El Papa Francisco, declara desde el inicio de su
pontificado que quiere una iglesia para los pobre y pobre, no porque no fueran
importantes los bienes terrenales, sino para darle un giro vital encaminado a
buscar que la palabra y el evangelio sean congruentes entre el decir y el hacer
de los sacerdotes y no quedarse como lo han sido en la riqueza, la ostentación
y distantes ante las verdaderas necesidades del pueblo católico donde el
hambre, la marginación, el desempleo, la miseria, la insalubridad, el
analfabetismo y la falta de casa, agobia y lastima a las mayorías en todo el
mundo, mientras un grupos de sacerdotes enriquecidos y ligados al poder gozan,
indebidamente, de los bienes que deberían ser destinados a todos y para todos,
tal como marcan los cánones de la propia Iglesia Católica, olvidados por muchos
años.
En su
primera misa en la Sala de las Lágrimas, Francisco, no permitió cambiar su
pectoral de hierro por el de oro y dejaba los lujosos autos para trasladarse
con los demás en un transporte común, en vez de ir a banquetes, acudía a
visitar a un viejo amigo enfermo y dejaba los lujosos zapatos rojos de Prada,
para continuar calzando los viejos y gastados zapatos con los que llegó al
Vaticano, así, dando ejemplo y demandando un cambio de valores en toda la
iglesia, Francisco, demanda una nueva visión y una nueva acción de los
sacerdotes, dejando a un lado las ligas con el poder, para servir a los que todo
necesitan, pero una cosa son las buenas intenciones y otra la realidad, en vez
de vender sus joyas y dejar a una lado sus ligas con los hombres poderosos,
muchos sacerdotes se esfuerzan en sostener esos privilegios y esas riquezas,
sin cambiar sus oros y piedras preciosas ni sus bienes terrenales ni sus gustos
caros. Así, por ejemplo, el nuevo arzobispo Alfonso Cortés quién sustituye a
Martín Rábago en la Arquidiócesis de León Guanajuato, en vez de seguir los
dictados de Francisco, llega en lujoso jet privado, que le “patrocinó” Santiago
Garza un empresario morelense y amigo del prelado, para trasladarse de Morelos
a León, acompañado de su señora madre y del Nuncio Apostólico Chistophe Pierre
y, por si esto no fuera poco, los dirigentes del Yunque, organización fascista
de la Iglesia Católica, cubre los gastos de banquete y recepción y el gobernador de la entidad, además de los
“regalos personales”, presta vehículos oficiales para el traslado del magnate Arzobispo
que no sigue los dictados del nuevo Papa, francisco, y esto es, simplemente,
algo que debemos señalar, porque no hay duda que así como existen buenos
sacerdotes que se volcarán al servicio de los demás con humildad y lealtad ,
otros continuarán haciendo como que hacen, para continuar enriqueciéndose, como
hemos visto a muchos sacerdotes que, al igual que los políticos, toman las
normas y la institución de la Iglesia para servirse de ella y no servir a los
demás, para hacer lo mismo que hacen los políticos al hacer de la política un
gran negocio y no una manera de servir sin servirse a sus intereses y
ambiciones… en cualquier parte del país hay muchos ejemplos de esos curas
ambiciosos, pederastas, mentirosos y embusteros que, con la palabra de Jesús,
roban y engañan a sus fieles, para enriquecerse y ser parte del grupo del
poder… no para servir, sino, para servirse de los demás. Pobre Francisco,
tendrá que luchar mucho para enseñar a los suyos lo que significa el servicio a
los pobres dentro de una iglesia de pobres…
Y esto
es, como señalaba alguna vez el Tío Lolo: “Desde que conocí lo bueno, ni lo
regular me gusta” y no se puede dejar de pensar que en la Iglesia, al igual que
en el poder, existen sociedades, grupos de complicidades, negocios, transas,
fuerza política vendible o negociable, posiciones que sirven de mercancía para
la compra y la venta, la manipulación de grupos, en fin, negocios que tejen una
amplia red de complicidades, corruptelas y complicidades. Muchos, señalan que
esto es normal, que los sacerdotes son hombres al fin y al cabo, pero tienen
una formación, decimos, y por tanto un compromiso y una sumisión a los
principios, no solo de palabra, sino de obligación y es así que, por más hombres
que quieran ser ,no se puede pasar por alto su ambición, sus compromisos, sus
relaciones pecaminosas, sus defectos, sus brutalidades, sus delitos, sus
fortunas, sus complicidades y sociedades, por ello, cuando se habla de las
violaciones que han realizado, por años, al amparo de su nivel y de su puesto,
los sacerdotes, en contra de niños y de niñas, algunos, se espantan y quisieran
que no se hablar del tema, alegando que se lesiona a la Iglesia, pero no la
lesionan las víctimas ni los denunciantes, la lesionan, sí, es verdad, los
delincuentes que amparados en los hábitos sacerdotales han violado a cientos de
niños y siguen asiéndolo al amparo de la red de sociedades y complicidades tejidas
al interior de la propia Iglesia
Son muchos,
una inmensa mayoría de sacerdotes que viven en “unión libre” o tienen hijos por
fuera de su ministerios y casamientos ilegítimo de acuerdo a su compromiso
pastoral, pero todos se hacen locos y no quieren tratar el tema, alegando,
también, que se “difama y se hace perder la fe y la confianza en la
institución, cuando los que provocan la desbandada de la confianza y de la fe
son ellos, con sus actos ilegales e ilegítimos. Igual sucede cuando vemos la
ostentación y la riqueza en la que viven muchos sacerdotes que ligados a los
grupos de poder político o empresarial, se van ligando a su red de sociedades y
de complicidades y así, vemos a muchos sacerdotes que ,solamente, sirven para
la protección de los intereses de los multimillonarios, de los hombres del
poder, funcionarios, banqueros y
empresarios que les solapan y apapachan dándoles fortunas a ganar, por medio de su protección,
así es como se pude explicar, por ejemplo, que el nuevo arzobispo de León
Alfonso Cortés, quién sustituye a José Guadalupe Martín Rábago, llegar, el día
20 de marzo, en un jet privado
acompañado de su señora madre y del nuncio apostólico, Christophe Pierre.
Alfonso Cortés, el nuevo arzobispo, demuestra que está en contra de los
dictados del propio Papa Francisco y alega que, solamente, tuvo que aceptar la
oferta que le diera su amigo un multimillonario de Morelos para que se
utilizara su jet particular y llegara como un magnate, no como un servidor de la Iglesia para los
pobres y por los pobres, al contrario, ligado con el grupo del Yunque, un grupo
político ligado a la iglesia católica, hacen negocios y se pagan sumas importantes
para las festividades de su mandato en León, pero así, solamente se demuestra
que las mafias del poder político y económico al seno de la Iglesia son muchas
y por ello, romperlas, será una gran tarea de los fieles al lado de su Papa
Francisco, de otra forma, al igual que vemos los cambios y consignaciones de
unos y no de otros en la política nacional, los ciudadanos y los fieles se
podrán sobar pero no resolver la impunidad ni romper con los negocios y
complicidades de políticos y sacerdotes. Con actos y no con palabras se
demostrará el nuevo espíritu y la verdad o mentira de un cambio y moralización
de las instituciones, incluidas la iglesia, donde los prelados y sacerdotes
tendrá que recordar que, lo importante, es “cargar la cruz”, no dejarla a los fieles y jodidos del mundo…
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