domingo, 30 de mayo de 2010

El círculo vicioso del engaño al candidato

Desde que la ideología, los programas y los compromisos se “globalizaron”, desde que se enterraron, por comodidad, por oportunismo político, por cobardía, por pretender llamar las cosas con otros nombres y no por lo que son, por el arabismo, al convertirse la política en un productivo negocio, dejó y abandonó a los partidos y se refugio en los medios de comunicación. Así se pervirtió y se permitió que el gobierno, los grupos de poder económico se adueñaran del espacio de la democracia. La representación política se brinda hoy a los que tienen dinero, a los hombres del poder o a los que son patrocinados por el mismo, no es una carrera que se inicia desde abajo, al contrario, se colocan tapones para que los hombres y mujeres valientes, honestos , con convicción, no puedan escalar en las organizaciones políticas y en las representaciones populares, por ello, ahora, podemos ver hombrecitos como César “el pequeño” Nava que desde las filas del poder llega sin esfuerzo a la dirigencia otorgada y dada por los hombres del poder económico que controlan el poder político para que sea investido de “dirigente,” cuando anda cantando las canciones de CRI CRI o amantándose, porque le falta el chupón y la mamila.

Y bajo tales principios de perversión del uso y desuso del poder para convertirlo en el ejercicio de los negocios, las transas, los fraudes, el control y la represión, la política, va dando tumbos hasta que tiene un control paramilitar y fascista, dictatorial. Es por ello que hoy, los candidatos a los puestos de elección popular no son o no tienen madera de líderes en todos los casos, son burócratas y figurines que, de un día para el otro, gracias a la “magia de la televisión y de la comunicación” se crean, tal como ha venido sucediendo con muchos “dirigentes” que, de un día para el otro, crecen, pero, de un día para el otro, desaparecen en el escenario político, tal como le ha sucedido al “Peje” o a Manuel Camacho Solís que, acostumbrado a ser un cortesano que intriga desde lo oscurito, cada día se pierde en las tinieblas del oportunismo y arribismo político, de tal forma que, sintiéndose un fouché, termina en un “conspirador de pacotilla”…. Y aún, estos tipos y personajes de opereta están rodeados de cortesanos y de “seguidores” que esperan la oportunidad de un “hueso”, el manejo de un negocio o el espacio político que les permitirá gozar del poder y del dinero que se roba en el poder y, sin duda, también, ellos, están engañados o entran al juego perverso del mutuo engaño: tú me engañas y te engaño, tú me mientes, yo te miento, tú me haces pendejo, yo te hago pendejo, tú me robas, yo te robo…. La falta de valores, conciencia, ética, principios, ideología, vergüenza, humildad, honestidad y valor, genera lo que hoy tenemos en el chiquero de la política y de lo político. Es el juego del espejo en los engaños, las mentiras y el cinismo… y este juego no permite ver la realidad y, sin conocer la realidad, no hay forma de cambiarla… se sigue en el engaño y la mentira.

Con todo esto, la percepción de la gente es que, la política, es el arte del engaño, de la mentira, de los negocios, del cinismo, de lo amoral, de lo sucio, del chiquero. La política no sirve, de ella se sirven y no se utiliza para servir sino para servirse, para enriquecerse y lo malo se identifica con todo este gran cúmulo de mierda y es por ello que, la gente, no se “interesa en la política” y por esa razón se deja el poder que se gana por medio de la lucha política electoral, en manos de los de siempre, de los grillos, de los amorales, de los pillos y la gente piensa que, no se puede erradicar esa podredumbre, ni se puede quitar del poder a todos esos perversos “grillos” que roban y matan con impunidad…

Es así que, el oportunismo y el arribismo, es lo que invade y aísla a los candidatos a los puestos de elección popular y es ,por esa misma razón, que ellos están ciscados y miedosos, saben que les engañan y utilizan y, por ello, también, ellos, engañan y utilizan y es como se continua pervirtiendo los procesos políticos y, engañando a los candidatos para que, cuando lleguen al poder, ellos, engañen o sean engañados, y por eso vemos las tragedias de los candidatos o las tragedias que sufren y provocan los gobernantes. La frivolidad en el uso del poder, la impunidad en su ejercicio, la carencia de límites por falta de principios y valores es lo que desarrolla toda la podredumbre en la política y provoca las grandes tragedias que sufren los pueblos por el cinismo de los “políticos” que, al final de cuentas, solamente eran unos charlatanes…

La política y los políticos ya no son una “bendición”, se han convertido en una maldición. Entramos al círculo vicioso de que: te engaño y me engañas como candidato y como tal, no puedo generar la confianza en mi palabra porque no soy el gobernante así que te uso y me usas, me engañas y te engaño, para que llegando al poder, te pueda demostrar que el PODER SE USA, NO SE COMPARTE y con él, con impunidad, puedo establecer una dictadura y por tanto, destruirte o perdonarte, no de acuerdo a la ley y la justicia sino a mis intereses… y, todo se pervierte y se jode…

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