viernes, 14 de noviembre de 2008

Las cosas se hacen bien pensando bien

YA SABEN USTEDES QUE Don Armando Fuentes Aguirre, no solo es un gran maestro de las letras y extraordinario abogado, un hombre estudioso de la conducta humana y observador de la vida, filósofo puro en el mejor nivel. Así que leía en una de sus columnas que: “Un filósofo chino le preguntaba a sus discípulos, cómo ocuparían su tiempo de tres horas y tuvieran solamente esas tres para cortar un árbol. Se quedaron callados y entonces, él, les dijo que ocuparía dos horas para afilar bien el hacha y una hora para cortarlo. Es decir hay que planear adecuadamente el trabajo y la responsabilidad de uno y es como se pueden realizar mejor las actividades.

Esto viene a cuento porque en nuestro periódico como en otros, pero en el nuestro parece que es una constante de algunos “responsables” que, “papando moscas, pensando en la quijada del burro que se utilizó para combatir a algunos enemigos, pensando en las señoras que se dejan en el camino, en las familias abandonas, en los hijos no cuidados, en las nuevas novias o en las pachangas de moda, se les olvida poner la página editorial, imagínese usted que, de pronto, en un diario, al responsable, se le olvide la portada o cualquier otra parte del mismo y que, con toda calma y cinismo, le digan que se revolvieron en el trabajo porque esto quiere decir que, en verdad, no estaban en el trabajo o pensando en hacer el mismo con la seriedad que se exige.

Y es verdad, los hombres tenemos muchos problemas que resolver en la vida diaria, sobre todo cuando estamos con la responsabilidad de una familia, tenemos que ver los gastos, ocupar adecuadamente nuestro tiempo para repartirlo bien en la atención de nuestra pareja, los hijos, los amigos, los parientes y por supuesto estar en constante actualización en los estudios y en las cosas propias de la profesión o cuando menos, aumentando el acervo cultural y, por todo ello, es importante que pongamos orden en nuestras vidas, en la atención clara de los problemas que tenemos, porque con un desorden emocional, es claro que damos como producto, otro desorden emocional.

Esto vale para todos nosotros, los políticos, se descontrolan cuando no pueden alcanzar las metas que quieren y en razón a ellas, por ejemplo, vemos las variantes que tiene Andrés Manuel López Obrador ,cuando se da cuenta de que las cosas no le salen como él ha querido y por ello, en una respuesta visceral, acusa a los miembros del Tribunal Federal Electoral como un grupo mafioso, sin reconocer que la mafia, en el grupito de tribus del PRD, es lo que le ha permitido ser un personaje en este tiempo que llevamos viendo su desesperación para construirse una figura de caudillo, cuando debería saber que, los caudillos, quedaron en las sombras y que los pueblos requieren de gentes serias y serenas, no los que se descontrolan con facilidad.

Esto, también, lo vemos en las respuestas de su desorden emocional que sostienen Vicente Fox, en esa ocupación intensa, donde pretende que los demás le aceptemos sus burradas y su interés en mostrar una cara que no pudo sostener en el poder. Su desorden emocional, desde su divorcio y los conflictos familiares, le han llevado a actitudes violentas y desesperadas, como lo muestra su mismo desorden emocional. No son pocos los que señalan que, desde el pleito con su señora madre, Doña Mercedes, que le dejó de hablar, hasta el día de su muerte, cuando él le reclamara el trato que le daba a Marta, no lo ha podido superar y entra en serios conflictos de personalidad; por esa misma razón, al reportero, Jorge Ramos, de Univisión, cuando preguntaba sobre su uso del Prozac, fue violentamente corrido, sin terminar la entrevista, de las oficinas de Los Pinos. En fin, parece que de loquitos que pierden el piso cuando llegan al poder, estamos llenos en el país.

Ahora, algunos que se consideran amigos de Juan Camilo Mouriño han dejado el luto y se vuelcan en las pachangas y las reuniones para olvidar la muerte de su querido amigo y es claro que esto sea parte del dolor y del proceso de duelo que se tiene que llevar a cabo, pero cuando se está en las responsabilidades políticas o en las administrativas, este duelo se debe de llevar con honestidad y superar, para que sirva como un aliciente en la vida y no como un obstáculo de vida. Ya vemos, también, al Presidente Felipe Calderón, al que en verdad le dolió la muerte de su colaborador, su amigo, su estratega político, realizando actos de duelo que, de tan serios, fueron criticados, porque seguramente se excedieron y por ello, no se pudieron entender completamente, pero ahora, al paso de los días, sin dejar el dolor y estar en este duelo, no hace cosas indebidas y al contrario, demuestra, con su actividad y ejemplo, lo que se debe hacer para superar las pruebas dolorosas que la vida nos pone a cada momento. Esto es lo que deben entender muchos políticos que no saben, por sus desordenes emocionales, estar en calma y con tranquilidad atendiendo los asuntos de la vida y prefieren sumirse en las pachangas, en el alcohol, llegando a las depresiones, que ponen en riesgo a ellos y a los demás que están confiados en su actividad y en el responsable cumplimiento de sus tareas.

Recuerdo que, cuando Richard Nixon, entró en el proceso de confrontación con el Congreso, la Prensa y demás sectores en el escándalo que le lleva a perder el poder, entró en franca depresión y en un crisis aguda que mostraba su desorden emocional.. Esto mismo sucedió con Stalin cuando los asesinatos y las “purgas” del poder lo mantuvieron aislado, como un gran dictador, de tal suerte que sus biógrafos sostienen que, en los últimos años, había perdido la estabilidad emocional que siempre mostró con su frialdad en la política.

Ante el escándalo que llevó por sus relaciones extramaritales y con Mónica Lewuinski, Clinton, sufrió de una gran crisis que solamente pudo superar gracias a la fuerza y al apoyo que le brindó su Esposa Hilary y es por ello que, su imagen, ha quedado, de tal suerte que ahora es un personaje importante, tomando las distancias adecuadas, en el triunfo de Obama y, con seguridad, podrá ser un adecuado consejero de este primer presidente negro de Estados Unidos.

El gran resentimiento y la violencia que ha mostrado el presidente Bush, muchos, lo achacan a que su amigo y consejero, su padre, ya no pudo asesorarle adecuadamente en la segunda parte de su mandato y por esa violencia y desorden, por ese odio y la ambición desmedida, se han provocado guerras totalmente injustificables y se han provocado, muchos dicen y aseguran, los autoatentados, para despertar el odio de los norteamericanos en contra de los enemigos de Bush, cuando al principio, fueron su aliados y asociados. Existe un libro que leí hace muchos años cuyo título era: “Los Enfermos que nos Gobernaron” donde se demostraba que muchos dirigentes y líderes políticos, habían llegado a un nivel de edad que en el poder los desquiciaba y por esa razón, se volvieron terriblemente peligrosos o no cumplían adecuadamente sus labores, porque no estaban en la plena capacidad ni física ni mental y esto es lo que nos sucede en el campo personal, en el profesional o en el nacional, cuando los que deben cumplir y estar atentos de su trabajo no lo hacen las cosas salen mal y se dan al traste con muchos proyectos, porque cuando los productos son malos, las gentes dejan de confiar en los mismos y en los productores.

El país, en los tiempos de crisis, requiere y está obligado a que todos los que tenemos un trabajo, lo hagamos con seriedad, pero sobre todo, con planeación y atención, si no sabemos cumplir, pues mejor dejemos la oportunidad a los que lo quieren y lo van a hacer. Si no servimos no estorbemos, es la mejor forma de superar las crisis y, cuando tenemos desórdenes emocionales, lo que debemos hacer, es atendernos con un buen psicólogo o llevar una terapia adecuada que nos permita superarnos.

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