Por el año de 1980, leía impresionado aquel famoso libro de Ernesto Sábato: “Informe sobre ciegos”. La verdad que siempre me impresionó la forma en que Sábato planteaba cada parte de esa truculenta historia que es la de todos los que no queremos ver. Hoy, acabo de recibir un correo de Winston Pauta Ávila, sobre esos escritos maravillosos que siempre manda con la esperanza de que caigan en buena tierra y, cuando menos, se lean y reflexionen sobre LAS NUEVAS HISTORIAS y señala:
“El relato del ciego de nacimiento al que Jesús devuelve la vista se presta a muchas lecturas. Y lo primero que me viene a la mente es ¿de cuántos ciegos se hablan aquí?”
“Está el ciego de nacimiento. Están los fariseos que tampoco quieren ver el milagro. Están los mismos padres que no quieren meterse en líos. Y está otra realidad bien importante: todos le reconocen mientras está ciego. Nadie quiere reconocerle cuando recobra la vista. Ciego no es solo aquel que en su vida ha visto los colores, ciegos somos cuantos no vemos lo que tendríamos que ver: ciego es el que no acierta a ver a los demás como hermanos y sólo los ve como “compradores”, “vendedores”, “consumidores”.
“Ciego es el que no quiere ver las necesidades de los hermanos, y sólo ve la propia billetera, su chequera o su granero y- agregaría yo-, el que solo quiere ver su propio chiquero-“
“Ciego es que sólo ve con los ojos de la cara, pero su corazón y su espíritu carecen de ojos”.
“Ciego es el que no acierta a ver la acción de Dios en la historia o en nuestra vida”
“…Necesitamos gentes capaces de “descubrir puertas donde antes veíamos muros”. “Hoy nos tientan muchas cegueras: no se ven los que no cuentan económicamente y hay millones de personas consideradas invisibles. Estamos amenazados por la ceguera de la seguridad, y los diferentes resultan extraños”.
“Vivimos cegados por la prisa y la auto concentración; y las fracturas humanas, las divisiones de cualquier rango, embotan nuestros sentidos y nos ciegan sobre nuestra unidad ancestral”
“Tal vez nosotros mismos podamos tener buena vista, pero pareciera que nos encanta ver ciegos a los demás. Todo el mundo conocía al ciego mientras era ciego. Nadie dudaba de su identidad. El problema surgió cuando el ciego recobró la vista. Ahora nadie quiere reconocerle. Para unos es él mismo. Para otros solamente se parece, para otros no es él”.
“¿No nos estará sucediendo algo parecido a nosotros?”…
Y todo esto viene a cuento, cuando ante las evidencias de los robos, transas, engaños, corruptelas, negocios utilizando, los políticos, funcionarios, empresarios y banqueros, los recursos y bienes públicos, los de todos, de pronto, al salir la mierda a flote, quieren eliminar las responsabilidades de algunos de los más importantes miembros del poder, diciendo que no hay razón para que se le incriminen, es decir, por medio del poder, se les declara “inocentes” para no generar conflictos políticos o lastimas los acuerdos y negociaciones entre los miembros del poder. Ahora, resulta que el “daño patrimonial a PEMEX”, no existe, de parte de la empresa Oceanografía, solo dicen, se lastimo al Seguro Social, a Infonavit, al Sat, a los bancos de Comercio exterior, que es nuestro, o a la banca de “Bandamex” que ha sido la banca desde donde se generaron importantes recursos financieros para pagar las campañas políticas de los presidentes panistas y de muchos gobernadores, cuando los priístas andaban de capa caída y en la pendeja. Pero eso sí, los actuales miembros del poder, quieren evitar, a toda costa, que salga la verdad y pretenden exculpar a los verdaderos causantes de nuestra desgracia y robo a la nación, a los recursos de todos, y tendremos que salir pagando por los adeudos, todos los mexicanos, porque como siempre: los verdaderos miembros de la mafia organizada en el país, hacen sus negocios privados con los fondos y recursos públicos y nos dejan los adeudos para que entre todos los paguemos. Pues bonita forma de estar ciegos y hacernos tontos…
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