BIEN DICE EL DICHO POPULAR QUE: “LOS FUNCIONARIOS O ALGUNOS FUNCIONARIOS, SON COMO LOS POLÍTICOS Y LOS POLICÍAS, IGUALES A LAS SEMILLAS DEL TOMATE: NO SIRVEN PARA NADA PERO YA VIENEN ADENTRO”.
Y NUESTRO GURÚ PERSONAL, TOBÍAS, NOS DICE CON SESUDA CALMA Y ATINADA REFLEXIÓN: LA CORRUPCIÓN DE LOS MEJORES ES LA PEOR DE LAS CORRUPCIONES”.
Y si reflexionamos seriamente tendremos que llegar a la conclusión de que los mexicanos estamos engañados de cabo a rabo y que pensamos que los procesos electorales sirven para cambiar cuando en la realidad sirven para sostener las cosas igual. Los cambios serían revolucionarios, pero ya vemos que las técnicas, las tácticas y las estrategias de los funcionarios del gobierno son simples copias de lo que fueron los funcionarios, los peores, no los mejores, funcionarios del presidencialismo y del priísmo. Si analizamos bien a bien debemos recordar que las cosas se siguen haciendo igual, que la realidad es que no hay cambios porque toda la estructura funcional del gobierno, la burocracia y lo demás son exactamente igual a las anteriores.
Parece mentira que con los tiempos y las circunstancias actuales no puedan aceptar, los burócratas y funcionarios del presidente Calderón, que se le contradiga, a pesar de que dichas contradicciones sean producto de una realidad y de su interpretación, pero el presidente ha declarado y eso debe ser aceptado, aunque sea inadecuado. Una orden del presidente no se discute, se cumple, dirían en los viejos tiempos y por esa razón, los caciques presidenciales, cometieron las peores masacres y las más violentas represiones. Así que, cuando vemos las actividades de las policías en muchos lados, vemos que hay muchas arbitrariedades y se cometen muchas tropelías y violaciones a los derechos y garantías individuales de los ciudadanos sin que existan posibilidades de poder quejarse o cuando menos, exigir alguna investigación, porque la represión es de tal forma violenta que la gente tiene miedo y terror de los delincuentes pero también de las autoridades, de los policías y de los grupos de la seguridad. Por ello, algunos, sostienen que si matas a una persona te conviertes en asesino, pero si matas a muchas, seguramente, eres un héroe o un político estadista y visionario.
Hace algunos años, mi abuelo, que era un hombre sabio y experimentado en las cosas de la vida, nos recomendaba que jamás nos peleáramos con un chaparro o con un mariconcito, con alguien más débil que nosotros. Al preguntarle la razón, nos contestaba: “Si les ganan toda la gente dirá que ustedes son unos abusones, ya que lastimaron a los chaparritos, a los débiles o a los mariconcitos. Si por alguna razón pierden, que también puede ser, todos les faltarán el respeto, porque todos dirán que son ustedes tan pendejos que hasta los mariconcitos les ganan”. Esto lo comento, porque es la impresión que me provoca el famoso pleito de dimes y diretes entre las declaraciones de Carlos Slim y las del presidente Calderón y de su equipo de “golpeadores” o de funcionarios que piensan que, con esas declaraciones, los mexicanos estaremos confiados y tranquilos ya que al decir de ellos no pasará nada y que todo lo dicho por Slim, que por cierto anda noviando como lo destacan las informaciones de las revistas de amor, son declaraciones alarmistas, especulativas, irresponsables, graves, terribles y horrorosas. Claro que un ciudadano común y corriente no solamente Slim que no es ni ciudadano ni común ni corriente, tiene derecho a decir lo que le venga en gana y en contradecir si no está de acuerdo y tiene los argumentos necesarios y las pruebas adecuadas hasta al mismo presidente, este es un derecho que nadie nos puede quitar a menos que lo permitamos los mexicanos, pero el Presidente, sí tiene obligación de escuchar y respetar las diferencias y las opiniones contrarias porque se supone se encuentra investido de un enorme poder, por encima de cualquier ciudadano común y corriente, así sea el hombre más rico del mundo y, por este motivo, estaría obligado a ser cuidadoso con sus declaraciones porque éstas parecen que pretenden silenciar a Carlos Slim y a golpearlo, por lo que lo pueden convertir en una víctima, tal como le sucedió a Vicente Fox con Andrés Manuel López Obrador, donde con sus ataques inadecuados, violentos, impulsivos y cobardes, lograra que el “enano creciera” y le provocó un gran susto y un enorme conflicto político y social que estuvo a punto de provocar una violencia innecesaria.
En el libro, “Los Cinco Secretos que Debes Descubrir Antes de Morir”, escrito por John Izzo, publicado por Urano, se puede leer: “Ten cuidado con tus pensamientos, porque éstos se convierten en palabras. Ten cuidado con tus palabras, porque éstas se convierten en acciones. Ten cuidado con tus acciones, porque éstas se convierten en hábitos. Ten cuidado con tus hábitos, porque éstos se convierten en tu carácter. Y tu carácter es tu destino”. Así, los políticos, acostumbrados a la palabrería donde se demuestra la falta de respeto a la misma palabra que determina los compromisos y condiciona las acciones, son fácilmente presas de la demagogia y por tanto, fácilmente, hablan, pero no sostienen. Así, con esas bravatas que se dan en las famosas “confrontaciones políticas” que no tienen sustento con la ideología ni con los principios y programas, nos perdemos, para ocultar la distracción que se hace para que la gente no se dé cuenta de la gravedad de la situación actual.
Por esa razón, los panistas, se parecen tanto a los demás políticos que han utilizado la palabrería sin compromisos para manipular y controlar el poder del cual se han servido y por el cual no han servido, como hubiera sido su obligación. Esto mismo propicia el que los grupos políticos ataquen a los políticos y funcionarios del gobierno en sus entrañas y con sus argumentos y así es como los panistas miembros del Yunque, como Fox y Espino, son los principales enemigos del presidente y los que le hacen la guerra con todo el “fuego amigo” que desgasta tanto a los gobernantes, de tal forma, que cansado, en dos años, aburrido y desconsolado, el presidente Calderón, asegura que estar en la oposición es estar en la gloria, mientras estar en el gobierno, es vivir en el Infierno..
En este proceso demuestran que no están capacitados para el ejercicio del poder, no lo quieren ejercer, no saben cómo hacerlo y por tanto, el miedo, les paraliza o convierte en bravucones de cantina que temerosos de mostrar su debilidad, prefieren lanzar retos y habladas con la esperanza de que los otros se retiren, por prudencia, y al no contestar esas provocaciones, ellos, sientan que se les brinda la razón. El presidente Calderón, creemos, es un hombre sencillo, salido de las clases medias… pero se encuentra descontrolado y no entiende la diferencia entre realidad y lo que él, quisiera, fuera la misma.
Sin ser catastrofista, manejando malos augurios, siendo negativo o malevo y perverso, todos entendemos que la situación es difícil y que lo podemos comprobar en los bolsillos, en los precios, en los salarios que no alcanzan, en las angustias que pasamos para terminar la quincena o con el terror de no poder pagar la renta, la luz, al agua o tener para los pasajes para ir al trabajo y la escuela… esa es la realidad, lo demás, parecen pleitos de lavadero… unos, abusan y otros, se retiran para no provocar conflictos o que se les margine y se les persiga por no pensar igual. Por ello dice un dicho: EL QUE QUIERA DECIR LA VERDAD, TIENE QUE TENER SU CABALLO ENSILLADO, PARA SALIR CORRIENDO DESPUÉS DE DICHA”.
Y NUESTRO GURÚ PERSONAL, TOBÍAS, NOS DICE CON SESUDA CALMA Y ATINADA REFLEXIÓN: LA CORRUPCIÓN DE LOS MEJORES ES LA PEOR DE LAS CORRUPCIONES”.
Y si reflexionamos seriamente tendremos que llegar a la conclusión de que los mexicanos estamos engañados de cabo a rabo y que pensamos que los procesos electorales sirven para cambiar cuando en la realidad sirven para sostener las cosas igual. Los cambios serían revolucionarios, pero ya vemos que las técnicas, las tácticas y las estrategias de los funcionarios del gobierno son simples copias de lo que fueron los funcionarios, los peores, no los mejores, funcionarios del presidencialismo y del priísmo. Si analizamos bien a bien debemos recordar que las cosas se siguen haciendo igual, que la realidad es que no hay cambios porque toda la estructura funcional del gobierno, la burocracia y lo demás son exactamente igual a las anteriores.
Parece mentira que con los tiempos y las circunstancias actuales no puedan aceptar, los burócratas y funcionarios del presidente Calderón, que se le contradiga, a pesar de que dichas contradicciones sean producto de una realidad y de su interpretación, pero el presidente ha declarado y eso debe ser aceptado, aunque sea inadecuado. Una orden del presidente no se discute, se cumple, dirían en los viejos tiempos y por esa razón, los caciques presidenciales, cometieron las peores masacres y las más violentas represiones. Así que, cuando vemos las actividades de las policías en muchos lados, vemos que hay muchas arbitrariedades y se cometen muchas tropelías y violaciones a los derechos y garantías individuales de los ciudadanos sin que existan posibilidades de poder quejarse o cuando menos, exigir alguna investigación, porque la represión es de tal forma violenta que la gente tiene miedo y terror de los delincuentes pero también de las autoridades, de los policías y de los grupos de la seguridad. Por ello, algunos, sostienen que si matas a una persona te conviertes en asesino, pero si matas a muchas, seguramente, eres un héroe o un político estadista y visionario.
Hace algunos años, mi abuelo, que era un hombre sabio y experimentado en las cosas de la vida, nos recomendaba que jamás nos peleáramos con un chaparro o con un mariconcito, con alguien más débil que nosotros. Al preguntarle la razón, nos contestaba: “Si les ganan toda la gente dirá que ustedes son unos abusones, ya que lastimaron a los chaparritos, a los débiles o a los mariconcitos. Si por alguna razón pierden, que también puede ser, todos les faltarán el respeto, porque todos dirán que son ustedes tan pendejos que hasta los mariconcitos les ganan”. Esto lo comento, porque es la impresión que me provoca el famoso pleito de dimes y diretes entre las declaraciones de Carlos Slim y las del presidente Calderón y de su equipo de “golpeadores” o de funcionarios que piensan que, con esas declaraciones, los mexicanos estaremos confiados y tranquilos ya que al decir de ellos no pasará nada y que todo lo dicho por Slim, que por cierto anda noviando como lo destacan las informaciones de las revistas de amor, son declaraciones alarmistas, especulativas, irresponsables, graves, terribles y horrorosas. Claro que un ciudadano común y corriente no solamente Slim que no es ni ciudadano ni común ni corriente, tiene derecho a decir lo que le venga en gana y en contradecir si no está de acuerdo y tiene los argumentos necesarios y las pruebas adecuadas hasta al mismo presidente, este es un derecho que nadie nos puede quitar a menos que lo permitamos los mexicanos, pero el Presidente, sí tiene obligación de escuchar y respetar las diferencias y las opiniones contrarias porque se supone se encuentra investido de un enorme poder, por encima de cualquier ciudadano común y corriente, así sea el hombre más rico del mundo y, por este motivo, estaría obligado a ser cuidadoso con sus declaraciones porque éstas parecen que pretenden silenciar a Carlos Slim y a golpearlo, por lo que lo pueden convertir en una víctima, tal como le sucedió a Vicente Fox con Andrés Manuel López Obrador, donde con sus ataques inadecuados, violentos, impulsivos y cobardes, lograra que el “enano creciera” y le provocó un gran susto y un enorme conflicto político y social que estuvo a punto de provocar una violencia innecesaria.
En el libro, “Los Cinco Secretos que Debes Descubrir Antes de Morir”, escrito por John Izzo, publicado por Urano, se puede leer: “Ten cuidado con tus pensamientos, porque éstos se convierten en palabras. Ten cuidado con tus palabras, porque éstas se convierten en acciones. Ten cuidado con tus acciones, porque éstas se convierten en hábitos. Ten cuidado con tus hábitos, porque éstos se convierten en tu carácter. Y tu carácter es tu destino”. Así, los políticos, acostumbrados a la palabrería donde se demuestra la falta de respeto a la misma palabra que determina los compromisos y condiciona las acciones, son fácilmente presas de la demagogia y por tanto, fácilmente, hablan, pero no sostienen. Así, con esas bravatas que se dan en las famosas “confrontaciones políticas” que no tienen sustento con la ideología ni con los principios y programas, nos perdemos, para ocultar la distracción que se hace para que la gente no se dé cuenta de la gravedad de la situación actual.
Por esa razón, los panistas, se parecen tanto a los demás políticos que han utilizado la palabrería sin compromisos para manipular y controlar el poder del cual se han servido y por el cual no han servido, como hubiera sido su obligación. Esto mismo propicia el que los grupos políticos ataquen a los políticos y funcionarios del gobierno en sus entrañas y con sus argumentos y así es como los panistas miembros del Yunque, como Fox y Espino, son los principales enemigos del presidente y los que le hacen la guerra con todo el “fuego amigo” que desgasta tanto a los gobernantes, de tal forma, que cansado, en dos años, aburrido y desconsolado, el presidente Calderón, asegura que estar en la oposición es estar en la gloria, mientras estar en el gobierno, es vivir en el Infierno..
En este proceso demuestran que no están capacitados para el ejercicio del poder, no lo quieren ejercer, no saben cómo hacerlo y por tanto, el miedo, les paraliza o convierte en bravucones de cantina que temerosos de mostrar su debilidad, prefieren lanzar retos y habladas con la esperanza de que los otros se retiren, por prudencia, y al no contestar esas provocaciones, ellos, sientan que se les brinda la razón. El presidente Calderón, creemos, es un hombre sencillo, salido de las clases medias… pero se encuentra descontrolado y no entiende la diferencia entre realidad y lo que él, quisiera, fuera la misma.
Sin ser catastrofista, manejando malos augurios, siendo negativo o malevo y perverso, todos entendemos que la situación es difícil y que lo podemos comprobar en los bolsillos, en los precios, en los salarios que no alcanzan, en las angustias que pasamos para terminar la quincena o con el terror de no poder pagar la renta, la luz, al agua o tener para los pasajes para ir al trabajo y la escuela… esa es la realidad, lo demás, parecen pleitos de lavadero… unos, abusan y otros, se retiran para no provocar conflictos o que se les margine y se les persiga por no pensar igual. Por ello dice un dicho: EL QUE QUIERA DECIR LA VERDAD, TIENE QUE TENER SU CABALLO ENSILLADO, PARA SALIR CORRIENDO DESPUÉS DE DICHA”.
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