viernes, 25 de abril de 2014

Vivir por vivir es lo más sano

  EL miércoles pasado, caminando por las calles de Polanco me tropecé con una gradita mal puesta de un carrito de esos que utilizan los boleros para prestar sus servicios, es lógico que a mis casi 70 años los reflejos no son iguales y así me fui de bruces y me golpe en la cara, el golpe seco y duro en la banqueta dolió bastante, mi hijo Sócrates Gabriel y mi amigo José García, se preocuparon por ayudarme y levantarme. Curiosamente, al protestar por esa peligrosa gradita, el bolerito, espantado, me contestó: Pues usted también debe fijarse por donde camina… la verdad es que él no tiene culpa ya que trata de ganarse el pan del diario todos los días y no reflexionan sobre este tipo de temas y menos, claro está, se acomiden a ayudar y apoyar a un viejo torpe que de pronto se cae por pentonto… pero así es la vida. Seguramente me dolió mucho más el alma que el golpe y de pronto no me sentí viejo, pero sí reflexiono sobre de que tengo que tener más cuidado. Así que en verdad que los golpes enseñan aunque sea de viejo…
         Mi querido amigo Gregorio Magno me escribía ese mismo día algo sobre su preocupación sobre uno de mis artículos que él consideró nostálgico, y preocupado, me explicaba que no le parecía que se hablara de la vida y de la muerte y que esto no era lo mejor, pero es una realidad que al paso del tiempo estamos mucho más cerca de terminar con nuestra vida que los años han consumido y esto no quiere decir que la busquemos o que pensemos en que sería mejor terminar, nada de esto, la verdad es que de vez en cuando es bueno el reflexionar sobre el futuro y no solo refugiarnos en el presente, que es lo único que existe, pero ya ven como son las cosas cuando se trata de pensar y de reflexionar, la mente es loca, pero no pendeja, analiza y busca respuestas pero no las quiere, es como una forma de huida.
         La verdad es que siempre he creído mucho en la vida, me encanta, en ella hay días buenos y malos, pero así es la realidad, no todo puede ser alegre y simple porque sería aburrido, los altos y bajos nos hacen reflexionar y estar en alerta constante de no dejar perder los tiempos ni los instantes. Nos obligan a pensar en muchos de los amigos y los afectos que por diferentes motivos no hemos visto, pero hoy en día, hay muchos medios para poder estar al tanto de ellos y no perderlos ni abandonarlos, seguramente, tal como señalaba el Dr Kumate un día cuando alguien pretendía hablar mal de uno de sus amigos y parándolo en seco declaraba: “Espere amigo, YA ESTOY MUY VIEJO PARA PERDER A UN AMIGO” y es verdad, estamos en esa edad en donde no nos podemos dar el lujo de perder a un amigo, y seguramente, no existe, tampoco, algún tiempo para perderlos, a los amigos se les debe conservar y atender, por ello, cuando mi amigo Gregorio Magno me envió ese mensaje supe de inmediato que es muy grato en la vida tener amigos que piensan en uno y se preocupan por uno. Mil gracias a la vida por darme tanto.
         Mario Benedetti, escribía en uno de sus hermosos poemas:
         “No te rindas, por favor no cedas aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el Sol se ponga y se calle el viento. Aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento”.
         Hace algunos años, aprendí a reír mucho de mi mismo, anteriormente, era un pomposo y gruñón que de todo me molestaba y me tomaba mucho a pecho, pero el tiempo siempre hace su talacha y nos muestra lo pequeño que somos en el Universo y los egos se desinflan, desde entonces me río mucho de lo que ocurre en cada momento de la vida y esto es como darme mecha y bríos. Ya no me preocupo por tratar de hacer algo importante, simplemente lo hago y ahora estamos escribiendo muchos temas de actualidad y pasados con mi amigo José García, así terminamos y publicamos gracias a la bondad de Nicolás Alvarado, el libro del 68 A LOS 68 y el de LA DICTADURA DE LA MEMORIA: EL PODER DE LOS INDIGNADOS y estamos terminando el tercero de esta serie que pretendemos sea de cinco… no saben ustedes la divertida que nos damos y las reflexiones y los recuerdos y los momento gratos y los amargos, los buenos y los malos, en fin, el escribir es una delicia y me llena de vitalidad y de alegría por la vida, me impulsa a continuar y no parar, nadie sabe cuando es esto hasta que sucede y bueno, hay algunos que no se pierden el momento y lo buscan con desesperación, pero, yo, no soy de esos, prefiero continuar hasta que todo se termine porque para esto creo que estoy aquí, como estamos todos… vivir por vivir, que es lo más sano.

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