sábado, 15 de mayo de 2010

En la guerra no hay tregua y que hablen los presos

HAY DÌAS PARA AVENTAR CHISPAS Y OTROS PARA RECOGER CENIZAS, este es uno de esos días. No se piense que recoger cenizas es una tarea ingrata o que molesta, reservada a los basureros, al contrario, siempre he sostenido que la labor del periodista, comencé en la profesión desde que tenía 22 años y hoy cuento con 66, es como la más importante en cualquier casa, los que realmente sirven son los que sacan la basura, no los que hacen pensar que todo está bien, si queremos limpia una casa hay que atrevernos a sacar la basura, la mugre y, por supuesto, eliminar a los mochos que todo el día tragan santos para cagar diablos, aquellos que ocultos en las sotanas y en las mentiras pretenden imponer la censura en los medios, sobre todo, cuando no son periodistas y ni siquiera tienen el espíritu amplio que puede dar una carrera profesional, porque solamente se sometieron a los designios de algunos curas, los más retrógrados y los más nefastos, aquellos que, como Marcial Maciel, engañaron por años a muchas generaciones y terminaron llevándoles a las camas para prostituirles o para lastimarles y no para mostrarles el espíritu cristiano que, por supuesto, no va con ellos.
  
 Es curioso que en algunos medios, los ex seminaristas o formados por los sacerdotes que no fueron los mejores sino los más siniestros y lacayos, los que en verdad deberían estar recluidos en los penales para que pagaran sus culpas y destrucciones o en los hospitales siquiátricos donde se les diera el tratamiento para que mejoraran su desviaciones y mala entraña, hoy, son los que pretenden llevar la política en algunos medios y esto lo hacen, precisamente, para tratar de impedir que salgan a la luz todas esas desviaciones y esas tragedias que, por sus ambiciones, oscurantismo y lacayismo, buscan que no sean conocidas en los medios y se genere una mayor conciencia de la realidad. En fin, los avances del YUNQUE son siniestros en muchos sitios y por esa razón podremos esperar que, pronto, tengamos los asesinatos o atentados que tan bien se les dan en los tiempos del oscurantismo político como se ven avanzar en el país.
 
En fin, no hay duda que muchos de nosotros, periodistas formados por años y que tenemos conciencia social y política definida, tenemos mucho que hacer para evitar que esos zopilotes se apoderen de los medios y sean los que impidan la información de la realidad a los mexicanos. Esos oscurantistas que hoy invaden los medios de comunicación pretenden imponer la censura, alegando que todo lo que es la realidad no sirve, porque solamente genera desconfianza y violencia, cuando ellos son la fuente de la desconfianza y de la violencia. El ocultar la realidad no la cambia, como el observarla sin sentido tampoco contribuye a ese cambio, pero la conciencia de lo que en verdad sucede en el país y en las comunidades cuando menos genera un espíritu solidario para que las gentes luchen por mejorar su nivel y calidad de vida y no se les tengan en la oscuridad y en el oscurantismo como en los tiempos de la Inquisición, por temor y terror a la violencia generada, desde los curatos y de algunos ensotanados que tienen un espíritu depredador y violento, en contra de todo lo que sea distinto a lo que ellos quieren en la sumisión absoluta a sus designios y dogmatismo.
 
Si bien no son los tiempos del juarismo ni de las luchas de conciencia, deben saber muchos mochos y zopilotes que los tiempos son cambiantes y que la libertad es clara en todos los sentidos, que existen diferencias de criterio y de pensamiento y que no se tienen que imponer por la fuerza y menos por la censura. Hoy por hoy, las gentes conocen sus derechos y sus obligaciones y saben imponer límites a los depredadores y a los que buscan acallar y silenciar las voces y las conciencias de los demás porque sostienen un dogmatismo espiritual que no tiene razón de ser en los tiempos actuales. Aún en la propia Iglesia hay apertura y nuevos lineamientos, pasaron los tiempos de la crueldad y de la sinrazón y solamente aquellos que pretenden continuar con sus desviaciones son los que buscan silenciar y lastimar a los demás, ocultando lo que es la realidad y lo que significa la verdad de esa realidad. Si creer que por no publicar los crímenes de Maciel o mostrar la violencia cotidiana que destruye a las familias y lastima a los ciudadanos se cambia esa realidad, están tontos y por eso son cerrados y dogmáticos, violentos y destructores. Ocultar los crímenes de Maciel porque es sacerdote, no cambia la realidad de los crímenes ni del criminal… esto, lo deberían entender los “pelones” que no saben hacer de la dignidad una razón de ser y un espíritu de vida… la realidad es la realidad y ocultarla no cambia nada la misma, al contrario, se genera mayor violencia y se provoca mayor inquietud porque si creen que vivimos los tiempos de la edad media, hoy, la misma realidad los acabará y pondrá en el basurero que les corresponde, a pesar de que se oculten  entre los faldones de algunos curas violentos y degenerados…
 
En fin, hay de “pelones a pelones” y no hay duda de que, algunos “pelones”, en la Revolución, terminaron reconociendo que no se podía luchar contra la realidad y aceptaron los tiempos del cambio con el cambio. Pero, se inician las guerras y en ellas no hay treguas ni cuartel….
 
En fin, les quiero decir que en unos veinte días sale a la venta un nuevo libro que se llama QUE HABLEN LOS PRESOS, en el mismo cuento muchas realidades, de esas que tal vez a “los pelones” les lastiman porque son así, sin más. La brutalidad de los penales, de los carceleros, de las injusticias que sufren miles de inocentes que enfrentan juicios por ineficiencias, complicidades y corruptelas de los policías, políticos, empresarios, funcionarios, banqueros y especuladores financieros que son los que deberían estar dentro de los penales cumpliendo las condenas que en verdad se merecen.
 
Tendremos que reconocer a pesar de que los santurrones que tragan santos y cagan diablos pretendan ocultar esa realidad, que miles de familias sufren por los miles de presos que están injustamente en los penales y que hoy, con este gobierno entreguista y represor, pretende iniciar un nuevo giro en los negocios haciendo de los penales concesiones privadas para que además de las injusticias que sufren los presos y sus miles de familiares tengan que pagar por esas injusticias y brutalidades propias de este tipo de gobierno represores y deshonestos.
 
Cuando entré en la realidad de los penales me pude dar cuenta de que es justo aquello que leía en la celda Número ocho de la crujía H en la cárcel de Lecumberri, el famoso palacio negro constreñido durante la dictadura porfirista como un modelo de cárcel de alta seguridad: “En esta Cárcel maldita, donde reina la tristeza, no se castiga el delito, se castiga la pobreza”, y esto claro está no la conocen esos mochos y zopilotes que pretenden silenciar la realidad y la verdad, porque ellos finalmente están gozando de los dineros que se roban en sus transas o del que le roban a los trabajadores al regatearles sus salarios o negarles sus indemnizaciones porque junto con algunos otros cómplices “loquitas” ellos y ellas se reparten el botín como nuevos corsarios del hampa ensabanada… y es verdad esos rateros y nuevos corsarios que explotan y roban a los más pobres como en los viejos tiempos del porfirismo, emulando las tiendas de raya y el “mátalos en caliente”, no conocen esas miserias y lo que sufren miles de gentes que tienen que soportar todo tipo de injusticias y vejaciones, por ello prefieren encerrar en sus “cárceles de cristal” a sus familias porque siempre tienen el temor de que les roben porque ellos saben exactamente lo que significa el robo porque es con el que se enriquecen y viven a costillas de todas sus víctimas que en vez de bendiciones les mandan maldiciones rogando porque un buen día la justicia llegue aunque sea la justicia divina… en fin , ya les comentaremos el día en que puedan adquirir QUE HABLEN LOS PRESOS, en esta edición que con muchos sacrificios estamos produciendo….

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