Hay ocasiones en que no hay que ponernos pomposos y
eruditos para escribir, y hay que dar un poco de humor no por payasos sino
porque es una forma de comunicación con alegría y buena fe, así que contaré un
chistecillo que cuentan los alumnos de una de esas escuelas que cobran un montón para “educar” con buenos
modales y creencias a los alumnos, así que se habla de que Pepito y los niños
ricos de una de esas escuelas que tragan santos todos los días y defecan
diablos cada vez que van al baño, les
pidieron en el colegio tarea que consistía en formar una oración con las
palabras: “Debe ser que”…
“Al día
siguiente, la maestra, le pregunta a Marianita por su oración y la niña dice:
“Hoy mi papá me trajo al colegio en el Mercedes Benz: “Debe ser que, el BMW se
averió”. La maestra la felicita y pregunta a Robertito por su oración a lo que
Robertito contesta: “Anoche mi papá no durmió en la casa: “Debe ser que, se
quedó en París, trabajando”. La maestra también felicita al niño y pregunta a
Pepito lo mismo, a lo que el niño le contesta: “Esta mañana vi a mi abuelo
caminando a través del campo de golf con el diario New York Times debajo del
brazo… “Debe ser que mi abuelo iba a defecar, porque mi abuelo ni juega golf ni
habla inglés”…
Y es que
hoy en día, muchos padres de familia hacen grandes esfuerzos para que sus hijos
vayan a estudiar y en vez de enviarlos a las escuelas oficiales con la
educación gratuita y laica, tienen que hacer el sacrificio de enviarles a las
escuelas de paga, confesionales, que forman a sus hijos fuera de su propia
realidad y que establecen una “sana distancia” con su realidad y les convierten en renegados de sus
propias familias. Y no es que esa educación sea tan mala, lo malo es que los
especuladores financieros y los sacerdotes de la educación privada aprovechan
los errores o las famosas luchas sociales de los “maestros”, donde sostienen que “lucha por la educación popular”
cuando evitan que los niños de pocos recursos puedan tener una buena educación
y, con este pretexto, en vez de ayudar a los jodidos a ser mejores y estar
mejor preparados, los mandan a la jodida porque no pueden acceder a una buena
educación y, en cambio, apoyan la educación privada y confesional que hoy es un
enorme negocio que usan los especuladores financieros con los curas políticos
para sostener un gran nicho de mercado. Esto mismo sucedió con las famosas
luchas universitarias cuando los “izquierdistas” tomaron las universidades para
refugiarse y tener puestos y presupuesto, deteriorando la educación pública de tal forma que en vez
de apoyar las luchas por una mejor educación la deterioraron de tal forma que
fortalecieron la educación proporcionada a grandes costos por los especuladores
financieros y los miembros de la iglesia que tienen un gran negocio en la
educación superior, esto es lo que hoy en día hacen muchos “seudo
revolucionarios” que, solamente, buscan los puestos y presupuestos en la
dirigencia magisterial que está refugiada en la oposición y en la CNTE… sino,
al tiempo, que han deteriorado la educación pública y fortalecido la privada,
consiente o inconscientemente, pero con esos resultados…
Y CÓMO
no se van a degenerar los niños en las escuelas si los maestros y las
autoridades les dan esos ejemplos de corrupción, desinterés, negligencia,
abulia, flojera y es así que, por ejemplo, el fenómeno de la violencia en las
escuelas crece de tal forma que se oculta en muchos sitios y nadie quiere
hablar seriamente sobre el fenómeno del “Bullying”. Así, en el Estado de
Jalisco, un “niño de siete años, identificado como Jonathan Ortíz Ávalos,
falleció la mañana del día 9 de marzo a causa del presunto bullying del que era
objeto en su escuela primaria, según señalaron familiares del menor, quienes aseguran que interpusieron la denuncia en
contra de quienes resulten responsables”
El pequeño empezó a sentirse mal el 18 de febrero
cuando al regresar de la escuela en la “comunidad de Encinilas”, la abuela,
notó un comportamiento distinto en el niño cuando se negó a comer y se le veía
triste, alegando que si tomaba agua sentía que se ahogaba, al siguiente día no
se quiso levantar porque decía que un
niño de 12 años, llamado el “Beto”, lo golpeaba y, el día anterior, lo “sumergió
en el excusado de los baños de la escuela para quitarle el dinero que le daban
para gastar”, así que le llevaron a una clínica del IMSS en Lagos de Moreno,
donde el médico, lo atendió diagnosticando una infección estomacal, por lo que
lo retornó a su casa con medicamentos para dicho mal; como continuaba mal de
salud los familiares le llevaron ante un médico familiar el día 20 y ahí le
diagnosticaron una infección en los pulmones, trasladándolo de urgencia al
hospital del Centro Médico del IMSS de Guadalajara. En el traslado el niño
sufrió tres paros cardiorrespiratorios, para ingresarle al hospital en el que
muere el día sábado 9 de marzo”
Y así
como esta familia de escasos recursos que ahora solicita ayuda para enterrar al
niño, miles de niños y jóvenes en la escuela primaria, secundaria, nivel
bachillerato y profesional, sufren de este fenómeno de violencia sin que las
autoridades escolares se den por enteradas o busquen apoyos y atención
sicológica para ellos y los que sufren de esa violencia que, según los estudios,
llegan a influir en muchas formas cuando no son atendidos de inmediato por
profesionistas que logren desentrañar el tema y apoyar en la ayuda sicológica a
los que la sufren ya que, después de 10 años en que han sido víctimas, algunos, no pueden
superar los traumas ocasionados por tal violencia que se muestra,
posteriormente, en la violencia intrafamiliar y social que vivimos en todo el
país. Por esto mismo miles de mexicanos sufren problemas de ansiedad y de pérdida
de autoestima que llegan a niveles increíbles y que influyen, señalan los
expertos, en los problemas de trabajo,
relaciones humanas y sexuales o en los niveles de gordura, en fin, los daños
colaterales de esta violencia que no se atiende en las escuelas y se deja al
margen por maestros autoridades y padres de familia, son terribles en sus
consecuencias.
La reforma
educativa será valiosa en la medida en que logre superar muchos de esos males
que sufren también en las propias escuelas privadas, con otro tipo de violencia,
cuando los niños que se supone tienen mayores recursos marginan y discriminan a
los que consideran opacados o pobres y esto se muestra cuando los propios niños
mantienen una competencia de prendas de vestir o de dinero que gastar y de
cosas por presumir, en tales condiciones, la marginación y la discriminación a
otro grupo de alumnos se sostiene aún por la competencia entre los padres de
familia que se muestran con esos lujos y dan a sus hijos la idea de que,
solamente, la riqueza es lo que vale y no el ser humano, esto es muy común en
tales escuelas de niños “bien”, de tal suerte que los maestros son los que alientan a los más ricos a
competir para obtener mayores recursos o bien, para que sean los “benefactores
de esos colegios”, como un símbolo de distinción y de un lugar preferente en la
sociedad… una violencia social.
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