domingo, 8 de enero de 2012

Historia de Pepe

Hay días en que buscamos nuevos temas y leemos muchas cosas en las noticias, podemos ver esa realidad trágica y terrible por la que pasan la mayoría de los mexicanos, también vemos a hombres, mujeres y niños entusiastas y vitales, vemos que salen al sol y a jugar, a invertir, a reflexionar, estudiar, orar, vemos que hay sonrisas en sus caras y hay veces que nos preguntamos si ellos saben por lo que pasamos y me doy cuenta de que toman la vida con ese lado positivo que fácilmente perdemos muchos, así que al buscar mis correos en el internet me topé con esta historia cuyo autor es P. Dennis Doren L.C. que se titula: “La historia de Pepe”.


“Pepe era el tipo de persona que le gustaría. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, él respondía: “Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo”.

“Era un gerente único porque le seguían sus empleados, lo acompañaban de restaurante en restaurante. La razón por la que le seguían a Pepe era por su actitud. Él tenía un don, una actitud diferente”.

“Él era un motivador natural; si un empleado tenía un mal día, Pepe estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación. Ver este estilo realmente me causó curiosidad, así que un día fui a bucar a Pepe y le pregunté:”.

“—No lo entiendo… no es posible ser una persona positiva todo el tiempo ¿Cómo lo haces?...”

“Pepe respondió:

Cada mañana me despierto y me digo a mí mismo: Pepe, tienes dos opciones hoy; puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que alguien viene a mi para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarte el lado positivo de la vida. Escojo señalarte el lado positivo de la vida”.

“Reflexioné en lo que Pepe me dijo…

Poco tiempo después, dejé la industria hotelera para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Pepe. Cuando tenía que hacer una elección en la vida, en vez de reaccionar contra ella, buscaba la parte bella y noble, en pocas palabras, la positiva.”

“Varios años más tarde, me enteré que Pepe hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante, dejó la puerta de atrás abierta y una mañana fue asaltado por tres hombres armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano, temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación”.

“Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon. Con mucha suerte, Pepe fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de ocho horas de cirugía y semanas de terapia intensiva, Pepe fue dado de alta aún con fragmentos de bala en el cuerpo. Me encontré a Pepe seis meses después del accidente y cuando le pregunté cómo estaba, me respondió: Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo”.

“Le pregunté qué pasó por su mente en el momento del asalto. Contestó: lo primero que vino a mi mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso, recordé que tenía dos opciones: podía vivir o podía elegir morir. Elegí vivir”.

“¿No sentiste miedo?, le pregunté”.

“Pepe continuó: los médicos fueron geniales., no dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y ví expresiones en las caras de los médicos y enfermeras, realmente me asusté. Podía leer en sus ojos: es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar una decisión.”

“Bueno, uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité: “—Sí, a las balas”. Mientras reían, les dije: estoy escogiendo vivir, opérenme como si estuviera vivo, no muerto”

“Pepe vivió por la maestría de los médicos, pero sobre todo por su asombrosa actitud, aprendió que cada día tomamos la elección de vivir plenamente. LA ACTITUD, AL FINAL DE TODO”.

Y ES CIERTO, LA ACTITUD ES LA QUE MARCA EL DESTINO, LA QUE DIRIGE A LAS GENTES A QUE TOMEN LOS CAMINOS QUE DEBEN TOMAR Y DE CÓMO DEBEN SER Y SENTIRSE EN LA VIDA.

Así que estoy convencido de que por más que hagan muchos para hacernos sentir mal, despreciados, marginados, empobrecidos, limitados, está en el interior de cada uno la flama de la vida que impedirá que dejamos de luchar por ser y estar mejor en la vida, no basta con quejarse, hay que actuar, mejor que quejarse es hacer y no parar en esta lucha constante que tenemos para que seamos mejores y que los seres queridos alcancen una mejor calidad y forma de vida. El cambio, seguramente, está en la conciencia que alcancemos y en la vitalidad que queramos tener para superar las presiones, los terrores y los horrores que se empeñan en hacernos vivir, así que si tomamos conciencia de la verdadera fuerza interior, tal como han dicho que la fe mueve montañas, también, la fe en nosotros y en el espíritu de vida logran cambios importantes en uno mismo y en los demás.

La experiencias de vida y de muerte son constantes y cambia la relación, la elecciones que tomamos, lo que queremos, si dejamos que nos derrote la vida, con seguridad, solamente, tenemos que lamentarnos y andar sufriendo, llorando, resentidos y violentos con uno y con los demás. Si nuestra elección es la de superarnos, de buscar la verdad, de vivir con honestidad, humildad, amor, cariño, sentimientos claros, alegría, sonrisas, lograremos muchos cambios y, sobre todo, gozaremos de mucha salud y mucha prosperidad y abundancia. La vida es para tomar elecciones y dejar lecciones, es para que podamos se,r no para que nos impidamos ser y crecer. Por esto, al leer la historia de Pepe, me dije, reflexionemos y veamos una nueva óptica que nos permita pensar en nosotros con amor y con alegría… que tengan un gran día.

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