martes, 11 de noviembre de 2008

Un duelo personal no es un duelo nacional

En verdad que Carlos Fuentes es uno de mis escritores preferidos. Desde hace muchos años, en los de estudiante, sus obras fueron referencia pero sobre todo nos dieron una óptica diferente para ver el mundo y la vida. No es simplemente un novelista que especula o crea, es un gran observador de la realidad nacional y de la vida de los hombres y mujeres. No se perdió en el fácil escándalo de la oposición sino que siempre ha sido un crítico de la situación política, social y económica del país de tal forma que al leerle no se pierde el tiempo porque se está en el tiempo y esa es su gran capacidad como escritor.

La editorial Alfaguara, acaba de publicar su obra “LA VOLUNTAD Y LA FORTUNA” y mostrándonos un poco de lo que todos hemos sido en la juventud, con los amores, las pasiones, las dudas, las intrigas, las preguntas, las respuestas, los odios, los desamores, ilusiones, cachonderías, sexualidades, sueños, frentazos,, también nos muestra la realidad nacional en un recorrido por varios personajes que de inmediato identificamos pero que no tienen nombre. Las dos fuentes del poder: el político, limitado a los sexenios y el económico que trasciende los tiempos y que por eso, por el dinero y la crudeza de su acción se impone quieran o no reconocerlo los políticos por encima del poder de un presidente, simple y llanamente, porque son los patrones de ellos, los de siempre, los que han mandado desde los túneles del tiempo y las bóvedas de los bancos.

Nos muestra cómo se van creando las personalidades y como se tejen las intrigas y las traiciones, nos muestra en pocas hojas la realidad del poder y sus reglas, las escritas y las no escritas, las que son permanentes para los hombres o mujeres que se han perdido en los campos del poder absoluto por miedo a retornar a las miserias económicas y morales de cada uno. Nos dice cómo se tejen las intrigas en el sexo y cómo los hombres sucumben a los encantos y los embrujos de las hembras del poder. La violencia es clara en cada caso, es una violencia que todos conocemos desde hace algunos años, con muertes provocadas por las ambiciones, por las ineficiencias, por las complicidades y las corruptelas.

Nos hace ver las miserias de la cárcel, sus reglas rotas y sus reglas aplicadas donde la corrupción y la muerte, es la constante y lo que refleja la realidad de un país o una comunidad. “No sé si suspiró: -En toda la América Latina se rinde homenaje a la ley sólo para violarla mejor. Las prisiones de México no son peores que las de Brasil. En Colombia la guerrilla impone su propia ley penitenciaria, burlando la legislación nacional. En América Central, los desastres de la guerra han creado tantas situaciones de Facto que el derecho es letra muerte”. Es cierto la Constitución, la niña más violada y, la ley, se paga con mordidas o con influencias y así, en este país, como en otros muchos, la sed no solo es de comida, de trabajo, de salud, de cobijo, de vivienda, también es la sed de justicia porque el sabor salado de la injusticia es lo que vende y lo que se toma en cada caso por las mayorías. El derecho penal es para los jodidos, el civil es para los que pueden, tienen o gozan del poder. La impunidad es la constante de tal forma que nadie declara los horrores ni las pasiones, las injusticias porque si lo hacen se pierden en los laberintos judiciales y pierden dinero, dignidad y tiempo.

Hace algunos años, el Dr. Gustavo Baz me contaba una anécdota que le había sucedido al presidente Ruíz Cortines, cuando un grupo de diputados, alarmados y alharaquientos llegó a su despacho gritando que era increíble que en México la Justicia se vendiera. El presidente, viejo sabio y experimentado, con salidas para todo, los calmaba diciendo: “Señores, deben de tener calma. Esto no es verdad. “LA JUSTICIA NO SE VENDE, SE VENDE LA INJUSTICIA” y como todo en este país, también nos cuenta Carlos Fuentes, las palabras hacen que los políticos se enamoren de sus propios discursos, promesas y mentiras y así llegan a la soledad del poder porque como no se comprometen realmente tampoco tienen confianza en nadie. El poder los mata en vida o les llena de ambiciones como a Fox y a su familia que no quieren dejar la teta del poder para continuar mamando, sabiendo que “becerro que no brama, pues no mama”..

Y educándonos en lo que es la historia de un proceso, nos dice: …”Mi marido don Maximiliano, fue muy tenorio de joven… Te digo que empezó mujeriego y terminó patético… De una revolución se sale muy listo o se sale muy pendejo, pero nunca se sale indemne. Mi marido salió de a tiro pendejo. Protagonizó la penúltima revuelta militar en 1936, creo que nomás por pura costumbre de andar siempre sublevado. De a tiro idiota, te digo. No se percató que los tiempos habían cambiado, la revolución se iba a volver institución, los guerrilleros se iban a bajar del caballo para subirse al Cadillac, no había más reforma agraria que la venta de lotes residenciales en las Lomas, la libertad de trabajo acabaría con los obreros sindicalizados al mando de líderes sinvergüenzas, la libertad de prensa sería dispensada por un monopolio del papel concentrado por nuestro compadre Artemio Cruz, ¡épocas heroicas chamaco!, el que no transa no avanza, vivir fuera del presupuesto es vivir en el error y si no apareces fotografiado en un cóctel aunque sea del bribón bandolero Nazario Esparza, de perdida, no eres nadie y si no casas a tu hija con un dispendio de millones florales, eclesiásticos, banquetables, fotografiables y jotografiables, es que la niña es pura y sus padres pobres y un político pobre es un pobre político, alguien dixit”. Y así sigue siendo, ahora en las escuelas privadas y confesionales donde se citan los ricos y los que pueden servir adecuadamente a los ricos.

Los políticos se dan cita en todos los cócteles y en todas las fiestas de gorra o de paga, no importa, son más importantes los periodistas de sociales que los analistas políticos y por esa misma razón, la política pierde de rumbo cuando los locutores le hacen al analista y los analistas se sienten intelectuales. Es una guerra dura contra la inteligencia y sobran las palabras y los datos que no dicen nada pero que dichos por una cara bonita, por el locutor de moda, por el niño bien que aparece ahora como intelectual de rancho y se codea con los hombres y mujeres del poder, a los que desdeña, regaña, juzga, pero no escucha, es lo que impone la relación del rumbo político en un país que empezó en las palabras y terminó en las mismas, Ahogado en vómitos y en excrementos de políticos y putas del sistema, entre las corruptelas y el dinero fácil, sin ganar, dejando que se compren hombres, mujeres, niños, honras, valores, tiempos, esquelas, vivencias, en fin las compras no son solo de mercancías, todo es mercancía porque en la política, no hay servicio sino que existen intereses y negocios.

“… Sigue mi ejemplo. Hay que crear poderes económicos previos a las decisiones del gobierno. Hay que temerle a los lambiscones. Hazte poderosos por tu cuenta y manda a la chingada a los aduladores. He dicho”… y si todos los políticos le hicieran caso a tales experiencias, recomendaciones, clases de política práctica de la real polik, dirían los politicólogos, pero mientras tanto, no podemos esperar nada de las ofensas no aceptadas o de las intrigas que no tienen nada de poder en las acciones de los demás. Sin embargo así es la vida, la política y las malas influencias que vivimos en este país ya no del tercer mundo sino del inframundo, de la irrealidad, de la política ficción y del surrealismo nacional. Sin embargo, los políticos no aprenden y se quedan en esa irrealidad, en esa magia y en esas mafias que todo lo controlan.

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