domingo, 2 de septiembre de 2012

Sin respuestas

EN EL LIBRO PUBLICADO POR Esteban David Rodríguez: “Caciques, Dinosaurios y Santones” (Las castas políticas que oprimen a México), publicado por la Editorial Grijalbo, habla de algo que señalaba en su tiempo Diego Fernández de Cevallos, cuando habló del PAN: “Antes creía que todos los bribones estaban fuera de Acción Nacional, y todos los inmaculados dentro”… “Empecé a advertir que no era absolutamente cierto ni lo primero ni lo segundo, porque dentro del gobierno había, hay, gente con distintos antecedentes y que también en el partido hay gente con malas inclinaciones y con todas la pasiones que se suelen dar en el género humano. El partido no era uno de puros castos, misioneros de la política, que no tenían más vocación que sembrar el ideal y morir en santidad. No, también había pasiones y defectos, egoísmos, roñas, mezquindades de todo tipo”. Así pues es lógico que ahora que se intenta, desde la presidencia de la República, “refundar o refundir” al PAN, se vean todas esas mezquindades, pasiones y roñas de las que hablaba ya hace algunos años el Jefe Diego.
         No hay duda de que cuando un partido ha estado en el poder, pero en realidad, solamente han hecho el juego para el poder y no actúan como un partido político sino como las comparsas del presidencialismo en el poder, es cuando pierden el poder que se generan discusiones y salen a relucir las peores pasiones y se tratan de salvar, de una u otra forma, algunos grupos y, para ello, se aferran a las tablitas de salvación y es así que se inicia la famosa “refundación del PAN” que no pocos, incluidos muchos de sus destacados militantes dicen que puede ser la acción de “refundir” al partido.
         Hoy en día, después de quedar o guardar silencio durante la campaña política, algunos viejos militantes del PAN acusan a Doña Josefina Vásquez Mota de que los abandonó a su suerte y, quieran o no aceptarlo, ellos, tienen mucho que ver en ese proceso y en esa derrota. Pero también se tiene que reconocer que los resultados políticos de la gestión del presidente Calderón son motivo más que suficiente para que amplias capas de la población perdieran confianza y le retiraran la credibilidad a su gobierno. Gabriel Ibarra, periodista y conductor de uno de los programas más importantes de la radio en Guadalajara, Jalisco, en una de mis intervenciones para el mismo, me preguntaba qué cual era la evaluación que daba al gobierno de Calderón en materia de “seguridad” y le decía que, no hay duda de que si bien Calderón pudo haber iniciado esa “guerra” con una buena fe, al igual que Dante, decía que no hay la menor duda de que de buena fe están empedrados los caminos del Infierno y que sin duda, Calderón, nos llevó por un camino en el que estamos viviendo o sufriendo este Infierno, donde los resultados son terribles ya que nadie puede decir que es un buen resultado el asesinato de más de 50 mil mexicanos durante la guerra en contra del crimen organizado, que nadie puede decir que es buen resultado el hecho de que existan más de 40 mil desaparecidos, que existan miles de mexicanos “desplazados de sus centro de producción y de trabajo en las zonas de conflicto, sin que tengan garantías de ninguna especie, que nadie puede decir que son buenos resultados las miles de familias ofendidas, los miles de viudos y viudas, los miles de huérfanos, los miles de heridos y los miles de mutilados, lo secuestrados, sobre todo cuando las drogas tienen mayor consumos, cuando los delitos van en aumento, cuando los robos y las violaciones son más que cuando estábamos “peor”, cuando los secuestros son más que antes, en fin, los resultados son trágicos y peligrosos para todos los ciudadanos a pesar de que insista que era importante y necesario actuar en contra del crimen porque este avanzaba, pero, si actuando con tal carnicería, estamos peor que antes, esto quiere decir que algo falló y lo vemos con los escándalos y los resultados que no garantizan la seguridad para los mexicanos y que estamos con aumentos del crimen y de los criminales…
         Seguramente, no se ha evaluado adecuadamente la tragedia que ha ocasionado el haber permitido a los espías y agentes norteamericanos el implementar las políticas de regalo, contrabando, venta de miles de armas en programas como “Rápido y Furioso” y “Receptor Abierto”, de tal forma que es mucho el escándalo que ha levando en su propio país y las pocas aclaraciones e investigaciones que han hecho en el nuestro, porque no hay la menor duda de que esas armas contrabandeadas, violando la Soberanía Nacional y todas las leyes del país, han sido utilizadas para asesinar a miles de mexicanos que suman este baño de sangre que tenemos y vemos con terror y horror.
TODOS HEMOS SABIDO, DE ALGUNA FORMA, QUE LOS AGENTES DE LA CIA HAN ESTADO PRESENTES EN MUCHOS EVENTOS EN EL PAÍS. Es más, se ha hablado de que presidentes y funcionarios de alto nivel han sido sus aliados y sus agentes, así se ha dicho de Díaz Ordaz y de Luis Echeverría y de otros muchos, claro que nadie ha dicho esta boca es mía y aclarado las denuncias, por ello, no nos extrañan esas intervenciones. Cuando el Escándalo Irán- Contras, donde se descubrió las maniobras de la CIA para el tráfico de drogas y que con las utilidades de este tráfico en nuestro país , en Nicaragua se financiaba el proyecto de Irán, algo se supo, pero se calló inmediatamente, así que hoy, cuando se supo que los que sufrieron el atentado por parte de la Policía en Morelos no eran agentes de la DEA ni que el comandante de la marina  era su chofer, sino el traductor de esos agentes, se comenzaron a hacer muchas especulaciones y se exige por parte de algunos grupos que se diga qué hacían esos agentes de la CIA en el país. Creo que tenemos derecho los mexicanos de conocer en detalle lo que hacen esos agentes, porque sabíamos que por acuerdos binacionales se permitían las actividades de agentes de la DEA y del FBI en nuestro país por cuestiones de operación y de intercambio de información para luchar en contra del tráfico de drogas en México, pero no se sabía que tuviéramos acuerdos con la CIA.  Y más sospechas se generan en cuanto se sabe que a pesar del ataque que sufrieron, de inmediato, salieron del país y no hicieron ninguna declaración ante el ministerio público como hubieran estado obligados. En fin, este asunto, con toda seguridad, quedará en el olvido y se ocultará por motivos de “seguridad nacional,” pero generará muchas dudas sobre la independencia de las policías y del respeto a la soberanía nacional y no se trata que nos salgan las pasiones nacionalistas y patrioteras, no, se trata de que pedimos aclaraciones y no ocultamientos de parte de las autoridades del país que nos deben como ciudadanos comunes y corrientes.
Si todo se deja en el olvido y se oculta, no dejará de motivar especulaciones y rumores de parte de muchos grupos, … pero si esta es la determinación, por “motivos de seguridad”, adoptada por las autoridades, pues ni hablar, nos la tenemos que tragar…

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