viernes, 15 de marzo de 2013

¿Cambios?, desde adentro


Hay pequeñas historias que sin ser ciertas muestran una trágica realidad, esta es una de ellas que muestra el deterioro de la educación en el país. Cuentan que llega un inspector de la SEP a una de las secundarias (puede ser pública o privada) no andan diferentes, donde les hace saber  que va a realizar una evaluación y reporte sobre el conocimiento de los alumnos. Entra en el salón de clases y pide la lista de los alumnos y elige a unos de ellos para iniciar la evaluación:
         “A ver Luis, ¿me podrías decir el nombre de la persona que quemó la puerta de entrada a la Alhóndiga de Granaditas, en Guanajuato? El joven se pone nervioso y empieza a sudar y el inspector pregunta: “Bueno si no puedes darme el nombre, dime al menos su apodo”
         El chico responde: “La verdad no lo sé señor inspector, pero le juro por mi santa madre que yo no fui quién quemó la puerta”.
         “Otro chico toma la palabra para decirle al inspector que él conocía a Luis desde hacía cinco años y que consideraba que era uno de los chicos más tranquilos de la colonia y de la escuela y que podía asegurarle que él no había sido el causante de ese incendio”
         El inspector controla el enojo y ordena a los dos chicos que abandonen el salón y los espera en la Dirección. Ah,í los espera la Maestra Elba Esther y dice: “Señor inspector, estoy segura de que ellos no fueron, ambos son tranquilos y buenos chicos, si no conocen ni el nombre ni el apodo del que quemó la Alhóndiga de Granaditas, es porque no se juntan con pandillas ni con malvivientes. Seguramente fue alguien de otro turno o de otra escuela”. El Inspector, sale hecho una furia y se dirige a la directora que es recomendada de la maestra Elba Esther, para solicitar la remoción de la maestra y, la directora dice: “Le pido que lo considere, figúrese usted que la maestra Elba Esther, es líder, política, dirigente de un partido y cobra como maestra de Historia, Biología y Civismo y tiene en proceso su jubilación. Falta de vez en cuando a clases cuando anda en la grilla y sin duda tiene muchas influencias en el sindicato. Así que considérela y perdónela”. Bajo tales condiciones se dirige al Sindicato Nacional a Hablar con la maestra Elba Esther, quién ahí, en el trono de la dirigencia, le dice al maestro inspector: “Mejor déjese de pendejadas, y dígame qué tan dañada quedó la pinche puerta por el incendio, ya veremos si la podemos reparar, y si no, pues nomás eso faltaba, ya verá que hacemos una cooperación entre maestros y padres de familia, para comprar una nueva puerta para la Alhóndiga de Granaditas o le pedimos a Fox o a Calderón que manden una nueva. Total ¿Qué tan cara puede salir la chingadera esa?”.
         Y bueno, no es que pertenezcan a una sección del SNTE o la CNTE, el asunto es que hay una gran similitud entre el cuento y la realidad, por ello, los maestros, cansados de sus dirigentes, son los que deben hacer su propia limpia y evitar que los políticos y funcionarios intervengan para continuar con la rapiña y sus negocios… por el bien de todos y de los estudiantes. O cambian sus métodos de lucha o garantizan una buena educación,  si no, le hacen el caldo gordo a la derecha y a la educación privada y confesional…O A LAS PÉSIMAS DIRIGENCIAS SINDICALES…
         HAY LA CONCIENCIA DE QUE DEBEMOS LUCHAR POR LA LIBERTAD Y LA FELICIDAD y esto significa nuestro derecho al conocimiento, la conciencia de que somos parte de una sola familia, la de este país ligada a la humanidad. Lo único que nos hace felices es el estar contentos con nosotros mismos y con lo que hacemos, por ello, una sociedad de consumo solamente nos esclaviza para que paguemos por todo y llevemos la vida ligada al consumismo de tal forma que perdemos años de vida para poder pagar algo que ni siquiera nos pertenece, en forma de autos, televisores, viajes, educación, casa habitación, relojes, ropa, en todo y por todo nos endeudamos y, cuando vemos el despilfarro y la abundancia de recursos que derrocha una “dirigente” magisterial llena de dudas con ella misma, negada para el amor ya que lo compra o lo controla como lo ha declarado muchas veces, cuando no tiene ni siquiera la seguridad de que cuenta con amigos y seres que la quieran o amen por lo que es y no por lo que se supone representa y tiene, sabemos que, a lo mejor, escaló muchos sitios en la “escala social y política”, pero no ha sido capaz de ser feliz ni de ser libre, porque los verdaderamente ricos son los que menos necesitan de cosas y pueden andar en la vida con un equipaje ligero, cantando y haciendo lo que tienen que hacer con su tiempo y no estar esclavizados a los pagos grandes o chiquitos de lo que les induce una sociedad consumista y deshumanizada.
         Lo más seguro es que ahora, en la cárcel, que es un enorme “vestido de piedra”,  dolores,  pasiones,  soledades,  tristezas,  reflexiones, entenderá muchas cosas que jamás ha entendido, ya que su propia vida nos muestra que presentaba una cara que ni siquiera era la propia, remendada, restaurada al capricho del dinero o a la capacidad de los estilistas y médicos, la seguían vistiendo con una “moda” que ni siquiera lucia con honor y libertad, solo para apantallar a los demás, para decirles que era una “triunfadora” cuando en la realidad solo es y ha sido una gran manipuladora y oportunista en la vida y en su forma de vivirla. Por esa perversión de valores y porque la política se convirtió en un negocio y el servicio público se utilizó para servirse del público, es que se dan estos fenómenos que nos escandalizan cuando los conocemos de cerca y los vivimos en nuestro tiempo, pero la realidad es que estamos pervertidos desde la raíz, no es solamente ella, ella, simplemente es un ejemplo de vida o del malvivir al que nos lleva el engaño, las complicidades y las corruptelas del poder, por esa razón, ahora que se toma como ejemplo para el cambio en la Reforma Educativa, no tendremos una, real, si no tenemos una revisión de los valores y de lo que hacemos y el por qué lo hacemos, si no sabemos qué país queremos y cómo lo podemos lograr sin ambiciones y con honestidad y lealtad, poco podemos avanzar en este campo, así que debemos meditar, tomar los tiempos, reflexionar sobre lo andado, revisar la historia, revisar las experiencias y la escala y tabla de valores que debemos mantener como seres humanos, como familia, como sociedad y como país. Si queremos una sociedad libre, justa, feliz, debemos ser honestos y serios en las propuestas y tener la conciencia de que, se es lo que se hace y, para cambiar, es preciso ser con un buen hacer… si no de nada servirá la experiencia y solamente será una nueva jugada de distracción para continuar dándonos “atole con el dedo” y haciéndonos pentontos  en todos lados…los cambios reales comienzan desde dentro, con valores y conciencia plena de lo que queremos ser y de cómo somos… para cambiar la realidad es necesario conocerla, decía, Don Gustavo Baz Prada… y es verdad…y por ello, también, es necesario conocernos y saber qué queremos.

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