jueves, 3 de junio de 2010

El valor de la verdad

Todos deberíamos tener el derecho a la verdad. Que se nos diga la verdad o que digamos la verdad es lo que debería contar en las relaciones humanas y las relaciones políticas. Con la consignación de Gregorio Sánchez, “Greg”, candidato, por parte del PRD, al gobierno de Quintana Roo, seguramente, se va entendiendo que no hay forma de tener la misma visión de las cosas y que las Alianzas para las Transas, terminarán como la unificación a la derrota compartida. Como se engañó a los militantes, al partido y a las autoridades electorales presionando para sacar la candidatura de Greg y, con esa maniobra, pretender evitar las investigaciones sobre sus relaciones y actividades, así, al no hablar ni decir la verdad, las cosas se complican y es por ello que sostenemos que: NO SE DEBE ENGAÑAR AL CANDIDATO, PARA NO ENGAÑAR AL GOBERNANTE Y NO ENGAÑAR A LOS VOTANTES.

Realizar los cambios y mejorar las condiciones de la democracia exige la VERDAD y esta, no solo es obligación, también, es un derecho, por ello la demagogia, la mentira, deben ser desterradas en la escena política nacional. Esto me recuerda la historia de un aduanero enamorado que, en sus años mozos, había logrado tener una novia en un pueblito cercano a donde estaba la aduana y, para convencerla, empezó a amueblar su casita, le puso clima, tinacos nuevos, calentadores y muebles, modestos pero nuevos y, finalmente, le compró un carro nuevo. Al poco tiempo rompieron las relaciones y no faltando los intrigosos que le contaban a este amigo: “pues fuimos al pueblito y vimos a esa mujer, el carrito lo maneja un bato que está muy agradecido por el mismo ya que además de nuevo, tiene clima y es muy rendidor en gasolina”, así que recurriendo a las mentira, le habló por teléfono para decirle: “cómo estás, fíjate que hablé con el señor que me vendió el carrito para solicitarle la factura y este me dijo que no podía, porque resulta que el carro es robado y no tiene y, con mucha pena te digo que así están las cosas, pero te lo informo para que no tengas problema con el mismo”. Ella, mujer seria y valiente le dijo: “la verdad es que no me interesa el carro y menos en esas condiciones, así que por favor manda por él”.

El aduanero le ordenó a dos de sus amigos que fueran a recoger el vehículo y uno de ellos que era el que más había tenido contacto con esa relación y llevaba constantemente cosas para arreglar la casita, daba vueltas y vueltas y no salía a cumplir la instrucción. El jefe le dijo: “Pues ya vete, que no ves que te están esperando para recoger el carro”. El amigo le contesto: “bueno, pues voy, pero eso si te digo que traeré todo lo que digas, menos el pinche tinacote, porque ese me costó mucho trabajo subirlo y no vayas a mentir para traértelo… mejor lo pago, pero se queda en esa casa.”

Y es que cuando no se habla ni se dice la verdad todo se trastorna y se deterioran las relaciones y se permite que los chismosos e intrigosos entren de lleno para manipular a los funcionarios, a los amigos y a las gentes que, inocentemente, quieren operar las relaciones y cometen el error de decir mentiras con tal de dar satisfacción a las intrigas y manipulaciones a las que están expuestos, porque no han entendido que, LA VERDAD ES UNA OBLIGACIÓN Y UN DERECHO. Hablar con la verdad evita muchos problemas y malos entendidos…

Esta historia relacionada con la política nos demuestra que culpa tienen los que ocultan la verdad, la manipulan o pretenden usarla solamente para su provecho, como culpa tienen los que aceptan las mentiras de buena fe o con la intención de no provocar “conflictos” y, la realidad es que se generan muchos más conflictos y problemas ya que, por cobardía, no se aclaran las cosas y el resentimiento invade el corazón en las relaciones humanas y por ello, todos creen que los malos y mentirosos son los que viven mejor y tienen más oportunidades en la vida, cuando en la realidad esto no es más que una ilusión ya que, al paso del tiempo, la verdad se descubre. EL TIEMPO, ES LA MADRE DE LA VERDAD, verdad que olvidan muchos políticos y funcionarios.

Así que cuando se dice que no se debe mentir al candidato para no mentir al gobernante, también, el GOBERNANTE O EL CANDIDATO, NO DEBEN MENTIR A SUS COLABORADORES Y MENOS A SUS ELECTORES, si hace esto para llegar al poder, de una u otra manera, la gente, intuye que hay mentira y no le brinda la confianza ni gozará de la credibilidad y, un político o funcionario sin credibilidad ni confianza, es un cero a la izquierda, un hombre o mujer sin valor, no vale, porque deshonra su palabra al usarla para mentir en vez de utilizarla como un arma, para decir la verdad, aclarar la realidad e incentivar el cambio de la misma. La palabra es el origen de las relaciones y la comunicación, por esa razón, se debe honrar con la VERDAD, la mentira es deshonrar la palabra y restarle la fuerza y el valor; la energía de la palabra no está en el discurso, sino en la verdad que sostiene y en la limpieza y bondad, entrega que sale del corazón. Ni se debe mentir al candidato para no mentir al gobernante, como el gobernante no debe mentir a sus electores para no generar las tragedias y el descrédito de la política y la función pública…

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