lunes, 24 de noviembre de 2008

Compromiso presidencial.

En pasada colaboración señalaba que no podía el presidente, Felipe Calderón, realizar el cambio de “caballos a la mitad del río a riesgo de caer en el mismo”, que la llamada “operación limpieza” realizada por instrucciones de los Estados Unidos, después de que la DEA descubre, por medio de un “testigo protegido” la complicidad existente en varios mandos de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y en el AFI con grupos del narcotráfico, cambiar, como lo solicitaban algunos funcionarios y políticos al secretario Genaro García Luna, demostraría que la política seguida en contra del crimen organizado era un fracaso, y sería peligroso porque no existían evidencias sobre alguna participación del secretario en la misma complicidad y corrupción existente, entre algunos de sus funcionarios íntimamente ligados con él, y se podría considerar que entonces no era una limpieza sino un “ajuste de cuentas” o el resultado de las confrontaciones entre los mandos de la seguridad nacional.

Es lógico que un funcionario no es el responsable de la conducta de sus subordinados, tiene obligación de estar atento a lo que realizan en sus funciones y por esa razón, cuando se dieron cuenta de que no “existían resultados” en contra del crimen organizado, las investigaciones dieron con esa complicidad y corrupción con miembros del crimen organizado de tal manera que no había duda sobre esa participación y es por ello que, cuando los elementos proporcionados por el “testigo protegido” cuadraron los demás datos, se procedió a la detención de altos mandos, incluyendo a un subsecretario del ramo.

Recuerdo que cuando se descubrió la complicidad del general Gutiérrez Rebollo con uno de los más importantes narcotraficantes del país, no faltaron los perversos que pretendieron involucrar al Secretario Cervantes con este personaje y, por tal motivo, no “le tembló la mano” al Secretario de la Defensa en consignar al General Rebollo, a pesar de que las investigaciones para su nombramiento no habían aclarado esa relación que sostenía con el crimen organizado. Algunos, también pretendieron decir que era un “venganza del General Secretario de la Defensa porque, supuestamente, el general Rebollo, era uno de sus competidores y “posible sucesor”. La realidad es que no existían elementos para dudar de su conducta y por tal motivo la acción en contra de Rebollo, se generó con todo el apoyo del presidente Zedillo, para que no se diera cabida a ninguna duda. Hoy, desde Lima, Perú, el presidente Felipe Calderón, manda su firme apoyo a Genaro García Luna para que este continué en el puesto y se siga en las labores comprometidas contra el crimen organizado y la lucha contra la corrupción.

El presidente declaraba: “Hay que poner las cosas en su justa dimensión. El gobierno federal a mi cargo ha asumido un compromiso firme de combate a la delincuencia.”

“Y no sólo de combate a la delincuencia organizada sino también de la corrupción asociada…. Una corrupción que viene de muy atrás y que por desgracia penetró los órganos de procuración de justicia, los órganos policíacos y judiciales”.

“Eso no implica, como algunos lo han sugerido, que sean investigaciones dirigidas alrededor o hacia una persona y no desde luego al caso del Secretario García Luna, quien tiene una gran capacidad en término de sus funciones atingentes a la SSP. Evidentemente que si hubiera alguna duda de su probidad, o más aún algún elemento probatorio que descalificara esa probidad, seguramente no sería secretario”.

“No se trata de investigaciones alrededor de él o de cualquier otro funcionario. Se trata de un compromiso de limpieza en torno al Gobierno federal”..

“Deben tomarse las cosas claramente como son: un compromiso claro del Gobierno federal contra la delincuencia organizada y de lucha sin precedentes contra la corrupción asociada a la delincuencia organizada”.

“Lo que puedo decirle al pueblo de México es que los mexicanos pueden estar confiados en que el Gobierno federal seguirá adelante en su compromiso y no cesará hasta poner a disposición de los mexicanos órganos de procuración de justicia y seguridad totalmente confiables”…

En este sentido, se continuará con lo que se viene realizando en el tema y se modificarán muchas de las estructuras en la seguridad interna de los organismos de seguridad. Ojala que este proceso no provoque lo que en su momento, ante ese blindaje de “Seguridad”, se generó en lo que fuera la Dirección Federal de Seguridad, cuando solo sirvió el hecho de que no pudieran tener acceso a la información de ella y a sus actividades por parte de los organismos sociales, para que se creara una mafia o “hermandad” como se han creado aún con las condiciones de supervisión que aparentemente tienen algunos cuerpos y organismos sociales y políticos. Las famosas “hermandades” entre los grupos de policías son las que han permitido la creación de complicidades y corruptelas en las instituciones.

Que bueno que las investigaciones han demostrado la honestidad y lealtad de Genaro García Luna, porque de otra manera, esto, hubiera generado una gran crisis política en el gabinete presidencial porque si se ha perdido al Secretario y “hermano” de mayor confianza del presidente, como es el caso de Juan Camilo Mouriño, la posible caída de Genaro García Luna, provocaría toda clase de especulaciones, desde los atentados hasta las posibles corruptelas y complicidades al más alto nivel del gobierno con lo que, desde luego, la gente, hubiera perdido toda confianza y lo más seguro es que hubiera terminado, el presidente Calderón, con un apoyo muy reducido que, en cualquier momento, hubiera podido poner en peligro, no solo la estabilidad política del gobierno sino, su propia vida.

En el caso de que Genero García Luna, hubiera estado relacionado con el crimen organizado o con las complicidades de sus funcionarios con honestidad, podríamos señalar que no había existido mayor estabilidad política, social y económica en el gobierno de Felipe Calderón. Si el presidente se arriesga a dar este “espaldarazo” a su Secretario de Seguridad Pública Federal es porque, seguramente, las investigaciones realizadas por la SIEDO, la PGR y el mismo gobierno norteamericano, que ya no podemos olvidar tiene amplia ingerencia en los temas de seguridad del actual gobierno, aseguran que el Secretario no tienen ninguna implicación en este asunto de las corruptelas y complicidades y por ello, le reitera la confianza y se le brinda la confianza de los mandos de la seguridad norteamericana, de otra manera, no hay duda, como lo dijo el presidente, Genaro, no sería secretario.

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