martes, 15 de enero de 2013

Los maestros y los niños


El día de hoy, mientras los maestros realizan, por instrucciones de sus líderes, los plantones y las marchas, vi a varios niños, vario, caminando descalzos y estirando las manitas para solicitar un peso para poder comprar un pan. Un peso, ni siquiera saben lo que cuesta un pan, pero juntan de peso en peso para poder llevar un mendrugo de pan a la boca y, les compre varios panes, no lo creían, se miraban unos a los otros y alguno preguntó si “quería algo más”, lo preguntó con desconfianza, ya no ven muestras de solidaridad y afecto, solamente ven los intereses de explotación o las violencias sexuales o los malos tratos a los que se ven sometidos por ser niños de la calle. Era un espectáculo triste, pero más tristeza saber, por boca de ellos, que había adultos malévolos y perversos, pervertidos que les usaban y violentaban sexualmente o los explotaban en trabajos duros y difíciles, bajo amenazas de que la policía, en vez de protegerles, también les diera una paliza y les robara lo que ganaban  sometiéndose a esas violaciones…. Y la pregunta absurda, tonta, innecesaria: ¿por qué no van a la escuela? Y la respuesta es, porque sus padres tampoco fueron, andan mendingando y buscando un empleo o algo para subsistir, claro, mientras los maestros, por instrucciones y manipuleo de sus “dirigentes”, están en marchas y plantones, dicen ellos, para terminar con la explotación y la violencia, el hambre y la miseria y bueno, esas son las buenas intenciones, tal vez, de muchos maestros, pero en la realidad, los intereses de los “dirigentes” son otros, las de enriquecerse, de tener más poder, ser empleados de lujo y estar en la política que es la carrera para el enriquecimiento, no es la educación, no es salvar a los niños por medio del conocimiento que tampoco pueden porque están hambrientos y faltos de calor y solidaridad humanos. Así es el círculo negro y repetitivo de la explotación, el analfabetismo, la desocupación y la miseria, del hambre… claro, mientras los maestros andan en marchas y plantones para el beneficio no de ellos sino de sus dirigentes que se enriquecen y también los usan, manipulan y engañan, no importa si son del grupo del “charrismo sindical” o de los “revolucionarios”, las intenciones y las fallas son las mismas, las humanas y, unos y otros, se van enriqueciendo, mientras nuestros niños en vez de escuela caminan las calles ofreciendo sus cuerpos o siendo explotados o pidiendo limosnas, en vez de esta estudiando con el estómago lleno y sus útiles completos.
         Y bueno, lo peor es que, en ese inter, una señora copetuda y copetona, gorda de tanto tragar y no hacer nada, me reclamaba por darles pan a esos niños que reclamaban por hambre, sosteniendo que deberíamos luchar por castrar y esterilizar a sus padres para que no tengan más niños y que se deberían poner a trabajar en vez de andar pidiendo limosnas y dando lástimas, a lo mejor, sostenía, esa insensible señora, eran ya delincuentes o lo serían y deberían ser encarcelados, así se van confrontado las sociedades, entre los que todo tienen y los que todo necesitan… pero hay, la insensible señora, resultó ser funcionaria y, no me lo va a creer, de la Secretaría de “Educación”… por eso estamos como estamos.
         Y ASÍ, SI NO VEMOS A LOS NIÑOS DE LA CALLE HUYENDO DE LA POLICÍA, corriendo para pedir un peso, arriesgando la vida, sometido por la violencia y las pasiones de los degenerados sexuales, drogándose, mugrientos y desesperados, totalmente perdidos en todo y por todo, vemos a otros más que van vagando en busca de algo para comer, de mirada triste y hambre perpetua, de soledad y de angustia, de miedo y de terror a lo que está que no comprenden y a lo que viene, que tampoco entienden. No hay quién les diga qué hacer y cómo hacerlo para paliar la desesperanza y encontrar algo por hacer y algo para estudiar o dónde hacerlo, dónde comer y dónde dormir. No entienden nada, porque sus padres o los han abandonado o tampoco saben qué hacer ante tanta miseria, hambre, soledad, angustia, tristeza y violencia que les afecta por igual. Y cuando ven a su alrededor, como son la inmensa mayoría, todo es igual, con igual soledad, miseria y desesperanza y así, algunos, quieren que todo cambie cuando no tenemos capacidad humana para ayudar a los otros y tenderles la mano amiga y hacer lo que podamos hacer, para alentar en algo a los que todo  necesitan, hasta una mano franca o una sonrisa…
         Hace algunos años, escuchaba y escribía una historia de cómo un niño que siempre estaba sucio, con cuadernos corrientes, con mucha hambre, era un niño problemático en la escuela y se confrontaba con los demás chiquillos y era despreciado por ellos y marginado. Un buen día, la maestra que siempre castigaba al chiquillo sin saber las razones de su malestar y quejas, el día de su cumpleaños, se dio cuenta que el chiquillo problema le llevo un frasquito de perfume usado, en un papel corriente y reutilizado, así, se interesó por él y fue a su casa, donde se dio cuenta de que vivían en la pobreza y que su madre estaba enferma y casi muerta y su padre en la miseria y la desocupación. Así, entendió lo que sucedía y se dedicó a apoyar y ayudar a salir de su situación a ese chiquillo al que después le perdió la pista. A los pocos años, la pobre maestra jubilada, tuvo un serio problema de corazón y por emergencia llegó a un hospital privado donde le dieron los primeros auxilios y grande fue su sorpresa al ver llegar a un joven apuesto y brillante cardiólogo que dijo que ahí se le atendería y que él pagaría por los gastos de esa maestra. Al preguntar la razón de tal apoyo, la maestra supo que, ese médico, era aquel niño al que ella apoyara cuando más lo necesitaba y se graduó de médico y fue un brillante profesional. Esta es una bella historia real que muestra lo mucho que se puede hacer cuando alguien, con buenas intenciones y corazón, sabe apoyar a los que todo necesitan y requieren de apoyo y solidaridad. Es esa historia de la maestra empobrecida por la jubilación y del joven médico que pudo salir adelante cuando recibió el apoyo humano de esa maestra y, cuántos casos más hay en el mundo que tienen ese bello desenlace y que, hoy, lo perdemos ante las chifladuras de una “líder” sindical hambrienta y voraz de poder y de maestros manipulados por sus “grillos y dirigentes” que no quieren más que enriquecerse y manipularles para el poder, en vez de educar y salir adelante.
         No esperamos que se terminen los conflictos y problemas si no hay justicia y democracia real desde los puestos altos, la verdad es que si no actuamos con realismo y sencillez, con honestidad y lealtad, miles y miles de niños estarán condenados a la ignorancia y con ella, a la miseria y la explotación, mantendrán su hambre real y el hambre de conocimientos; mientras miles de niños se pierden en las calles, entre la miseria, el hambre, la violencia, la degeneración y la drogadicción y, este, no es el destino que se merece el país ni sus niños, ni nosotros que estamos en él. Por ello, hay que reflexionar y no dejarnos convencer para que otros nos manipulen con el pretexto de que luchan por nuestra libertad, cuando en la realidad, nos esclavizan, nos explotan, engañan, adormecen y mediatizan… seamos pues libres de entender y libres de actuar para ayudar y no para ser manipulados. Ni por unos ni por otros que, al final, son iguales. socrates_campo8@yahoo.com.mx

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