viernes, 6 de abril de 2012

Los tres monos sabios

MUCHOS DE NOSOTROS HEMOS ESCUCHADO A ALGUNOS AMIGOS DECIR: “NAMASTE” cuando nos saludan o se despiden de nosotros y al indagar lo que esto quiere decir encontré: “Yo honro el lugar dentro de ti donde el universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de ti de amor y luz, de verdad y paz. Yo honro el lugar dentro de ti donde cuando tú estás en ese punto tuyo, y yo estoy en ese punto mío, somos sólo UNO”. Y es bueno el conocer esta forma hermosa de decirnos: “Hola”.

Muchos, también, hemos escuchado la historia de los “Tres Monos sabios” y la realidad es que los “tres monos sabios o místicos, que se tapan con las manos respectivamente los ojos, oídos y boca, provienen de antiguas leyendas chinas que se difundieron en Japón con la llegada de la escritura en el siglo VIII. Los tres monos sabios o tres monos místicos son una obra de escultura de madera situada en el santuario de Toshogu (1636), construido en honor de Tokugawa Leyasu, en Nikko, al norte de Tokio (Japón).”

“Cuenta la leyenda que los tres monos eran los mensajeros enviados por los dioses para delatar las malas acciones de los humanos con un conjuro mágico, con el cual cada uno tenía dos virtudes y un efecto, y se representaban en el siguiente orden:”

“Kikazaru: representando como el mono sordo, era el encargado de utilizar el sentido de la vista para observar a todo aquel que realizaba malas acciones para trasmitírselo a Mizaru mediante la voz.

Mizaru:era el mono ciego. No necesitaba su sentido de la vista , puesto que se encargaba de llevar los mensajes que le contaba Kikazaru hasta el tercer mono, Iwazaru.

Iwazaru: el tercero de los monos era el mono mudo, Iwazaru, que escuchaba los mensajes trasmitidos por Mizaru para decidir las penas de los dioses que les caería al desafortunado, y observar que se cumpliese.

Actualmente son los guardianes simbólicos del mausoleo de Toshogu, encargados de que nadie interrumpa el sueño del Shogun que yace en su tumba.

NO DIGAS TODO LO QUE SEPAS, NO MIRES LO QUE NO DEBAS, NO CREAS TODO LO QUE TE DICEN”.

Y tal vez, esa forma de actuar, sería buena para que los candidatos en la actual campaña se dieran cuenta de muchas de las boberías y de los intereses que se mueven a su alrededor; cuando vemos que se encuentran rodeados por los “barberos” e incondicionales que no buscan ayudarles, sino que se buscan ayudar, al conseguir, por medio de la lisonja, los puestos que les permitan ser parte del grupo del poder y, por tanto, de los negocios, transas y corruptelas que se generan en el mismo… y bueno, no deberían creer en todo lo que les dicen. Cuando menos, así, podrían ser ellos un poco mejores y determinar sus acciones sin tantas opiniones que solamente llevan el sentido del oportunismo de los que opinan y no el sentido del servicio que deberían de tener.

Hay una pequeña historia que nos dice que: “Dos niños patinaban en un lago congelado de Alemania. Era una tarde nublada y fría. Los niños jugaban despreocupados. De repente, el hielo se quebró y uno de los niños se cayó, quedando preso en la grieta del hielo. El otro, viendo a su amigo preso y congelándose, tiró un patín y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas hasta, por fin, conseguir quebrarlo y liberar el amigo.

Cuando los bomberos llegaron y vieron lo que había pasado, preguntaron al niño:

“¿Cómo conseguiste hacer eso?”

“¡Es imposible que consiguieras partir el hielo, siendo tan pequeño y con tan pocas fuerzas!”

En ese momento, el sabio Albert Einstein, que pasaba por allí, comentó:

“—Yo sé cómo lo hizo.”

“-¿Cómo?”, le preguntaron.

“---Es sencillo, respondió Einstein, NO HABÍA NADIE PARA DECIRLE QUE NO ERA CAPAZ”

Y es cierto, la realidad es que tenemos capacidades que no hemos querido desarrollar por el eterno NO que nos guía desde nuestra niñez. Al contrario, debemos impulsar a los niños a que se capaciten en todos los sentidos y a decirles que hacer o no hacer algo, sólo depende de nuestra voluntad y perseverancia, era la conclusión de Albert Einstein.

Y esta pequeña historia termina con una conclusión que me parece importante: “Preocúpate más por tu conciencia que por tu reputación. Porque por tu conciencia eres lo que eres, y por tu reputación eres lo que los otros piensan de ti. LO QUE LOS OTROS PIENSAN DE TI, ES PROBLEMA DE ELLOS.”

Y ya que hablamos de los procesos electorales y de los males y mareos que se muestran en público cuando todos quieren “moverse el piso” para colocarse ellos y los suyos, es bueno el conocer que, la Cámara de Diputados, “concluye en un estudio que el presupuesto público federal ejercido por el Instituto Federal Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, en los pasados 12 años, se eleva a 134 mil 858 millones de pesos”. “Cantidad no es”, diría mi amigo Elmer, pero de momento deberíamos pensar en que esos miles de millones servirían para paliar la pobreza y no para sostener en el poder a un grupo de mafiosos que controlan los partidos y las organizaciones políticas y el poder en el país, cuando millones de mexicanos no tienen empleo, sufren de pobreza, carencias en los servicios de agua, salud, educación y vivienda y, en cambio, los “políticos”, se la pasan cachondamente en la Jauja y en el derroche… así que no es parejo lo que sucede y solamente vemos los circos y los teatros con mentadas, acarreos y borregadas, pagando con tortas y refrescos las asistencias y los votos y llevando miles de promesas que jamás se cumplirán… pero así lo queremos y así lo aceptamos, por cobardes, convenencieros y callados…

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