“Los pueblos, a menudo a través de elecciones, pueden equivocarse”. Felipe Calderón…
Y
bueno, también, pueden “desequivocarse” según sea el caso. El asunto es
que con el panismo y con otros partidos, incluidos el PRI, por medio de
la manipulación política, del engaño y la promesa, es lógico que los
pueblos se equivoquen pero después, de alguna manera, “como los
perritos, abren los ojos” y se “desapentontan”… y, como no hay mal que
dure cien años, tampoco hay pueblo que lo aguante…bonita, forma de
justificar las tonterías y las matanzas…Recuerden que ,Jorge Bush, allá,
en los Estados Unidos, decía: “La constitución… no es más que un pinche
pedazo de papel!”…
Por
esa razón les contaré un Tema de Reflexión que nos hace el favor de
enviarme mi amigo Héctor Ponce, sobre el inicio de una clase de Derecho:
“Una
mañana cuando nuestro nuevo profesor de “Introducción al Derecho” entró
en el salón de clase, lo primero que hizo fue preguntarle el nombre a
uno de los alumnos que se encontraba sentado en la primera fila: -“¿Cómo
te llamas?”, el alumno le respondió: “Me llamo
Juan, señor”. Y sin más el profesor en tono descortés y violento le
dijo: “Vete de mi clase y no quiero verte nunca más!”. Por supuesto que
nuestro compañero Juan estaba desconcertado. Al reaccionar, se levantó
lentamente, recogió sus cosas y salió del salón de clase. Todos los
alumnos estábamos asustados y acobardados e indignados, pero nadie se
atrevía a decir nada.”
“—Está
bien. ¡Ahora sí! ¿Para que sirven las leyes?, preguntaba el profesor y
nosotros seguíamos asustados y acobardados, pero, poco a poco,
comenzaron a responder los alumnos y decían: “Para que haya un orden en
nuestra sociedad”. ¡No!, contestaba el profesor
con insolencia y a gritos. Otro más dijo: “Para cumplirlas”… ¡NO!. “Para
que la gente mala pague por sus actos”…¡No!... “Para que haya
justicia”, señalaba tímidamente una chica. El profesor declaraba: “¡Por
fin! Eso es… para que haya justicia. Y continuó preguntando: “Y ahora
¿para qué sirve la justicia?”.
Los
alumnos estaban molestos por la actitud grosera y prepotente del
maestro, sin embargo seguían respondiendo: “Para salvaguardar los
derechos humanos”. Bien, dijo el profesor. ¿Qué más?. Otro alumno
señalaba:”Para discriminar lo que está bien de lo que está mal”… el
profesor se alentaba y decía que siguieran con el análisis…”Para premiar
a quien hace el bien”, señalaba otro alumno. Ante esa respuesta el
profesor dijo: “Está bien, no está mal la respuesta… pero, respondan a
esta pregunta ¿Actué correctamente al expulsar de la clase a Juan?”…
“Todos
nos quedamos callados ante la pregunta, no sabíamos qué contestar, así
que ante el silencio, el profesor dijo: “-Quiero un respuesta decidida y
unánime”…
Todos respondimos: “¡NO!
“--¿Podría decirse que cometí una injusticia”
“¡Sí”, gritamos todos… y el maestro dijo:
“¡Por
qué nadie hizo nada al respecto? ¿Para qué queremos leyes y reglas si
no disponemos de la VALENTÍA de actuar cuando presenciamos una
injusticia? ¡No vuelvan a quedarse callados nunca más!” y dijo a uno:
“Vete a buscar a Juan”
“Aquel día, todos, recibimos la lección más practica de una clase de derecho”.
Pero
no hay duda de que aun con esto, muchos abogados y muchos ciudadanos
nos quedamos callados cuando vemos cometer una injusticia o hacer algo
indebido a una “autoridad” que lesiona la vida, los derechos y garantías
de todos. Por esa razón, cuando hablamos de justicia y de derecho
tenemos que hablar de valentía y de conciencia de cada uno de nosotros.
No TENEMOS QUE QUEDARNOS CALLADOS ANTE LAS INJUSTICIAS ni ante las
prepotencias o abusos de la “autoridad”, ni de nadie más.
Solamente
nos quejamos ante las violaciones de nuestros derechos y garantías y,
nos callamos… no protestamos, no nos juntamos para demandar el respeto
que está consagrado en nuestras leyes y es así que, todas las leyes, aun
la Constitución, son permanentemente violadas y pisoteadas por
cualquier malandrín que tenga poder o que porte un arma o se esconda
ante la turba.
Es
lo que buscan los policías y los gobernantes, que todos nos callemos,
que no protestemos ,que se nos haga costumbre el que ellos violen
nuestros derechos y garantías con el pretexto de la “autoridad”. Quieren
que seamos “prudentes” y es, como decía algún revolucionario que,
efectivamente, los gobernícolas quieren que todos seamos prudentes para
podernos domesticar y violar, manejar y manipular como a ellos les
convenga, no como lo señale la ley y la Constitución. Así que, poco a
poco, con muestro silencio, nos vamos haciendo cómplices de estos
gobernícolas y, nos sentimos bien, porque somos “prudentes” y no creamos
disturbios ni levantamos la voz, a pesar de que nos maten, asesinen,
encarcelen injustamente,
violen los derechos y garantías, todo, para no crearnos conflictos ni
problemas con la autoridad, pensando en que no vale la pena porque todos
los demás se quedan callados y no hacen nada. Pero alguna voz, la voz
de los que no callan, de los que no son prudentes, de los que sacan
valentía ante la injusticia, pueden cambiar las cosas de tal suerte que
por esa simple razón todos tenemos que recuperar la voz, la palabra y el
valor…
Hace
poco me comentaban que algunas autoridades estaban muy molestas conmigo
porque no me “callaba el hocico” y, por esa razón, algunos funcionarios
y políticos, utilizando a los “gatilleros de la prensa”, de los que son
“prudentes y entreguistas”, de los que cobran el chayote y se venden en
conciencia y pluma, pretendían hacer una campaña de desprestigio en mi
contra… y bien, les dije: de mí, todo lo han
dicho y de todo me ha pasado en la vida. Si el presidente, el gobernador
o cualquier funcionario se molesta por la verdad de lo que digo o por
lo que digo, pues que hagan lo que tengan que hacer, porque, finalmente,
continuaré haciendo lo que debo hacer. No me
quedare callado como esos alumnos que recibían una clase de introducción
al Derecho… más vale que nos maten a que nos callen… y, en esto,
estamos conscientes de lo que hacemos y de cómo lo hacemos y el por qué
lo decimos y lo gritamos… total, de “parto, no he de morir”, callado, menos. Esperen por favor al libro: “Diálogos de Vida…¡Es una provocación!: una visión del 68 a los 68”. Socrates_campos8@yahoo.com.mx
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