EXITEN MUCHAS DUDAS SOBRE LA CREDIBILIDAD DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS, SOBRE LOS POLÍTICOS, YA NO SE DIGA LA CREDIBILIDAD DE LOS POLICÍAS O DE LOS JUECES Y HOMBRES DE LA LEY, LA JUSTICIA Y EL ORDEN, PORQUE EN REALIDAD, NI EXISTE LEY, NI JUSTICIA NI ORDEN…pero así es la situación en la actualidad y por tal motivo, todos, pensamos en que las intervenciones de teléfonos y las grabaciones de conversaciones serias o de desmadre que puedan realizarse, se pueden utilizar en contra de uno de una u de otra manera, total, no hay forma de decir que uno no es el de la voz y tampoco se puede demostrar, a menos que uno grabe todas las conversaciones que realiza, que se editaron o se sacaron frases para montar todo un escándalo, como el que vemos trae de cabeza al secretario de Comunicaciones, Luís Téllez, que después de ser un niño consentido y protegido de Carlos Salinas de Gortari, no encajando en el PRI por cuestiones que jamás entenderemos a menos que sean del dominio público, al llegar a los brazos acogedores del panismo, muestra su desmadre y por tanto, la poca o nula credibilidad que puede tener en sus declaraciones sobre los motivos del desplome del avión o por las transas logradas utilizando el nombre del presidente en las condiciones de la telefonía nacional y demás cosas por el estilo, si cuando asegura con sus cuates que, Carlos Salinas de Gortari, se robó, cuando menos, la mitad de los fondos de la partida secreta de la presidencia de la República que suman cientos de millones de dólares, asegura que lo hace sin pruebas y en forma descocada, soltándose el pelo, amariconada, sin sustento, así porque sí, para que los demás lo pudieran aplaudir por su gran información y otros, condenar, porque ha sido un cómplice de este atraco a la nación y sea lo que sea, está expuesto a que lo demanden, por difamación o por encubrimiento, y de las dos formas, saldrá mal y de malas, como dicen en mi pueblo…
Y por si fuera poco, el presidente, insiste en que las cosas se calmarán a más tardar a finales del 2009, cuando no acepta que el precio del dólar aumente a más de 14.60 pesos y que se muestra una seria devaluación, no oficial, y para que tengamos una idea, cuando el dólar estaba cotizado a diez pesos, un adeudo de cien mil dólares, representaba un millón de pesos a pagar, con la actual cotización es de un millón 460 mil pesos, es decir, algo así como un poco más del cuarenta por ciento y en esto tenemos que pensar que, los pagos de los bienes y servicios comprados al extranjero que son todos, se hace en dólares, que las deudas están en dólares y que las cotizaciones de vehículos, refacciones y combustibles son en dólares, es decir, dependemos del dólar y con esta cotización, es claro que estamos en un serio riesgo todos los mexicanos, además de que no controlamos los desmadres que nos hacen los bancos ya que, en sus países de origen, ellos cobran un veinte por ciento en promedio de intereses, en cambio en México, país de jauja para esos extranjeros, cobran cerca del 80 por ciento en promedio y ni quién les diga algo o les reclame por ese acto criminal, irresponsable, saqueador y de raterismo puro que realizan con los especuladores y banqueros mexicanos que, en nuestro país, además de ser los grandes lava dólares, son presentados como los mecenas y donantes de fondos para obras sociales y, con este frente legal, nos dan las chingas a todos y además les aplaudimos y agradecemos que nos jodan. Pero así somos los mexicanos, nos encanta que nos chingoteen y no sabemos levantar la voz para defender nuestros derechos, menos, ante los banqueros, los especuladores o los políticos y poderosos que nos controlan, explotan y desgobiernan.
De nada sirve que ahora, el secretario de economía, Gerardo Ruíz Mateos, nos diga que en el país, la desocupación, alcanzará este año, una cifra superior a los 300 desocupados y que eso sí, se realizan esfuerzos para que no se genere un mayor problema a los mexicanos. Así creemos que el presidente, no solamente debe sentirse muy mal porque su slogan de que sería el presidente del empleo se ha convertido en que es el “presidente del desempleo”.
El paro nacional del transporte era un hecho y un anuncio claro que se vendría en escalada y que los panistas, como son totalmente insensibles a las cuestiones sociales, darían palos a los protestatarios y no soluciones reales, alegando que no están para mantener una política paternalista y de dispendio, pero la realidad es que no vemos unas salidas adecuadas a los problemas y solamente vemos crecer la indignación social y el malestar, de tal forma que, la violencia, las manifestaciones de protesta y de demanda a soluciones populares son claras y, las movilizaciones sociales, tienden a crecer con el peligro de que se desestabilicen muchas regiones ante la pérdida del control político y social y la violencia se generalice o sea, la mecha de detonación de movilizaciones o de entrada al escenario político de los grupos de guerrilla que solamente pueden garantizar el freno a los policías, a los grupos de seguridad y los paramilitares, en la acción de represión que desatan en muchos sitios, con el pretexto de que luchan contra la delincuencia organizada o bien, para garantizar la seguridad y por este motivo se están generalizando las represiones sin sentido a muchos grupos sociales en varias partes del país que están provocando manifestaciones de protesta en muchos lados.
Es claro que la desocupación de los egresados de las escuelas públicas, de las privadas y confesionales que no tienen más destino que la frustración y el resentimiento, van a generar y provocar muchas movilizaciones en todo el país. Y esto se puede prever por el sencillo vínculo que tienen los estudiantes y maestros con el transporte y, como seguramente, no podrán retornar a los precios bajos de los combustibles en el país, pues el gobierno, como salida sencilla, dará permiso para que los transportistas aumenten los precios de los pasajes y de la carga, con lo cual generarán las protestas violentas que afectarán, inicialmente, a los concesionarios y no a los funcionarios y políticos y, al generalizarse la violencia en las protestas, se tiene que recurrir, por parte de los políticos y gobernantes, a la represión con violencia, claro, a petición de los concesionarios y transportistas que no resistirán la violencia en contra de sus unidades.
Por estos motivos que todos los analistas veíamos llegar a las puertas del país, sostuvimos que las famosas reformas a los grupos de policía y a la seguridad, no tenían ninguna finalidad de brindar protección a los ciudadanos, sino dar instrumentos fuertes y organización paramilitar al gobierno, con el cual pudieran dar respuesta, por medio de la represión generalizada, a las protestas populares y con este sentido, desmantelar, destruir, perseguir o eliminar a los grupos de la dirigencia social y política de esas protestas, como en los viejos métodos utilizados en las dictaduras militares o en las “dicta blandas, con las que nos gobernaron en el país”. Los gobiernos que se llegan a imponer y dejan dudas sobre el éxito de un proceso electoral, los que en vez de sembrar una idea y confianza para la unidad nacional, provocan la discordia, generan la desconfianza, atentan contra la lealtad y los compromisos, solo pueden provocar serios disturbios a la corta o a la larga, donde las movilizaciones sociales se confrontarán con las fuerzas de represión política y este, es el camino que llevamos en el país … por esto dice el dicho: “QUIEN TIENE EL TRASERO DE PAJA, LE TIENE MIEDO A LA LUMBRE CERCANA”… Y EN VERDAD QUE LA LUMBRE ESTÁ CERCA.
Y por si fuera poco, el presidente, insiste en que las cosas se calmarán a más tardar a finales del 2009, cuando no acepta que el precio del dólar aumente a más de 14.60 pesos y que se muestra una seria devaluación, no oficial, y para que tengamos una idea, cuando el dólar estaba cotizado a diez pesos, un adeudo de cien mil dólares, representaba un millón de pesos a pagar, con la actual cotización es de un millón 460 mil pesos, es decir, algo así como un poco más del cuarenta por ciento y en esto tenemos que pensar que, los pagos de los bienes y servicios comprados al extranjero que son todos, se hace en dólares, que las deudas están en dólares y que las cotizaciones de vehículos, refacciones y combustibles son en dólares, es decir, dependemos del dólar y con esta cotización, es claro que estamos en un serio riesgo todos los mexicanos, además de que no controlamos los desmadres que nos hacen los bancos ya que, en sus países de origen, ellos cobran un veinte por ciento en promedio de intereses, en cambio en México, país de jauja para esos extranjeros, cobran cerca del 80 por ciento en promedio y ni quién les diga algo o les reclame por ese acto criminal, irresponsable, saqueador y de raterismo puro que realizan con los especuladores y banqueros mexicanos que, en nuestro país, además de ser los grandes lava dólares, son presentados como los mecenas y donantes de fondos para obras sociales y, con este frente legal, nos dan las chingas a todos y además les aplaudimos y agradecemos que nos jodan. Pero así somos los mexicanos, nos encanta que nos chingoteen y no sabemos levantar la voz para defender nuestros derechos, menos, ante los banqueros, los especuladores o los políticos y poderosos que nos controlan, explotan y desgobiernan.
De nada sirve que ahora, el secretario de economía, Gerardo Ruíz Mateos, nos diga que en el país, la desocupación, alcanzará este año, una cifra superior a los 300 desocupados y que eso sí, se realizan esfuerzos para que no se genere un mayor problema a los mexicanos. Así creemos que el presidente, no solamente debe sentirse muy mal porque su slogan de que sería el presidente del empleo se ha convertido en que es el “presidente del desempleo”.
El paro nacional del transporte era un hecho y un anuncio claro que se vendría en escalada y que los panistas, como son totalmente insensibles a las cuestiones sociales, darían palos a los protestatarios y no soluciones reales, alegando que no están para mantener una política paternalista y de dispendio, pero la realidad es que no vemos unas salidas adecuadas a los problemas y solamente vemos crecer la indignación social y el malestar, de tal forma que, la violencia, las manifestaciones de protesta y de demanda a soluciones populares son claras y, las movilizaciones sociales, tienden a crecer con el peligro de que se desestabilicen muchas regiones ante la pérdida del control político y social y la violencia se generalice o sea, la mecha de detonación de movilizaciones o de entrada al escenario político de los grupos de guerrilla que solamente pueden garantizar el freno a los policías, a los grupos de seguridad y los paramilitares, en la acción de represión que desatan en muchos sitios, con el pretexto de que luchan contra la delincuencia organizada o bien, para garantizar la seguridad y por este motivo se están generalizando las represiones sin sentido a muchos grupos sociales en varias partes del país que están provocando manifestaciones de protesta en muchos lados.
Es claro que la desocupación de los egresados de las escuelas públicas, de las privadas y confesionales que no tienen más destino que la frustración y el resentimiento, van a generar y provocar muchas movilizaciones en todo el país. Y esto se puede prever por el sencillo vínculo que tienen los estudiantes y maestros con el transporte y, como seguramente, no podrán retornar a los precios bajos de los combustibles en el país, pues el gobierno, como salida sencilla, dará permiso para que los transportistas aumenten los precios de los pasajes y de la carga, con lo cual generarán las protestas violentas que afectarán, inicialmente, a los concesionarios y no a los funcionarios y políticos y, al generalizarse la violencia en las protestas, se tiene que recurrir, por parte de los políticos y gobernantes, a la represión con violencia, claro, a petición de los concesionarios y transportistas que no resistirán la violencia en contra de sus unidades.
Por estos motivos que todos los analistas veíamos llegar a las puertas del país, sostuvimos que las famosas reformas a los grupos de policía y a la seguridad, no tenían ninguna finalidad de brindar protección a los ciudadanos, sino dar instrumentos fuertes y organización paramilitar al gobierno, con el cual pudieran dar respuesta, por medio de la represión generalizada, a las protestas populares y con este sentido, desmantelar, destruir, perseguir o eliminar a los grupos de la dirigencia social y política de esas protestas, como en los viejos métodos utilizados en las dictaduras militares o en las “dicta blandas, con las que nos gobernaron en el país”. Los gobiernos que se llegan a imponer y dejan dudas sobre el éxito de un proceso electoral, los que en vez de sembrar una idea y confianza para la unidad nacional, provocan la discordia, generan la desconfianza, atentan contra la lealtad y los compromisos, solo pueden provocar serios disturbios a la corta o a la larga, donde las movilizaciones sociales se confrontarán con las fuerzas de represión política y este, es el camino que llevamos en el país … por esto dice el dicho: “QUIEN TIENE EL TRASERO DE PAJA, LE TIENE MIEDO A LA LUMBRE CERCANA”… Y EN VERDAD QUE LA LUMBRE ESTÁ CERCA.
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