viernes, 15 de marzo de 2013

Bullyng, mal nacional


Cuando hablamos de la violencia en las escuelas nos referimos al “Bullying” y hace apenas unos días hablamos de la muerte de un pequeño de siete años que era lastimado y acosado por un muchacho de doce años quién le metía la cabeza en el escusado para que le diera el dinero que le daban para gastar; el pequeño enfermó con una infección en los pulmones y a los días murió, en el Estado de Jalisco. El día 11 de marzo detienen a una maestra de secundaria de 43 años, en el estado de Puebla, acusada de pervertir y acosar a una pequeña de 13 a la cual venía seduciendo sexualmente desde hacía dos años, cuando le daba clases en la escuela secundaria, así, podemos ver que la violencia no solamente se muestra desde la casa, sino también existe una violencia y represión sistemática provocada por las deficiencias, traumas o complejos de los propios maestros que no quieren ver el problema e involucrarse para tratarlo, alegando que, para eso, no les pagan.
         El aumento de los suicidios entre los adolecentes mexicanos a aumentado hasta convertirse en la tercera causa de muerte entre los jóvenes, solamente superado por los accidentes automovilísticos y el cáncer y, de acuerdo a los estudios, entre 1990 y 2000, se incrementó en un 150% el número de suicidios entre mexicanos de cinco a 14 años y en 74% para los de 15 a 24 años. En el año 2010, se registraron en el país 5 mil 12 suicidios y se piensa que las causas no solamente son la depresión, sino el consumo de alcohol y las drogas o la violencia que sufren, que les genera desesperanza y la pérdida de la autoestima y, en este mecanismo, se habla no solamente de la violencia intrafamiliar sino la provocada por la violencia en las escuelas que hace que muchos abandonen la educación, y otros, sufran hasta la depresión, el suicidio… y a pesar del número de muertes ya sea provocadas por la violencia en las escuelas o en la sociedad, en los hogares, nadie hace nada, ni investiga, alegando que no es parte de su responsabilidad, cuando todos sabemos de la violencia y las diferentes formas que adopta en muchas escuelas públicas o privadas.
         “Una maldad, un apodo, un golpe, más la débil actuación de los maestros; la falta de comunicación entre padres e hijos y la gran penetración que tienen las redes sociales en la actualidad y que dominan la vida de los niños y adolecentes, son el ambiente propicio para que se presenten y se multipliquen los casos de Bullying”, por ejemplo, en una de las escuelas privadas de Coahuila, se comenta el caso subido a las redes sociales, donde a una niña le sacaron de su mochila unas toallas sanitarias con la que le hacían burla y, a pesar de que ella se quejó con la maestra, esta no hizo nada, porque no se quería comprometer con las familias de los otros chicos que, por su “nivel social”, son parte importante de la escuela, y así, continuaron insultándola porque “era pobre” o porque era “prieta”, las escusas no importan, en este nivel hay muchas que son las que lastiman  la autoestima y la tranquilidad de los niños y jóvenes que son víctimas de este daño y donde los maestros o los mismos padres de familia, no saben o no quieren enfrentar el problema por no  tener conflictos con otras familias y así, va creciendo este fenómeno de tal suerte que hoy en día lo vemos como una cosa “común” y propia de la edad, cuando generan traumas terribles y carreras truncadas por este fenómeno que nadie quiere atender con seriedad. Así, con el uso de la redes sociales, el acoso y las burlas son brutales, de tal forma que esa violencia continúa después de los horarios escolares, generando una problemática social mucho más complicada donde hay grupos inmiscuidos en forma de pandillas, lastimando a los que no tienen una red de amigos que les puedan defender… y así, hasta la muerte o la depresión…
         UNO de los acosadores y violentos  decía: “Si yo como alumno veo que mi maestro no interviene cuando molesto a alguien, puedo seguir haciéndolo, pero si me pone un límite, hay una sanción o busca a mis papás, pues no lo hago. Esto es un problema porque los alumnos van caldeando a los adultos. Hay casos documentados de agresiones en transportes escolares, donde hay un chofer, pero los adolecentes han entendido que no se meten”. De esta forma los propios niños o adolecentes piensan o creen que el agresor es “popular” y respetado, siendo que en la realidad no lo es, pero nadie dice nada, hay un silencio cómplice que también mata… y no se debe confundir una pela entre jóvenes con un Bullying,  esto puede ser producto del pandillerismo o del comportamiento en la solución de diferencias entre ellos, todos sabemos que existen pandillas y que éstas operan dentro de las escuelas o de las zonas de habitación, pero se tienen que atender de diferente forma por las autoridades. En el caso del bullying, explican los especialistas, los agresores tratan de lastimar a como dé lugar a su víctima, ya sea con golpes o  verbalmente, solitario o en grupo, el asunto es que el agresor quiere mantener un poder “represor”, establecer que él es el fuerte y el otro el débil, así, las víctimas, sufren de agresiones físicas o psicológicas, hasta llevarla a un nivel de pérdida de autoestima y se busca lastimarle por medio de apodos, insultos, groserías, albures, bromas y afectarle en su relación con sus amistades para que todos la marginen o la desprecien, la discriminen.
         Hoy en día, el manejo de la internet, el Facebook y el twitter, permite la invasión de la privacidad de las víctimas de tal forma que por este medio se difunden las agresiones de las que son objeto o se hacen las difamaciones que les alejan de sus amistades y familiares, ya que no establecen candados en sus redes sociales y  utilizan los mismos materiales que ellos suben en su contra. Los niños y los jóvenes quieren ser reconocidos, amados, atendidos, populares, conocidos y ellos mismos colocan las fotos, pensamientos, diversiones o viajes, con lo que los acosadores y violentos utilizan ese material para denostarles, acosarles, burlarse y propiciar el descrédito y la burla de los demás, hasta emplear el “sexting” que son las fotografías de corte sexual que se difunden para fastidiar a las víctimas. En tales condiciones se aumenta el abandono escolar y se aumenta el suicidio o los males graves como en el que muere aquel pequeño al que le atormentaban metiéndole su cabeza en el escusado de la escuela, donde se infecta en los pulmones, y muere…
         Los propios agresores que aparentemente mantienen el “liderazgo” al tiempo, sufren de otra forma, ya que se convierten en delincuentes, acosadores sexuales, utilizan drogas o forman parte de los grupos de la delincuencia organizada al adoptar las conductas ilegales que lo colocan en un alto nivel de riesgo al romper los límites y no entender los valores ni el respeto. Así agresor y víctima sufren serias consecuencias; maestros,  padres de familia, ni autoridades, estamos preparados para enfrentar este conflicto que toma niveles alarmantes, la sociedad no tiene conciencia porque se le hace algo “normal” y no existe agrupaciones que hagan conciencia sobre el problema que mueva la intervención de la sociedad  por el conflicto cultural, violencia intrafamiliar y social que estamos sufriendo en el país… o actuamos o sufrimos consecuencias…

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