DICEN LOS QUE SABEN QUE LAS LÁGRIMAS SON PARA LAVAR LAS PENAS Y LIMPIAR EL ALMA. También, en muchos lados, siempre recomiendan a las gentes que antes de hablar se debe morder la lengua y pensar en que lo que se diga tendrá resultados y no se podrán recuperar las palabras y menos, olvidar las ofensas, cuando en política se vierten con facilidad, pensando en que serán motivadoras para las acciones que un piensa realizar.
Hace algunos años, en 68, estando como representante de la ESE en la manifestación del 27 de Agosto en el Zócalo, con 23 años a cuestas y muchas responsabilidades en funciones, para algunos no se olvida el hecho de que por un discurso motivador de buena fe se solicitaba a la concurrencia que aceptara el hecho de que los creadores de este discurso, otros representantes igualmente inmaduros y poco experimentados en la política, se realizara el llamado diálogo público solicitado a las autoridades en el Palacio de Bellas Artes o en el Estadio Universitario. Por supuesto que los ánimos de los jóvenes que asistían a ese inmenso y brillante mitin en el Zócalo también estaba impregnado de la emoción, donde una madre de familia, en un discurso improvisado, había dicho que si “quería el presidente Díaz Ordaz, más hijos para que los siguiera matando, las madres mexicanas, darían a luz, a otros más”. Palabras más o menos que calentaban los ánimos de tal forma que, al llegar a esa parte del discurso, la gente, toda la gente, gritaba que se realizara el Diálogo Público en el Zócalo y en ningún otro lado más. Ahí, encaramado en el camión, veíamos, espantados, las acciones de los muchachos “calientes” que se lanzaban en contra de las puertas de Palacio Nacional y ante esa realidad y los gritos de Zócalo, Zócalo, opté por solicitar una votación del lugar y todos, todos votaron. No fui yo el que propuso el sitio ni la hora ni otras jaladas que al tiempo, muchos tontos, quieren colocar en mi contra, porque esa era la realidad y así, de buena fe, se solicitaba la votación a la masa, a pesar de que ahora, algunos, digan que a las masas no se les solicitan votaciones cuando todos estábamos inmersos en lo que creíamos era la primera realidad democrática en el país… si yo hubiera, a pesar de que el hubiera no existe en política, pensado un poco más sobre el tema, tal vez, las cosas se hubieran calentado más y las puertas de Palacio hubieran caído y con ellas, la represión, hubiera sido brutal, más brutal que la del dos de octubre. Pero en fin, el hubiera no existe y por esa experiencia, puedo decir que, tal vez ,el presidente, en vez de acelerarse y “regañar” a los miembros de su partido por todas las ofensas que dice y asegura le hicieron a Juan Camilo Mouriño, y otras cosas más, tal vez, hubiera, aunque el hubiera no existe en política, pensado más sobre ese regaño y ese reclamo que no le perdonarán, por mucho tiempo, los panistas, cuando todos saben que si el presidente le quería y mucho, no se puede obligar a todos, a pensar en los mismos términos.
Insistimos en que todos podemos reconocer en el gran afecto que el presidente Felipe calderón tenía por Juan Camilo. Incluso, ahora, lo coloca como el gran estratega que les llevó y motivó para alcanzar el triunfo en la sucesión presidencial en contra de las predicciones, donde Vicente Fox y otro importante grupo de panistas, querían eliminarle de la contienda interna y por tanto de la posibilidad de alcanzar la presidencia de la República. Seguramente, Calderón, lo acepta y reconoce que, Juan Camilo, le motivó y trazó la estrategia para que llegaran al poder, pero esto no muestra las capacidades que quiere imponer el presidente para que le guardemos honras a su amigo y colaborador, para el estratega y posible sucesor. Él, lo puede tener en un nicho, pero no obliga a los mexicanos a que le guardemos honores de héroe o que le respetemos como él sugiere se le respete, porque no tenemos nada que agradecerle y menos que reconocerle.
El mismo presidente ha hablado de intrigas palaciegas, de “muinas” de rencores, de pequeñeces, de ofensas y dice que esto es lo que les ha impedido ganar otras elecciones, como si esto así fuera cierto. La realidad es que el presidente ha querido decir que su amigo entrañable, por el que tanto sufre en su pérdida, el afecto que le ha llevado al poder y el frustrado sucesor en su mandato, recibió intrigas, ofensas y por supuesto, el no reconocimiento y la disciplina que, supuestamente, le debían todos los panistas y esto es lo que reclama el presidente a sus cuates, a sus compañeros de partido y bueno, lo puede hacer porque está en el poder, pero no lo merecen los demás. Por ello, intuimos una gran ruptura en la agrupación panista y no hay duda que, los grupos que no le quieren ni le respetan, aprovecharán el momento de debilidad para confrontar al presidente y esto, puede tener lamentables consecuencias.
En este contexto, es merecido el reconocimiento que se debe dar al nombramiento de Fernando Francisco Gómez Mont, quién siendo un abogado independiente y consultor, vuelve a la política, como nuevo Secretario de Gobernación, para continuar con la interlocución con las fuerzas políticas y supervisar el acuerdo sobre seguridad y la lucha contra el crimen organizado.
La experiencia y el talento, la discreción y el buen humor de Gómez Mont, siempre lo han mantenido cercano a otro panista de gran talento, Diego Fernández de Cevallos y donde el “jefe Diego” siempre ha reconocido en él, su talento y preparación, su honorabilidad y otras muchas cualidades que hacen falta en la política actual.
Como abogado litigante, sus enemigos han dicho que “ha defendido a delincuentes” y es lógico, en una carrera como abogado se defienden a delincuentes y a inocentes, para eso estudiaron, por ello, las intrigas que han salido de algunos “honestos” políticos, no pueden ser medida para criticar a un personaje como Gómez Mont. La realidad es que en política muchos le reconocen su talento y capacidad negociadora, cualidades que son vitales en la nueva Secretaría de Gobernación y en los tiempos actuales.
Por supuesto que dentro del campo de la seguridad, los grupos del poder se están dando hasta con la cubeta y esto es real, los grandes intereses económicos que se mueven en el tema y los enormes recursos aprobados para las instituciones, nos dan la idea de que los políticos y los policías políticos, se destrozarán por defender sus intereses, ahora, cuando todo queda en un vacío y donde los nuevos funcionarios tendrán que meter orden y poner en su lugar a los propios intereses que se mueven en este campo.
La conformación de los grupos del narcotráfico sufren, sin duda, una reorganización y por tanto nuevos intereses se moverán en el campo de las relaciones con los grupos de la seguridad y en especial, con los compromisos, componendas y complicidades que sostienen con la policía política en el país, lugar, donde se dan las nuevas relaciones y se establecen los nuevos pactos entre la delincuencia y la autoridad y, cuando no se debe dejar a un lado, el nuevo papel que juegan los grupos de las Policías Privadas que son los negociadores entre delincuentes y autoridades para los pactos y componendas que se realizan en todo el país ya que, ahora, son los nuevos guardianes del tránsito de los cargamentos de drogas, armas, mercancías, dinero y gentes que se dan por todo el territorio nacional en complicidad con las policías de todo el país. Ahí es donde Gómez Mont y sus asesores, deben empezar, para continuar con la limpia que no se ha terminado en el campo de la seguridad nacional. Bien venido a la Secretaría de Gobernación, es capaz y tiene los pantalones para continuar en el cargo.
Hace algunos años, en 68, estando como representante de la ESE en la manifestación del 27 de Agosto en el Zócalo, con 23 años a cuestas y muchas responsabilidades en funciones, para algunos no se olvida el hecho de que por un discurso motivador de buena fe se solicitaba a la concurrencia que aceptara el hecho de que los creadores de este discurso, otros representantes igualmente inmaduros y poco experimentados en la política, se realizara el llamado diálogo público solicitado a las autoridades en el Palacio de Bellas Artes o en el Estadio Universitario. Por supuesto que los ánimos de los jóvenes que asistían a ese inmenso y brillante mitin en el Zócalo también estaba impregnado de la emoción, donde una madre de familia, en un discurso improvisado, había dicho que si “quería el presidente Díaz Ordaz, más hijos para que los siguiera matando, las madres mexicanas, darían a luz, a otros más”. Palabras más o menos que calentaban los ánimos de tal forma que, al llegar a esa parte del discurso, la gente, toda la gente, gritaba que se realizara el Diálogo Público en el Zócalo y en ningún otro lado más. Ahí, encaramado en el camión, veíamos, espantados, las acciones de los muchachos “calientes” que se lanzaban en contra de las puertas de Palacio Nacional y ante esa realidad y los gritos de Zócalo, Zócalo, opté por solicitar una votación del lugar y todos, todos votaron. No fui yo el que propuso el sitio ni la hora ni otras jaladas que al tiempo, muchos tontos, quieren colocar en mi contra, porque esa era la realidad y así, de buena fe, se solicitaba la votación a la masa, a pesar de que ahora, algunos, digan que a las masas no se les solicitan votaciones cuando todos estábamos inmersos en lo que creíamos era la primera realidad democrática en el país… si yo hubiera, a pesar de que el hubiera no existe en política, pensado un poco más sobre el tema, tal vez, las cosas se hubieran calentado más y las puertas de Palacio hubieran caído y con ellas, la represión, hubiera sido brutal, más brutal que la del dos de octubre. Pero en fin, el hubiera no existe y por esa experiencia, puedo decir que, tal vez ,el presidente, en vez de acelerarse y “regañar” a los miembros de su partido por todas las ofensas que dice y asegura le hicieron a Juan Camilo Mouriño, y otras cosas más, tal vez, hubiera, aunque el hubiera no existe en política, pensado más sobre ese regaño y ese reclamo que no le perdonarán, por mucho tiempo, los panistas, cuando todos saben que si el presidente le quería y mucho, no se puede obligar a todos, a pensar en los mismos términos.
Insistimos en que todos podemos reconocer en el gran afecto que el presidente Felipe calderón tenía por Juan Camilo. Incluso, ahora, lo coloca como el gran estratega que les llevó y motivó para alcanzar el triunfo en la sucesión presidencial en contra de las predicciones, donde Vicente Fox y otro importante grupo de panistas, querían eliminarle de la contienda interna y por tanto de la posibilidad de alcanzar la presidencia de la República. Seguramente, Calderón, lo acepta y reconoce que, Juan Camilo, le motivó y trazó la estrategia para que llegaran al poder, pero esto no muestra las capacidades que quiere imponer el presidente para que le guardemos honras a su amigo y colaborador, para el estratega y posible sucesor. Él, lo puede tener en un nicho, pero no obliga a los mexicanos a que le guardemos honores de héroe o que le respetemos como él sugiere se le respete, porque no tenemos nada que agradecerle y menos que reconocerle.
El mismo presidente ha hablado de intrigas palaciegas, de “muinas” de rencores, de pequeñeces, de ofensas y dice que esto es lo que les ha impedido ganar otras elecciones, como si esto así fuera cierto. La realidad es que el presidente ha querido decir que su amigo entrañable, por el que tanto sufre en su pérdida, el afecto que le ha llevado al poder y el frustrado sucesor en su mandato, recibió intrigas, ofensas y por supuesto, el no reconocimiento y la disciplina que, supuestamente, le debían todos los panistas y esto es lo que reclama el presidente a sus cuates, a sus compañeros de partido y bueno, lo puede hacer porque está en el poder, pero no lo merecen los demás. Por ello, intuimos una gran ruptura en la agrupación panista y no hay duda que, los grupos que no le quieren ni le respetan, aprovecharán el momento de debilidad para confrontar al presidente y esto, puede tener lamentables consecuencias.
En este contexto, es merecido el reconocimiento que se debe dar al nombramiento de Fernando Francisco Gómez Mont, quién siendo un abogado independiente y consultor, vuelve a la política, como nuevo Secretario de Gobernación, para continuar con la interlocución con las fuerzas políticas y supervisar el acuerdo sobre seguridad y la lucha contra el crimen organizado.
La experiencia y el talento, la discreción y el buen humor de Gómez Mont, siempre lo han mantenido cercano a otro panista de gran talento, Diego Fernández de Cevallos y donde el “jefe Diego” siempre ha reconocido en él, su talento y preparación, su honorabilidad y otras muchas cualidades que hacen falta en la política actual.
Como abogado litigante, sus enemigos han dicho que “ha defendido a delincuentes” y es lógico, en una carrera como abogado se defienden a delincuentes y a inocentes, para eso estudiaron, por ello, las intrigas que han salido de algunos “honestos” políticos, no pueden ser medida para criticar a un personaje como Gómez Mont. La realidad es que en política muchos le reconocen su talento y capacidad negociadora, cualidades que son vitales en la nueva Secretaría de Gobernación y en los tiempos actuales.
Por supuesto que dentro del campo de la seguridad, los grupos del poder se están dando hasta con la cubeta y esto es real, los grandes intereses económicos que se mueven en el tema y los enormes recursos aprobados para las instituciones, nos dan la idea de que los políticos y los policías políticos, se destrozarán por defender sus intereses, ahora, cuando todo queda en un vacío y donde los nuevos funcionarios tendrán que meter orden y poner en su lugar a los propios intereses que se mueven en este campo.
La conformación de los grupos del narcotráfico sufren, sin duda, una reorganización y por tanto nuevos intereses se moverán en el campo de las relaciones con los grupos de la seguridad y en especial, con los compromisos, componendas y complicidades que sostienen con la policía política en el país, lugar, donde se dan las nuevas relaciones y se establecen los nuevos pactos entre la delincuencia y la autoridad y, cuando no se debe dejar a un lado, el nuevo papel que juegan los grupos de las Policías Privadas que son los negociadores entre delincuentes y autoridades para los pactos y componendas que se realizan en todo el país ya que, ahora, son los nuevos guardianes del tránsito de los cargamentos de drogas, armas, mercancías, dinero y gentes que se dan por todo el territorio nacional en complicidad con las policías de todo el país. Ahí es donde Gómez Mont y sus asesores, deben empezar, para continuar con la limpia que no se ha terminado en el campo de la seguridad nacional. Bien venido a la Secretaría de Gobernación, es capaz y tiene los pantalones para continuar en el cargo.
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