Cuando las cosas no se
valoran, cuando uno mismo no se valora, no conoce uno su “precio”, poco se puede
lograr. Hace algunos años, un viejo maestro me enseñaba una lección contándome
una vieja historia: “Decía que llegó un joven que no tenía conciencia de su
verdadera valía con un viejo sabio al que le pidió ayuda para conocerse y saber
lo que valía. El viejo sabio le dijo que le ayudaría pero necesitaba que antes
le ayudara a él, por lo que le pidió que saliera al mercado y vendiera un anillo
de oro en, cuando menos, una moneda de oro.”
“El joven salió al mercado de esa ciudad y
comenzó a tratar de vender el anillo en cuando menos una moneda de oro, pero
pasaron varias horas y días y no conseguía que le ofrecieran más que dos o tres
monedas de plata y ninguna de oro. Así regresó con el viejo sabio y le comentó
que no tenía mucho valor ese anillo ya que a pesar de haberla ofrecido a muchos
comerciantes y compradores del mercado nadie le ofreció una moneda de oro,
solamente dos o tres monedas de plata, pero ninguna de oro”.
“El sabio le escuchó y le sugirió que fuera
ante un valuador de oro y de joyas preciosas en la ciudad dándole la dirección y
sugiriéndole que ahí preguntara el valor de ese anillo. Así lo hizo el joven y,
cuando recibió el dato del valuador, se quedó impactado. El anillo estaba
valuado en más de cien monedas de oro”.
“El muchacho se impresionó, pero reflexionaba
sobre la lección que pretendía darle el viejo sabio con ese ejemplo y con la
venta del anillo. Así que regresó y le comentó al sabio lo que decían los
valuadores de la casa de cambio y de joyas, donde el valor real de ese anillo
superaba las cien monedas de oro”.
“El sabio le dijo que debería entender que no
podía saber su valor real preguntando a gentes que no sabían, que tenía que
preguntar el valor de cualquier cosa con las gentes que sabían, los expertos,
los que podían conocer del tema, por ello le dijo que para conocerse en su
verdadero valor debería preguntar a un experto y tomar conciencia de que él
valía mucho y que tenía que aceptar este valor para poder florecer y no estar en
el nivel en que se encontraba”. Esta historia viene a colación porque el día
Sábado, Jesús Martínez Álvarez, Secretario General de Gobierno del Estado de
Oaxaca, convocó a un grupo de profesionistas para invitarles a escuchar lo que
significa el “Pacto de Gobernabilidad” y para convocarles a que participen en
esa lucha por el bien de Oaxaca y ahí, claro, todos vieron el valor real de ese
pacto, porque saben que el valor de la paz social y del esfuerzo conjunto por el
desarrollo tiene un valor enorme para todo el estado y para garantizar el
desarrollo y el bienestar del pueblo oaxaqueño. Si no conocemos el valor real de
la paz y del trabajo conjunto a favor de las causas en donde todos coincidimos,
no sabemos lo que tenemos y malbaratamos los esfuerzos y frustramos el bienestar
para todos. Por eso la importancia de dicha reunión…ojala rinda los frutos que
los profesionistas y el pueblo esperan.
La realidad es que, durante dos años, el
gobierno del cambio en Oaxaca ha perdido espacios ante el descontrol
administrativo causado por la entrega de importantes direcciones y secretarias a
los grupos que conformaron la “Alianza”, donde por medio de los intereses
establecidos por los partidos y grupos políticos se “repartieron los cotos de
poder” y, esto, ha originado presiones brutales al ejecutivo que no ha logrado
normalizar las acciones programadas en un proyecto político, ya que los grupos
actúan conforme a sus intereses y conforme a los dictados de los dirigentes que
son los que están en permanente pugna por los recursos y por los espacios
políticos y de poder. Ante esta situación, en vez de proyectos se ejercen
presiones que llegan a la violencia y desestabilización, causando profundo
malestar de la población oaxaqueña que pensó o esperaba que, con ese alianza
política, además de eliminar los viejos cacicazgos, lograrían
llevar ante la justicia a los políticos y funcionarios que se robaron o
malgastaron cientos de millones de pesos que deberían haberse utilizado en los
programas y proyectos de desarrollo y no en alimentar a los políticos y
funcionarios para enriquecerlos como lo hicieron en la forma escandalosa que se
realizó. También, esperaron los oaxaqueños que ante el cambio, los
procedimientos y las presiones callejeras se terminarían dando paso a una paz
social que garantizara el buen desempeño de las actividades sociales y
productivas, pero no ha sido así, con el pretexto de la democratización y de la
“libertad”, se ha caído en la presión y en el libertinaje de tal suerte que en
vez de lograrse esa paz, se ha violentado y se obtienen prebendas
y recursos por medio de presiones y desestabilización, convirtiendo esa práctica
en una forma de corrupción y de complicidades entre los “líderes” y funcionarios
o políticos que obtienen inmensos recursos que, en parte, quedan en sus
bolsillos, lo que ha generado un escándalos desvío de los mismos indignando a la
ciudadanía del Estado, sobretodo cuando no se ha logrado llevar ante la justicia
a los viejos funcionarios y políticos que defraudaron y robaron, con impunidad y
descaro, los fondos que pertenecen al pueblo de Oaxaca, dando paso a que los
rumores hagan pensar que hay una complicidad y arreglo del actual
gobierno con los políticos y funcionarios del pasado…generando desconfianza e
indignación…
Cuando se habla de que hay un PACTO DE
GOBERNABILIDAD se habla de que el gobierno se ha dado cuenta de que no la tiene
y que, necesita con urgencia, la participación y el compromiso de la sociedad
civil para lograrlo y presionar a los grupos que tradicionalmente han sido los
beneficiarios de las transas y de la obtención de recursos por medio de presión
y conflictos para que se plieguen al mismo y lo respeten, porque si bien ellos
representan un grupo en la entidad, con su problemática especial, no representan
a toda la sociedad y, con esas presiones y desvíos de recursos, se afecta al
resto de la sociedad que, ahora, levanta la voz y reclama sus espacios y el
compromiso para que se generen las condiciones de un pacto de gobernabilidad que
garantice la paz social y a la acción conjunta para resolver problemas
prioritarios en la entidad, como son el desempleo, la marginación,
la miseria, el analfabetismo, la atención en la salud y la lucha contra la
pobreza y la desnutrición de las mayorías en la entidad, por lo que se necesita
de tranquilidad y de canales que garanticen la participación de todos en los
proyectos y programas, sin que se desvíen los recursos a los bolsillos de los
dirigentes o que se ejerza presión y conflicto para alcanzar sus metas que, si
bien son metas necesarias, tal vez no son las prioritarias o lesionan, con su
acción y presión, al resto de la ciudadanía…parece ser que ahora empieza a
existir coordinación y se le brinda el valor a las acciones de la Secretaría de
Gobierno y se da el valor que se necesita Jesús Martínez Álvarez,
para operar políticamente, ojala sea para el bien de todos… y no el de unos
cuántos vivales…socrates_campos8@yahoo.com.mx
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