jueves, 18 de marzo de 2010

La falta de comunicación genera horror

LA FALTA DE UNA INFORMACIÓN CLARA Y HONESTA HACE QUE LA ESPECULACIÓN Y EL RUMOR SUSTITUYAN LO QUE DEBE CUBRIR LA INFORMACIÓN EN LOS TIEMPOS DE CRISIS Y ES ASÍ QUE DE ESPECULACIONES, RUMORES Y CHISMES SE VAN TEJIENDO LAS TRAGEDIAS. Por esa razón, cuando hemos recibido este correo de nuestro amigo Fernando Martínez donde reproduce un escrito de Gabriel García Márquez, nos permitimos reproducirlo, porque ilustra perfectamente lo que acontece en muchas partes del país ante la ineficiencia y la falta de visión de los encargados de la comunicación del gobierno federal. Aquí el escrito:

“Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde una señora mayor que tiene dos hijos, uno de 19 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:

“No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo”.

El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:

“Te apuesto un peso a que no la haces”. Todos se ríen. El se ríe.

Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Y él contesta:

“Es cierto, pero me he quedado preocupado de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo”.

Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá, feliz con su peso y le dice:

“Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.”

¿Y por qué es un tonto?

“Porque no pudo hacer una carambola sencillísima, según él preocupado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo”.

Y su madre le dice: NO te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.

Un pariente que estaba oyendo esto y va a comprar carne y le dice al carnicero: “Déme un kilo de carne”, y en el momento que la estaba cortando, le dice: Mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar seguro”.

El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice: “mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar. Y se están preparando y comprando cosas”.

Entonces la vieja responde: “tengo varios hijos, mejor déme cuatro kilos…”. Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor.

Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde. Alguien dice:

¿Se han dado cuenta del calor que está haciendo?

¡Pero si en esta pueblo siempre ha hecho calor!

Sin embargo, dice uno, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.

Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.

Sí, pero no tanto calor como hoy.

Al pueblo todos alerta, y a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: “Hay un pajarito en la plaza”. Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.

Pero señores, dice uno siempre ha habido pajaritos que bajan aquí.

Sí pero nunca a esta hora.

Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.

Yo si soy muy macho, grita uno. Yo me voy.

Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve.

Hasta que todos dicen: “Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos”

Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.

Y uno de los últimos que abandona el pueblo dice: “que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa”, y entonces la incendia y otros incendian también sus casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado: “¿VISTE MÍHIJO, QUE ALGO MUY GRAVE IBA A SUCEDER EN ESTE PEUBLO?”…

Y es lo que sucede en muchas partes del país, solamente, porque se esparcen rumores, chismes y se entra en pánico… pero la culpa también es del gobierno que no sabe comunicar, ni tiene credibilidad…ni goza de confianza.

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