martes, 16 de octubre de 2012

A dos fuegos


No hay duda de que los extremos se juntan. Por un extremo la delincuencia organizada y la desorganizada, por el otro, la “delincuencia organizada” desde el poder, por medio de las policías, los represores y los cuerpos de la “inseguridad nacional,” se juntan para robar a todos por igual. No se piense que hablamos por hablar, es la realidad establecida en todo el país: por un lado, los delincuentes comunes, organizados y desorganizados, han establecido costumbres, normas y obligaciones y, para esto, no solamente roban, secuestran, asesinan, protegen, también, ahora, como cualquier otro gobierno, ponen “cuotas” a cada ciudadano, a cada negocio o empresa y hay que pagar o de lo contrario le cierran, lo queman, lo secuestran o lo matan. Al igual que ellos, también, lo hacen en forma desorganizada los policías o sus cómplices con protección y, ellos, también cobran las “cuotas” o los impuestos y, los organizados desde el poder y con el poder, pues más establecen este sistema, hoy, con sofisticación, porque para cobrar la “protección” nos venden los servicios de “seguridad privada” o los mecanismos para que con policías en activo nos “protejan”, siempre y cuando paguemos por esa protección… así que además de los impuestos, productos y aprovechamientos que se reciben en la “administración pública” y en el gobierno, impuestos que son de a “güevo”, tenemos que cotizar doblemente o triplemente para poder subsistir, en caso contrario, como le dijo un ex secretario a un chinito mañoso: “coopelas o mueles”… es decir, te chingan.
         El asunto se ha complicado de tal forma que cualquier malandrin sea o no miembro de esa famosa delincuencia desorganizada que es la que controla el país, cobran cuotas y establece sus “territorios” amparándose en los zetas, familias, templarios, chapos o cualquier otra marca delincuencial reconocida en el bajo mundo y en el mundo real. Así que los únicos que se encuentran en el desamparo y en la extorsión son los ciudadanos que ni la debíamos ni la temíamos hasta que a Calderón se le ocurrió la mejor forma de chingarnos a todos…¡”venganza divina” por no votar por él sino por el Peje!
 
         Ahora vemos a los mototaxistas ser parte de la organización de delincuentes, muchos taxistas están en esos grupos y no solamente se les obliga a pagar cuotas o a distribuir drogas y productos, también a establecer una vigilancia en contra de la “delincuencia organizada” desde el poder, sobre todo cuando no existen las “buenas relaciones” entre delincuentes y policías y de pronto se hacen operativos para joderse los unos a los otros, para ver quién manda o quién debe cobrar, por qué y por dónde… y así prospera la cadenita de la organización “empresarial de la delincuencia” de tal suerte que ya tienen control de pequeños negocios como taquerías, carritos de hot dogs, empresas mayores, empresas de transporte, negocios de alto nivel y pedorraje y, claro, todos ,coordinados por medio del manejo financiero ya sea por bancos o por los especuladores financieros que son los verdaderos cápos del cuello blanco… ligados al poder político, a los funcionarios y manteniendo bajo su control a los policías y “agentes de la inseguridad”… y luego nos quejamos por la inseguridad , el horror y el terror que vivimos…
         Curiosamente todo el mundo de la “inteligencia y de la seguridad insegura” habla de la delincuencia organizada y de que se requieren más balas, pistolas, armamento, sueldos, equipos de espionaje, vehículos artillados, cárceles, policías “científicos”… todo es cuestión de más y más inversión en este ramo de la “inseguridad” para que los inmensos recursos públicos que deberían utilizarse en más escuelas, más seguridad pública, más salud, más trabajo, más producción, más apoyo a las familias sin casa, más apoyo a la seguridad social se vayan a los bolsillos de los pillos de la “seguridad” y a los bolsillos de políticos, malandrines, funcionarios y mafiosos de cuello blanco que no son otra cosa que banquero y especuladores financieros… es cierto lo que dice una canción de actualidad que cuesta mucho menos unas balas y las armas para matar que un condón, que se mata porque hay muchos malos y pocos buenos, pero en la realidad, no se trata de otra cosa más que de luchas sociales, se matan pobres contra pobres, los ricos, organizados, los echan a pelear o los utilizan para que les defiendan matando a los otros igual de jodidos que ellos; unos son sicarios profesionales e institucionales, los otros son sicarios brutales y delincuenciales, pero los dos son sicarios que matan y desatan, roban, secuestran, trafican por igual…
         Anteriormente, los delincuentes se encapuchaban, utilizaban paliacates y máscaras para que no se les reconociera, hoy, la policía y los paramilitares también las utilizan para que nadie les reconozca y, por esa simple razón, la gente les tiene desconfianza y les teme a unos y a otros. Los dos les roban y los dos se justifican diciendo que son unos o los otros. Los únicos robados, esquilmados, jodidos, secuestrados, asesinados son los jodidos, los miembros del infeliciaje nacional, porque cuando por pendejismo, venganzas o razones políticas se mata o se secuestra a un miembro de la clase en el poder, de los poderosos, pues es tal el escándalo y la persecución que mejor no los tocan, a los pobres nadie los defiende, nadie protesta ni se conduele por su muerte y por la injusticia que sufren, nadie les extraña porque las familias jodidas tienen que sobrevivir y para esto tienen que talachar y no estar llorando para lamentarse…
         Si a un rico le cobran cuotas de protección tiene la forma de protestar o de protegerse, de acusar, a un jodido nadie le hace caso. Quién le va a hacer caso a un taquero que diga que lo extorsionan o cobran cuota de protección si está trabajando todo el día para llevar un poco de dinero a su casa y le obligan a distribuir drogas o a vigilar para la estrategia de la delincuencia o de la misma policía. ¿Cómo se queja cuando los funcionarios de mercado llegan a extorsionarle porque está en un punto vendiendo o porque no tiene papeles y permisos? ¿con quién se queja?.¿Cómo se queja el dueño de una cantina o de un restaurante si los propios policías les dan el pitazo a los delincuentes para alertarles que les han denunciado? ¿cómo se queja un empresario al que extorsionan si tiene la seguridad y la experiencia de que lo pueden secuestrar a él o a un miembro de su familia y tiene que pagar más de lo que le piden, con el riesgo de perder la vida?. ¿A un funcionario de banco al que secuestran a su familia para que dé datos de posibles clientes secuestrables, quién le protege? La realidad es que la ciudadanía está indefensa ante malandrines de la delincuencia y los malandrines del poder… así, los extremos se juntan, pero para chingar a todos y nadie hace nada y, el terror y el horror siguen en la sociedad lastimando a todos los ciudadanos, a los que no son más que miembros del infeliciaje, los nadie, los desplazados, los marginados…mientras tanto, los mafiosos, se siguen repartiendo los botines  que recolectan por medio de impuestos o por medio de “cuotas y protección”… socrates_campos8@yahoo.com.mx

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