ha sido uno de los políticos que han sufrido la embestida de la publicidad y de la manipulación política con el objetivo de liquidar su credibilidad y minar la confianza que pudiera generar como presidente en funciones o como ex presidente con experiencia. Y es de tal suerte que al término de su mandato se le acumularon las facturas y tuvo que pagar muy caro, con costos enormes, los cambios que había realizado y que marcan, quieran o no reconocerlo los “dogmáticos”, intransigentes y perversos, un importante cambio en la vida política, económica y social de México.

Tendríamos que ver que la descomposición del final del mandato de Carlos Salinas se vio ensombrecido por acciones que llenaron de terror y de odio a los grupos sociales, desde el asesinato sin razón y manipulado, en contra del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, uno de sus mejores aliados que lograron reestablecer las relaciones diplomáticas entre el Estado Mexicano y el Vaticano, dando nuevos bríos al desarrollo económico y social de la Iglesia Católica Mexicana y, dentro de este proceso, la violencia manifestada por los grupos del crimen organizado que manipulados por políticos, policías, funcionarios, empresarios, banqueros y especuladores financieros lograron establecer las acciones que marcarían el inicio de la narcoviolencia y el manejo y manipulación del fenómeno para orientarlo en golpeteos políticos en contra de personajes o grupos y partidos a los que se pretendía eliminar de la escena política nacional.

Con el apoyo y la simpatía de la Iglesia Católica que se veía beneficiada por este paso histórico, no hay duda que se podían lograr mejorar las condiciones sociales de apoyo a su mandato y a lo que se venía con la aprobación del TLC y los cambios que se tenían que realizar. Si esto se daba como pensaba Carlos Salinas de Gortari, con seguridadn se convertiría en uno de los personajes políticos más jóvenes que gozaría de enorme simpatía y poder para conducir muchas de las acciones posteriores a su mandato que dieran sentido y consolidaran lo que se iniciaba en el mismo. Por ello, “fuerzas extrañas” que siempre atentan los mejores momentos del desarrollo del país, actuaron, segando la vida del Cardenal para iniciar el golpeteo a los proyectos del salinismo que hoy, también, se ven empañados con esa alianza y dirigencia que sostiene Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrad en la conducción de los destinos del “PRD,” encabezando, supuestamente, las preferencias de la izquierda mexicana ligada con la ultraderecha del país.

Así, cada aparición de Carlos Salinas de Gortari en la política nacional genera especulaciones y se busca liquidar su credibilidad con ese manipuleo que se ha desgastado al paso de los años al presentarlo como el “villano” y “chupacabras” que ha generado los males nacionales. Pero con todo y esto, lo mejor es leer o escuchar, serenamente, lo que confiesa, porque tiene sentido lo que explica y, poco a poco, al paso del tiempo, se va conociendo la verdad y se conocerá la realidad de aquellos tiempos con la verdad de los hechos y las circunstancias en las que se generaron y provocaron, manipuladamente, los actos más miserables y brutales que cobraron la vida de otros personajes, generaron la salida de miles de millones de dólares y dieron paso a que un grupo del poder, aliado con la ultraderecha y con la izquierda oportunista y vendida, llegaran al poder para alentar y promover la “alternancia política” al dejar que, la ultraderecha, llegara al poder, después de Ernesto Zedillo y con su operación, para que Vicente Fox, un “gerente” de la coca-cola, llegara al poder por medio del aparato publicitario y los inmensos recursos de un grupo de especuladores financieros que se hicieron inmensamente multimillonarios con la crisis económica de 1995, cuando, como lo descubre y confiesa Carlos Salinas de Gortari, el gobierno de Ernesto Zedillo, formado por las escuelas y becario de los norteamericanos, “proporcionó información confidencial a mediados de diciembre de 1994 a unos cuántos empresarios mexicanos sobre la inminente devaluación, lo que dio pie para que éstos fugaran sus capitales y vaciaran las reservas internacionales en unas cuántas horas. Esta salida de recursos generó lo que llamó una crisis de insolvencia financiera”.

Increíblemente, Carlos Salinas de Gortari, declara que: “La principal medida para hacer frente a la crisis del peso fue sugerida por las autoridades financieras de Estados Unidos y ACATADA por el gobierno mexicano”, lo cual, solamente demuestra el grado de dependencia de nuestras políticas y la fuerza que generaron para que se golpeara el nacionalismo, la conciencia, valor de la autonomía nacional y soberanía del país. Carlos Salinas de Gortari, asegura que :“El gobierno estadunidense le impuso a Ernesto Zedillo la decisión de elevar las tasas de interés, aun cuando el equipo del Secretario de Hacienda se oponía a esa determinación. Las tasas pasaron de 7 a más de 110 por ciento. Fue esa decisión, la que provocó la quiebra de la banca mexicana, de miles de empresas y de cientos de miles de familias”. Por ello, el gobierno de Zedillo, “transfirió a la sociedad el costo del rescate bancario, que duplicó de hecho la deuda pública de México que se va a pagar durante 70 años”.

Ahora sabemos, por las notas autobiográficas de altos funcionaros norteamericanos que se entrevistaron e impusieron las condiciones a Zedillo para dar paso al “apoyo” que marca una total dependencia a Estados Unidos y genera la peor crisis que el pueblo mexicano ha tenido que pagarles y que nos sumió a miles de familias en la quiebra y el caos económico y perdimos nuestros recursos y habitaciones, para darles a los especuladores financieros y a los banqueros, la gran oportunidad para que aumentaran sus ingresos y capitales, gracias a que el “ROBAPROA”, logró lo que ningún otro había logrado: “ROBAR A LOS POBRES QUE SON LA INMENSA MAYORÍA DEL PAÍS PARA BENEFICIAR A LOS RICOS, QUE SON MUY POCOS Y SE ENRIQUECIERAN MÁS, COMO HOY LO VEMOS EN LA REALIDAD NACIONAL”. Así, imponiendo condiciones y generando la subordinación total a esa política entreguita, Zedillo y los presidentes que posteriormente han llegado al poder han generado grandes esfuerzos no para ayudar y solventar al pueblo, sino para hacerlo dependiente de los intereses del extranjero a cuyos intereses se han sometido los políticos, los policías y los financieros en este país, para servir a los extranjeros y no a los mexicanos.

NO SOLO HEMOS PERDIDO LAS oportunidades económicas, la soberanía nacional, la independencia, también hemos perdido quieran o no aceptarlo, la capacidad y la libertad de controlar a los grupos de seguridad nacional y social que, hoy, están sometidos a las determinaciones que nos den otras potencias a las cuales servimos, no para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos sino para darles la seguridad a ellos, contra sus enemigos que no son los nuestros y a sus intereses que tampoco lo son. Hemos perdido la dirección y conducción de la política de seguridad y por ello la penetración de la narcopolítica y la narcoviolencia en todos los frentes, afectan, seriamente, la seguridad de los ciudadanos y responden a la política de dependencia que permite la conducción y el manejo de nuestras fuerzas de seguridad de acuerdo a los intereses y determinaciones de otros y no de los mexicanos. Tenemos hoy, una dependencia económica, militar y política que no es la nuestra.

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