Yo
no puedo entender la razón por la que compramos un avión presidencial
que costará 189 millones de dólares, más de MIL 781 MILLONES DE PESOS.
Sin duda alguna sería necesario cambiar el famoso TP1 pero, también,
seguramente, las condiciones económicas por las que pasamos la inmensa
mayoría de los mexicanos no justifica esa adquisición para que el
presidente, su familia y sus secretarios viajen con las comodidades y
las seguridades que cualquier avión comercial les brindarían con mucho
menor costo y, no puedo entender la razón por la que una empresa privada
como Aeroméxico tiene que ligar la compra de este avión con la
adquisición de una flotilla para ellos a menos que se encuentren ligados
los “servicios y las corruptelas, transas o comisiones que normalmente
reciben los que compran las cosas en este país” y que sea la mejor
forma para desviar la atención y los recursos y no se logre descubrir a
quién o a quiénes van a beneficiar dichas comisiones, transas o
corruptelas que todos sabemos se reciben de los vendedores a los
“compradores”. Además, no puedo entender la razón por la que se compra
un avión de tal capacidad que puede transportar a 200 o 250 pasajeros a
menos que se vaya a viajar en los vuelos trasatlánticos con esa comitiva
de gorrones que pagaremos los mexicanos, tal como vimos muchas veces en
las presidencias anteriores…
Puedo
entender que con fines comerciales y de apariencias se busque mostrar
una cara de prosperidad que en verdad no tenemos y que se diga por parte
de los que vean ese lujosísimo avión que en México sobra el dinero
cuando hay más de 52 millones de miserables, que hay millones de
desocupados, que tenemos más de siete millones de jóvenes que no pueden
estudiar ni trabajar, que millones sufren de hambre y de malas
condiciones de vida, que millones no tienen servicios médicos ni casa
habitación digna, en fin, en un país de pobres y miserables tenemos una
clase política y una burocracia multimillonaria y derrochadora que
solamente se preocupa por hacer negocio de todo lo que compra o de lo
que
vende…
Y
mientras esto sucede y se muestra el derroche y el gasto suntuario, la
misma Secretaría de Hacienda y Crédito Público explica que: “El
sistema de seguridad social se deterioró durante el sexenio hasta
quedar en la quiebra y la evolución del balance sobre la situación
financiera del gobierno federal y de la seguridad social indica que en
sólo los primeros ocho meses de 2012 el balance total del sistema
registró un déficit de 190 mil 430.3 millones de pesos, mientras que, en
el mismo lapso del 2006, en el gobierno de Vicente Fox, la situación
financiera del sector registró un superávit de 73 mil 780.3 millones de
pesos”… y como dice el chinito: Mi no
entender…porque esto me demuestra robos o desvíos de recursos enormes o
se malgastaron los dineros para beneficiar a algunos bolsillos de
banqueros, políticos y funcionarios…
Will
Rogers explicaba: “Lo que yo cuento en el periódico no son chistes. Yo
lo único que hago es observar al gobierno e informar de los hechos”, por
desgracia cuando uno tiene la razón y el gobierno no, se convierte uno
en un ser peligroso, porque lo encuera en toda la extensión de la
palabra, por esa razón los equilibrios son indispensables, pero sobre
todo, son mayormente indispensables los políticos que tienen equilibrio y
no se mueven por pasiones y vendettas…
En
tales condiciones, cuando la prosperidad está puesta en duda y se
pretende sacar mayor cantidad de dinero para “financiar” la actividad
pública y con esto imponer nuevos impuestos, se debería recordar lo que
atinadamente decía Winston Churchill: “Para mí, una nación que trate de
lograr más prosperidad a base de impuestos es como un hombre metido en
un cubo y tratando de elevarse tirando del asa”. Y lo terrible del tema
es que los políticos, los burócratas, los empresarios, especuladores
financieros, los funcionarios, solamente ven como tarea el de aumentar
los recursos por medio de impuestos y alcabalas para que se tengan
mayores presupuestos que son dilapidados, robados, derrochados en esa
loca tarea que ha impuesto la política cuando se ve como un gran
negocio y no como una forma de servir. Así la población, las mayorías
marginadas y desamparadas, solamente ven a los políticos como lo explica
John Adams: “En mis muchos años de vida he llegado a la conclusión de
que un hombre inútil es una calamidad, dos son un bufete de abogados y
tres o más son un gobierno”.
Hace
algunos años, escribía que la burocracia nacional estaba acostumbrada a
desayunar el famoso “pato al orange”, ya que al llegar tarde a sus
trabajos en vez de iniciar sus labores, preferían intentar desayunar los
tacos y tortas con refresco o atoles y tamales que mandaban comprar a
los puestos callejeros, mientras los contribuyentes, pacientemente,
esperaban que los “burrocratas” se decidieran a iniciar sus labores por
las que les pagábamos todos, pero, al final de la quincena, cuando los
recursos se terminaban, optaban por el famoso menú del “pato al orange”
que consistía en consumir un gansito marinela acompañado con un refresco
de naranja. En aquel entonces como esto lo escribí en la
revista Impacto, que dirigía don Mario Sojo Acosta, un líder de los
“burócratas” de la Secretaría de la Reforma Agraria me reclamaba
diciendo que no era justo que nos burláramos de los “trabajadores del
Estado” ya que ellos se “mataban trabajando para ayudar a los
ciudadanos” y la verdad es que entendíamos que se pudieran “matar”
tragando como lo hacían en las horas de trabajo.
Tal
vez, por esa razón, el consumo de “alimentos chatarra” que son los
causantes de miles de enfermos y de varias enfermedades que nos cuestan
mucho a los mexicanos en sus tratamientos, se quedó desde tales épocas
ya que según los datos que vemos, “una familia de clase media usa el 12
por ciento de sus ingresos para adquirir refrescos y comidas chatarras con lo cual contribuyen al sobrepeso y la diabetes en los niños y en los adultos”.
“La
frecuencia en el consumo de refrescos, supera, según la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición 2006 a alimentos básicos como la leche,
huevo, carne, frutas y verduras” de tal forma que, en las comunidades
rurales, donde los índices de marginación, pobreza y desnutrición son
mayores, “siete de cada diez niños se desayunan con refresco y solamente
el 26% acompaña el desayuno con leche”, tal vez, por esa razón, como
gerente de la Coca Cola, don Vicente Fox, inició su reinado en la
política, ya que en la actualidad México se ha
convertido en el mayor consumidor de refrescos con un promedio de 163.3
litros por persona al año y claro que, mientras
tengamos personas desnutridas e incultas, los políticos tienen mucha
“carne de votación” y pueden continuar con sus políticas de saqueo y
robo a la nación, total, andamos totalmente apentotados consumiendo
azúcar y esperando engordar y enfermar de tal suerte que no vemos lo que
debemos hacer para liberarnos de la comida chatarra y de los políticos
inútiles y rateros…socrates_campos8@yahoo.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario